La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) considera que el gobierno podría seguir ofertando el avión presidencial para su venta o asignarlo para uso militar en actividades del Ejército si no se logra tener un comprador o usarse para la aerolínea comercial propuesta por el Ejecutivo.

El avión presidencial está ahora bajo resguardo de la Fuerza Aérea Mexicana, que realizaría algunos vuelos para conservar su operatividad. La Secretaría de Hacienda tendría que seguir asignando el presupuesto anual tanto para abatir la deuda como para el mantenimiento del avión y la infraestructura del hangar.

Por las características técnicas de la aeronave, es factible su empleo como una aeronave militar para que la Sedena incremente su capacidad de transporte nacional e internacional en apoyo a los diversos organismos operativos y de Sistema de Educación Militar, así como de otras dependencias de la Administración Pública Federal”.

Según un documento filtrado por Guacamaya, los militares afirman que la aeronave se podría utilizar en vuelos comerciales mediante la aerolínea estatal operada por el Ejército. Sin embargo, su uso estaría en desventaja contra la oferta de las aerolíneas comerciales.

Para que el Boeing 787-8 Dreamliner logre una rentabilidad, los pasajeros tendrían que pagar tarifas más elevadas que las que ofrece actualmente el mercado”. Es así que en la ruta AIFA-Guadalajara, el precio del boleto tendría que ser de seis mil 345.11 pesos en vuelo sencillo, mientras que el costo por un vuelo redondo México-París podrá ser de 75 mil 664 pesos, sólo para recuperar la inversión en combustible y sin agregar gastos como servicios aeroportuarios, gastos de pernocta, etcétera.

El problema con la aeronave es que tiene una configuración ejecutiva para 80 pasajeros que además la condiciona a tener una ocupación total para su rentabilidad.

Con información de Excelsior

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