Las seis fugas de “El Guano” Guzmán revelan una década de operativos fallidos en la sierra de Sinaloa
El escurridizo hermano de “El Chapo” Guzmán ha logrado evadir los cercos militares que se han tendido en su contra entre Badiraguato y Durango durante los últimos 10 años.
Desde diciembre de 2015 a la fecha, la Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional han desplegado por lo menos cinco operativos con la intención de detener a Aureliano Guzmán Loera, alias El Guano, líder de una de las facciones del Cártel de Sinaloa.
El grupo de El Guano no había entrado al conflicto que fracturó a la organización criminal sinaloense, permaneciendo al margen durante la primera etapa de la pugna, pero a partir de mayo de 2025, sus células irrumpieron cuando la facción de Ismael Zambada Sicarios, El Mayito Flaco, aliados con Fausto Isidro Meza Flores, El Chapo Isidro y Óscar Manuel Gastélum, El Músico, entraron a guerrear a Badiraguato, los territorios de Aureliano.
A partir de ahí ha ocurrido una guerra que se ha extendido a varias comunidades de la sierra, provocando desplazamiento forzado de cientos de familia que han migrado a ciudades como Culiacán, y quienes han contado que las batallas se han librado hasta con drones explosivos.
En el marco de esos enfrentamientos, el 9 de septiembre pasado, elementos del Ejército acribillaron una camioneta que transportaba a una familia causando la muerte de las niñas Leidy y Alexa, de 11 y 7 años, respectivamente. Por el caso la SEDENA tiene bajo proceso a 6 elementos y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos confirmó el crimen del personal militar.
El más reciente
Con una guerra de desgaste que mantiene a la población civil bajo asedio, El Guano y su gente ha soportado la embestida de sus enemigos. Aunque se ha detectado presencia militar de manera eventual en la zona serrana limítrofe con Durango, las fuerzas armadas no habían desplegado un operativo con helicópteros para sitiar pueblos enteros, hasta el pasado domingo 14 de diciembre en que con tres aeronaves y elementos por tierra, la Secretaría de Marina puso cerco a Guzmán Loera y a su grupo.
Fue en la comunidad de El Durazno, perteneciente a Durango, en donde la fuerza naval desplegó la operación tierra y aire. Al menos tres helicópteros tomaron por asalto los cielos de esta población en donde El Guano tiene varias propiedades.
El Durazno es parte de un corredor de comunidades bajo la influencia de Aureliano Guzmán, un capo que hasta la fecha ha sido escurridizo para las autoridades federales, pues en este operativo, como en los anteriores, no hubo resultados de su captura.
Los operativos
En abril del 2025 fue encontrado asesinado Ernesto Guzmán Hidalgo, medio hermano tanto de El Guano como de El Chapo. Su muerte fue atribuida a supuestas delaciones, pero más de algún vecino en la sierra se lo achacó a Aureliano.
A partir de ahí el capo fue más visible en los medios. En octubre de 2016 ocurrió un despliegue de más de 50 vehículos del Ejército en la sierra de Badiraguato con el objetivo de localizar a Aureliano Guzmán.
En abril del 2017 de nueva cuenta las fuerzas armadas hicieron una incursión en Badiraguato sin lograr el objetivo, aunque se dijo que había sido detenido, el gobierno emitió un comunicado afirmando que era falso su arresto.
En febrero de 2023 también se detectó en Badiraguato y Tamazula (Durango) la movilización de tropas en la zona que controla el hermano del Chapo.
El 9 de julio de 2024, de nueva cuenta la SEDENA lanzó un operativo de búsqueda, pero en esa ocasión fue detenido en El Durazno Luis N, alias el R8, a quien atribuyeron ser jefe de seguridad de Aureliano. Se dijo que El Guano había logrado escapar de las redes del Ejército y la Guardia Nacional.
Un año y medio después, la Marina intentó concluir el plan de arresto, pero de nuevo los resultados del operativo se diluyeron un día después de que no hubo anuncios ni comunicados. Mientras tanto, la guerra en el Triángulo Dorado mantiene en el fuego cruzado a sus comunidades.
Un capo sin rostro y una sierra sitiada
Aureliano Guzmán Loera permanece como una de las figuras más esquivas del crimen organizado en México. Su capacidad para evadir operativos de gran escala contrasta con el creciente costo humano que la guerra en el Triángulo Dorado impone a las comunidades serranas.
Mientras las fuerzas federales continúan persiguiendo a El Guano, la violencia persiste y la población civil sigue pagando el precio de una guerra que, hasta ahora, no ha logrado capturar a su principal objetivo.
Con información de El Sol de Sinaloa

