En opinión de Héctor Calderón Hallal

 

Ser político, cuadro dirigente, militante o simple simpatizante de oposición en México en los últimos años, no ha sido una tarea fácil.

Un total aproximado de 156 actores de la vida política han resultado agredidos, de los cuales en 50 de los casos hubo consecuencias fatales o mortales y de entre esas 50 víctimas, un total de 26 homicidios, han sido contra aspirantes a cargos de elección popular; cifra que supera ya a los 24 homicidios de aspirantes a cargo en el proceso electoral de 2018. Lo anterior, según el Laboratorio de Violencia Política Electoral, en su Segundo Reporte Preliminar del Proceso Electoral 2024.

A los que se incluyen nueve secuestros, 22 atentados y 75 amenazas, lo que representa un incremento del 212% en comparación con el primer reporte preliminar.

El férreo control político que ha ejercido este Gobierno emanado de Morena, a nivel federación como en el plano estatal y municipal en general, ha sido francamente descomunal. No es para menos: tiene 21 gobernadores de 32 entidades en total, lo que implica poco más de dos terceras partes.

La oposición ha enfrentado en los últimos cinco años políticas orientadas a “descalabrar” para siempre, la maltrecha estructura que queda de los partidos más grandes y tradicionales y que, en su momento le cerraron la puerta al “Peje”, hoy convertido en “simpático, popular y ocurrente” presidente.

Pero digámoslo objetivamente, lo que sí ha estado consolidándose también es su propio afán de recomposición de esta fuerza opositora, constituída en el multicitado y célebre Frente Amplio ‘Fuerza y Corazón Por México’, que abandera la valiente Xóchitl Gálvez Ruíz y que está respaldada por la fuerza de esos tres institutos políticos: PRI, PAN y PRD.
Morena y su entonces candidato dijeron desde el primer día que querían llegar al poder para “reivindicar a un pueblo victimizado que durante años fue objeto de abusos por parte de una élite mezquina y poderosa que traicionó al pueblo”.

Esa última consigna es la entelequia del discurso populista de AMLO, asimilado como axioma o verdad que no requiere comprobación por parte de su clientela electoral que, mientras no se convenza de su relatividad y hasta de su falacidad, no podrá despertar de la hipnosis en que los tiene sometido el Presidente y su partido, Morena.

Así entonces, ni los grandes escándalos de corrupción o tráfico de influencias de sus hijos y hermanos; ni las inconsistencias de sus grandes proyectos faraónicos que ya han –hasta- cuadruplicado sus costos de construcción originales; ni el asombroso sobreendeudamiento que está mostrando a López Obrador y a su Gobierno como “más manirroto e irresponsable” que aquellos Gobiernos neoliberales de los que tanto se queja con una amargura al “borde del llanto” casi a diario (de 10 billones de dólares a 17 billones de dólares se incrementó en este Gobierno la deuda externa); ni con todos estos agravantes –que son solo unos cuantos, los más relevantes- la clientela electoral de la autoproclamada 4 T, cambiará al parecer el sentido de ese voto y seguirá siendo ese bloque entre el 35% y el 40% del ‘voto duro’ de Morena.

Pero ante ese cúmulo de adversidades, la oposición en México, no ha permanecido impávida… sí ha corregido las deficiencias estructurales que arrastró en sus recientes años de esplendor de su ejercicio de poder.

Ha aprendido a ser oposición, a ganarse su lugar…. Eso es algo que no se dice.
Por el contrario, se hace un uso inmisericorde de la mentira y de los clásicos ‘sofismas’ que, a fuerza de repetición, orillan a la población a deducir o a ‘inferir’, que el Frente Opositor y su candidata están derrotados de antemano, meses antes de la jornada electoral; lo cual es rotundamente falso. A saber:

Esa crisis de la oposición, de la que han abrevado tramposamente en sus discursos, morenistas y partidos rémoras, está compuesta de dos grandes conjuntos: por un lado una crisis estructural u orgánica, más vinculada a la inercia del desgaste en general en todas las democracias del mundo, de las formas tradicionales de vida partidocrática (patrimonialismo, corporativismo, clientelismo, son síntomas del mismo carcinoma en cualquier partido del mundo); y por otra parte, la supuesta crisis particular en nuestro país de la oposición; en el plano subjetivo de sus actores políticos.

En el primero de los casos, el Frente ‘Fuerza y Corazón Por México’, se ha sobrepuesto de manera asombrosa –sí, así hay que decirlo; se lo deben de creer, por su bien- y la sola existencia de una justa de competencia inmediata -como la del 02 de junio próximo- los ha articulado asombrosamente; los ha amalgamado en el acuerdo permanente y en un espíritu escrupuloso por la armonía. No hay individualismos en esas reuniones del Frente: Alejandro, Marko y Jesús sí se despojan de cualquier atributo de personalidad.

Se quitan el saco, se arremangan sus camisas y se sientan a discutir… sí… a discutir con la candidata y su equipo… en un plano igualitario. Y Xóchitl Gálvez lo auspicia; escucha con atención; pregunta y cuando cree tener la razón… la defiende con pasión.

Sin embargo, aparece la Guerra Sucia

Este martes 02 de abril por la tarde, se difundió en redes sociales un vídeo donde se muestra al hijo de la candidata opositora Xóchitl Gálvez, pretendiendo ingresar a una antro juvenil en notable estado inconveniente (ebriedad) y al ofrecerle resistencia para esto por parte de “cadeneros” y meseros, el muchacho muestra su inconformidad e insultos… Nada que no hayamos hecho el 90 % de los mexicanos nacidos en el lapso de la segunda mitad del siglo XX para acá.

Pero el efecto del vídeo filtrado por los aprontados empresarios “quedabien” que pretendía pegarle a la moralidad de Xóchitl Gálvez, no solo no dio en el blanco; sino que tuvo un efecto contrario….a favor de Xóchitl.

La candidata opositora no solo reconoció con honestidad esa crisis con su hijo y aclaró que fueron hechos verificados hace un año… sino que emergió como una madre “de carne y hueso”, con problemas reales, como todas las madres mexicanas.

 

Los líderes que emergen de estas adversidades de la oposición

Sin duda que estas adversidades se dan con un escenario específico en cada uno de los partidos.

Se puede decir que implícitamente, en el plano subjetivo de la supuesta crisis estructural de la oposición mexicana, el tema está solventado a plenitud.

Hay coordinación, voluntad y espíritu de cuerpo en el tabajo del frente opositor; desde la candidata hasta el más modesto simpatizante y activista.

Sí se debe reconocer desde ya, en descargo de la objetividad, que esta crisis –no solo no los ha borrado del mapa, sino que por el contrario- los ha fortalecido; ha sido la mejor prueba de resistencia y que, al ganar la contienda en junio 02, el nuevo escenario… la nueva configuración del escenario político los hará presentar como gigantes, tanto a la nueva Presidenta de la República, Xóchitl Gálvez… como a los tres dirigentes. A Jesús Zambrano, a Marko Cortés… y al propio Alejandro Moreno Cárdenas ‘Alito’.

En este último personaje –particularmente- es menester hacer hincapié en lo siguiente:

Es quien ha tenido la enorme tarea de “cargar a cuestas” con el exinvencible instituto político… como ninguno de sus otros dos homólogos aliancistas.

Mientras que Zambrano Marko remolcan con una polea un Tsuru y un Mercedes, modelos 89 y 39 respectivamente, que requieren simple afinación ambos, incluso el de modelo más antiguo, que funciona a la perfección… pero requiere afinación… Mientras todo lo anterior, se reitera, Alejandro Moreno remolca un elegante pero viejo Cadillac, modelo 1946, desvencijado, con el chasis descuadrado y la transmisión averiada por el uso indiscriminado y abusivo de anteriores poseedores y propietarios…

No obstante, el dirigente priísta en una actitud prudente y por demás digna, con discresión absoluta ha logrado echar a andar su prodigio de ingeniería de la época. Para lograrlo, no renegó para nada; no puso en evidencia a los probables responsables; para nada. Él así recibió el bien…. Y lo entregará aun en mejores condiciones, indiscutiblemente, como en aquel ritual de encargo y entrega de mandil del taller… ritual de “búsqueda de la perfección” perpetuo; él no recibió el partido ni impecable ni ausente de “manchas”… sin embargo, cuando le toque entregar la dirigencia, entregará el partido lo más impecable y reconstruido posible… pese a las adversidades e inequidades.

Así fue formado Alejandro ‘Alito’ Moreno… en la escuela de la honorabilidad; haciendo el bien a los congéneres, construyendo siempre, sin importar el origen de los males…. Y sin culpar a nadie.

Con el valor y el coraje suficientes para lograr su cometido. Con la decisión y el carácter suficientes para sacar adelante a su partido pero sobre todo… a su país.

También hay que decirlo con todas sus letras: Cuando se trató de denostar al PRI, al país y a muchos de sus compañeros de partido y colaboradores, Moreno Cárdenas los defendió como “tigre boca arriba”…

Y mientras los “agoreros del desastre” de siempre, los traidores al partido y los “changos mecateros” que se dicen profesionales de la política, daban ‘cátedra’ según ellos de cómo sobrevivir a estas crisis o adversidades, ‘escrupulosos’ frente a la derrota y sedientos de ‘agandalle y amarre’ en el presupuesto, nunca se decidían a salir en defensa del partido y su historia… como sí lo hizo Alejandro Moreno, quien además permaneció estóico al frente del Instituto que le fue encomendado.

Alejandro Moreno y su staff, se quedaron en el país a luchar para levantar –calladamente- al partido, haciendo labor de reconstrucción… y ante el embate de los envidiosos que descalificaban injusta y falazmente… ante el ‘fuego amigo’ proveniente del interior del propio PRI, ‘Alito ‘ fue amable y generoso hasta para corregir, con suavidad y generosidad, tanto a su Comité Ejecutivo como a su personal adscrito en general.

Nunca tuvo miedo de ninguna amenaza, del interior ni del exterior del partido. Nunca fue doblado Moreno Cárdenas por estas ‘amenazas’ recibidas. Ni por propios ni por ‘extraños’.

Siempre ha observado una conducta sana, diáfana para con los demás compañeros militantes y cuadros. Consciente de que lo que necesita el país en estos momentos, es una actitud de firme entrega al trabajo y a la transformación de la vida nacional y la de cada uno de los mexicanos en sus hogares.

Porque el dirigente nacional del PRI demostró que no es como otros políticos y correligionarios, que al primer vendaval se asustan… huyen del país y están muertos… de miedo, escondidos.

Moreno Cárdenas se quedó a enfrentar en una de las posiciones más difíciles del escenario político nacional, como dirigente nacional del PRI, a López Obrador y todo su autoritarismo.

Y los ha enfrentado desde las limitaciones de su cargo, con estrategia, inteligencia… y carácter.

Vaya el reconocimiento desde este espacio, al temple, al espíritu de lucha de la oposición mexicana, constituída en el Frente “Fuerza y Corazón Por México’… específicamente para Xóchitl Gálvez y para Alejandro ‘Alito’Moreno Cárdenas.

El tiempo, juez implacable y justo, se encargará de poner a cada quien en el pedestal que merece.

Autor: Héctor Calderón Hallal

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En E-Mail: fixiflaux99@gmail.com;

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