LA NUEVA SANTA INQUISICIÓN

Peor aún: Toda la estructura judicial, jueces, magistrados, incluyendo los Ministros de la Suprema Corte, estarán bajo el dominio de este denominado Tribunal de Disciplina Judicial que sustituye al Consejo de la Judicatura Federal. Los cinco miembros que lo integrarán son gentes identificados plenamente con el expresidente Andrés Manuel López Obrador y, en la elección judicial, sus nombres aparecieron en los acordeones al igual que los que van integrar la Suprema Corte.

Ellos tendrán como labor fundamental la vigilancia, disciplina, supervisión y la facultad de suspender, destituir y hasta encarcelar a Juzgadores cuando consideren que sus sentencias “son contrarias a la administración de la justicia”. Pero además realizarán labores de investigación ante “denuncias” y ello abarcará a los Ministros. Es decir sus resoluciones serán inapelables y no podrán ser impugnadas ante la Suprema Corte como aún sucede. Se trata del poder de la nueva Santa Inquisición en pleno Tercer Milenio.

¿Y quiénes serán los inquisidores del nuevo sistema de “justicia” en México? No se trata de cualquiera porque el perfil principal que deben de cumplir es ser militante y de todas las confianzas del expresidente López Obrador. Ser leales y entregados. Se trata de Celia Maya García, Verónica de Gyves Zárate, Bernardo Batiz Vázquez, Indira García Pérez, y Rufino H León Tovar.

Los tres primeros forman parte de la aún Judicatura Federal y ellos ordenaron a los trabajadores de la Suprema Corte, que protestaban contra la reforma al Poder Judicial, que dejaran de hacerlo so pena de iniciar procedimientos penales contra ellos. Así de represivos. Lo que no hacen hoy contra los maestros radicales que bloquean, destrozan, incendian, agreden y no dan clases.

Cecilia Maya podría ser la nueva presidenta del Tribunal de Disciplina Judicial. Ella militó en el PRD junto a AMLO, luego pasó a MORENA y se postuló como candidata a senadora, no pasó pero luego López Obrador la propuso, aún siendo militante guinda, como parte de una terna para Ministra de la Suprema Corte y tampoco llegó; finalmente el entonces presidente, a través del Senado, la designó como Consejera de la Judicatura Federal. Así, sin tapujos.

Al otro militante, Bernardo Batiz, AMLO lo propuso para titular de la Fiscalía General de la República. Al no quedar ahí, lo envió al Consejo de la Judicatura Federal y finalmente lo postuló como candidato al nuevo Tribunal de Disciplina Judicial donde seguirá al servicio del gobierno, con todo el poder absoluto para oponerse, rechazar, impugnar y eliminar toda resolución de jueces, magistrados y ministros que no estén dentro de los intereses del régimen. También hay que recordar que este personaje fue Procurador de Justicia cuando AMLO gobernó la CDMX. Igualmente fue diputado constituyente y coordinador de la bancada de MORENA. ¿Alguna duda? La máxima de López Obrador se cumple porque se cumple: Noventa por ciento de lealtad, diez por ciento de capacidad. Punto.

Por su parte la señora Verónica de Gyves, esposa de Rafael Guerra, Presidente del Tribunal de Justicia de la CDMX y muy cercano a Claudia Sheinbaum, fue enviada por AMLO, en el 2019, al Consejo de la Judicatura Federal, pero antes la había propuesto en la terna para titular de la Fiscalía General de la República; también trató de postularse como Ministra de la Corte en la pasada elección judicial, pero le fue mejor así porque ahora amasará un inmenso poder al servicio del régimen.

Y en el caso de Rufino León, sus ligas con López Obrador no son menos. El fue Director de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Seguridad Pública en la CDMX durante la administración obradorista. También el propio AMLO lo nombró directamente Presidente de la Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. Militante de MORENA a toda prueba. ¿Alguna duda de a quién servirá al igual que los otros?

Indira García, otra militante distinguida, ha fungido como asesora de gobiernos de izquierda y como auditora superior en el estado de Colima. Hasta ahora se cree que fue impulsada por un personaje de alto nivel en la presidencia de la república, avalada por la presidente Claudia Sheinbaum. De todas las propuestas es la que menos currículo en términos de formación jurídica presenta. Lo dicho, es la lealtad lo que importa por encima de la formación.

Estas son las cinco personas que integrarán este Tribunal de Disciplina Judicial, cuya principal responsabilidad es la de vigilar, investigar, perseguir y emitir sentencias y fallos de carácter inapelable. Todo lo que ellos crean que va contra el régimen será revocado y sancionado. Todo, absolutamente todo, pasará por el nuevo Tribunal de la Santa Inquisición, la que investigará, perseguirá y castigará a los herejes, a los que no creen, no en el derecho y la justicia, sino en la doctrina y los principios morales de la Cuarta Transformación.

A como vamos, al igual que en Cuba y Venezuela, pronto quedará plenamente prohibido creer y profesar otras ideas y doctrinas políticas que no sean las del régimen, so pena de ser investigado, perseguido y sentenciado ante el máximo Tribunal de Disciplina Judicial.