PAÚL CHÁVEZ 

“Otis” vino a recordarnos que lo más importante es la vida y que la caridad, la integridad y la solidaridad humana, no tienen sustitutos.

La percepción cuenta

Existe la arraigada costumbre de poner encabezados negativos a los titulares por lo que esto podría titularse “La Descomposición Social” para supuestamente hacerlo más atractivo, pero en realidad lo que urge a México y al mundo son las buenas noticias.

La gente quiere descansar mentalmente de tanta negatividad que circula en todos lados, un cierto pesimismo flota en el ambiente y la gente quiere respirar aire fresco para cargar energías y sonreír ante la vida.

Es más natural y preferible el optimismo que el pesimismo aunque este último esté extendido. Las malas noticias trastornan y desvirtúan la percepción, fortalecen las creencias negativas, estas a su vez afectan la conducta y empeora cuando se ponen de moda.

La “moda de asesinar” facilita el crimen porque diario se publica. Sumémosle la impunidad y la complicidad del gobierno y tenemos la tormenta perfecta.

Sin un estado de derecho perdemos todos, hasta los mismos “ganadores” son asesinados o encarcelados tarde o temprano y sus familiares sufren las consecuencias incluso hasta por generaciones. Lo más valioso que tenemos es la vida y la de los nuestros y la integridad moral. Sin ella morimos por dentro.

La descomposición social amenaza peores tormentas… y la gente adormecida sin hacer valer sus derechos ciudadanos por miedo, comodidad y apatía, la apatía es como el óxido al metal, permite que malos gobernantes y delincuentes llenen esos vacíos y se enquisten, decía Milán Kundera “los pueblos también son responsables por aquello que deciden ignorar”.

Es claro que nadie quiere ser mártir ante el poder de las armas, no lo resuelve ni tampoco las protestas masivas, los feminicidios crecen. Entonces ¿Qué hacer?

$!Participando en el bien común.
Participando en el bien común.

‘La respuesta está en el viento’

“Otis” vino a darnos una sacudida mental para despertar la enorme solidaridad social aparentemente dormida. “El viento, dijo un marinero, era como ponerte en la piel un chorro de agua a presión de una lavadora industrial”, para darnos una idea se juntaron las moléculas de agua con las del viento más los innumerables sólidos que arrastraban, por lo tanto la presión explica como un tinaco de 1,500 litros fue arrojado a la azotea de la casa vecina a 16 metros, algo impensable con ese peso.

Las cosas malas suceden para un bien mayor, participemos en los asuntos ciudadanos en la buena política, pero sobre todo para valoremos algo que hemos estado perdiendo por lustros: el infinito valor de una vida humana y de la integridad moral social.

¿Cuánto vale una sociedad que no valora la vida?

En realidad vale poco. A la pobreza mental hay que sumarle el vacío de valores. Esta puede ser el fondo de las causas del subdesarrollo, que a su vez permite por esa apatía, endémicos malos gobiernos cerrando con la baja educación el círculo vicioso, difícil de romper reforzado por las malas noticias.

Mientras que los países que tienen un sólido estado de derecho y democracias prosperan, Latinoamérica sigue estancada a merced de políticos corruptos y de ciudadanos apáticos.

Buenas noticias

“Otis” ha venido a traernos buenas noticias. La solidaridad que está despertando en los ciudadanos es muy laudable. Miles por propia iniciativa e instituciones y empresas privadas se están moviendo para socorrer a la gente de Acapulco y vecindades, también los técnicos de la CFE, el ejército, trabajan heroicamente para restaurar lo más pronto posible la ciudad.

La gente en las orillas de las carreteras clama por ayuda, agradecen un litro de agua para mitigar esa profunda sed de caridad y de olvido de tantos años.

Unos muchachos de Las Lomas, una zona muy cara de la CdMx, se organizaron para conseguir víveres y aprovechando su nivel social pensaron en grande rentando un gran jet de carga que visita al puerto varias veces.

Asimismo conmueve tanta gente humilde que al ser entrevistada asoma una sonrisa en medio de su casa destrozada agradeciendo haberse salvado.

Ese México que ayuda, que sonríe y colabora día con día es el México que permite que se mantenga de pie. Es la otra realidad más “real” que nos mantiene unidos.

Ese es el México que hay liberar todo su potencial con un buen liderazgo, con el ejemplo no con promesas. Es el México que ha aprendido del sufrimiento por eso se presta a socorrer a los más necesitados.

“Otis” vino a recordarnos que esos bienes fruto de esfuerzos y ahorros de tantos años pueden perderse en 3 horas y que el dolor de los otros sí nos importa.

Bob Dylan canta “¿Cuántas orejas debe tener un hombre, antes de que pueda oír a la gente llorar? ¿Cuántas muertes serán necesarias para ver que ya ha muerto demasiada gente?

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento”

Tu participación ciudadana hace la diferencia.

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *