Le urge al Gobernador que la narrativa de un giro y no sea el tema de violencia y la ingobernabilidad los que acaparen la atención de los sinaloenses
*Le urge al Gobernador que la narrativa de un giro y no sea el tema de violencia y la ingobernabilidad los que acaparen la atención de los sinaloenses
*El mismo Rocha Moya ha impulsado una competencia adelantada por la sucesión en el estado. Pero no dio resultados.
*Lo que si debe darle una oxigenada es haber lanzado a Feliciano Castro como vocero para dar el parte de guerra diario de esta violencia que nadie frena
*Desafortunadas las declaraciones de Feliciano Castro al asegurar que “se encamina a la normalidad plena”. ¡Por favor!. Ya basta de minimizar lo que sucede en Sinaloa
*La nueva modalidad de los delincuentes vuelve a aparecer en Culiacán. Lanzan artefactos explosivos contra una vivienda
*Aparecen ayer “narcomantas” en Culiacán acusando a un alto mando de la FGR en Sinaloa de favorecer a los “mayitos”
*¡Toma tu camino a la normalidad!. Asesinan a balazos al exsecretario de seguridad pública de Mazatlán en el periodo que encabezó el “Quimico” Benítez
*En medio de este clima de violencia, el PAN tendrá hoy su elección para renovar la dirigencia estatal y la nacional. Se reporta poco interés en el estado
La apuración del Gobernador. Toda la maquinaria del Gobierno del Estado se ha puesto en operación. Urge cambiar la narrativa que desde el 25 de julio con la detención de Ismael Zambada, colocó en el centro de atención a Sinaloa. Y se agravó a partir del 9 de septiembre cuando los “chapitos” y “mayos” se declararon la guerra. Las desafortunadas declaraciones del Gobernador Rubén Rocha Moya apenas asomaron la crisis que hasta hoy prevalece de “no pasa nada”, “todo está bajo control”, lo han perseguido de principio a fin. Pero, además, mal asesorado, le siguió sumando expresiones que fueron hundiéndolo a cada paso que daba.
A la crisis de inseguridad por la violencia, le sobrevino la crisis política al grado de que en círculos nacionales se comenzó a manejar la posibilidad de que Rocha Moya “cayera” de la gubernatura. Tanto tomó aire este supuesto que el propio Rocha Moya tuvo que declarar que él no renunciaría a su cargo. Y tanto aumentó la versión que el Gobernador se vio precisado a buscar el apoyo de los legisladores de Morena en aquella gira que realizó exprofeso a la Ciudad de México. Tan fácil hubiera sido que, en lugar de acudir con los diputados federales y senadores en busca de apoyo, sus pasos se pudieran haber dirigido a Palacio Nacional, ante la mismísima Presidenta Claudia Sheinbaum.
Mucho se habla de que la Presidenta apoya a Rocha Moya. Pero hay lecturas que se hacen cuando Sheinbaum recibió a la Gobernadora de Guanajuato Libia García en el mismísimo Palacio Nacional. Mientras que Rocha Moya se fue con los legisladores. Al Gobernador pareciera urgirle que la narrativa actual que prioriza el tema de la violencia en Sinaloa y el caos político que ha asomado, cambie como sea. Intentó atraer la atención con “destapes” adelantando la pelea por la candidatura a la gubernatura que constitucionalmente habrá de darse el 2027. Lo hizo él propio Rocha Moya con su ahijado Juan de Dios Gámez, luego con Gerardo Vargas Landeros. Y resultó tan mediático que apenas en dos días desapareció del mapa de interés. Insistió y movió sus fichas en el Partido Verde para que hicieran lo propio. En conferencia de prensa el líder del PV en el Congreso del Estado “destapó” a quienes desde su punto de vista serían sus propuestas para el 2027. Nada.
Paralelamente Rocha Moya decidió lanzar a Feliciano Castro, su Secretario General de Gobierno a que en carácter de “vocero” se convirtiera junto con el Secretario de Seguridad Gerardo Mérida en los que informarían de diario una especie de “parte de guerra”. Buena decisión de Rocha Moya de salir del foco de atención. De la línea de “fuego” que representaba estar de diario dando la cara e informando de los asuntos violentos que se siguen presentando en Sinaloa. Sin embargo, poco duró esa “abstinencia” de Rocha Moya. Y es que pareciera que “le ganan las ganas” y ha vuelto a seguir abordando temas de seguridad. Hasta hoy, al Gobernador le ha fallado todo. Sigue siendo blanco de toda clase de descalificaciones. Hasta hoy no ha logrado articular una estrategia que le permita ir saliendo de esta grave crisis. Hay muchos elementos que actúan en contra de él. Pero hasta hoy contraviento y marea sigue aferrado al timón. Una enorme ola se acerca. Es la Fiscalía General de la República que está en espera de que le confirmen información sobre el caso Zambada. Y la otra que es también de importancia, lo relacionado al asesinato de Melesio Cuen. Un panorama nada cómodo para el Gobernador.
Pero que necesidad. Que hoy se afirma la tendencia a la recuperación plena de la normalidad, aseguró Feliciano Castro, Secretario General de Gobierno en su labor de vocero. ¿Qué información tendrá en sus manos para asegurar tal cosa?. Compara los primeros días de esta “guerra” con el de hoy y afirma que “gracias a la estrategia que se tiene” se camina hacia la normalidad. ¿De qué habla Feliciano?. Claro que la intensidad con la que inicio la guerra el 9 de septiembre en ocasiones no es la misma. Pero esta guerra está presente. Y hoy ha tomado modalidades muy, pero muy delicadas para la seguridad de la ciudadanía. La utilización de artefactos explosivos que se lanzan desde el aire a distancias largas, para nada hacen ver que caminamos a la “normalidad” y mucho menos “plena” como asegura Feliciano Castro.
Que intenten justificar las decisiones de impulsar eventos masivos en medio de esta guerra, no debe ser lo deseable. Se les olvida que, al padre de la 4T, el expresidente López Obrador reconoció que “sin seguridad, no hay trasformación”. Y en eso si tiene razón. Y aplica en Sinaloa. Que necesidad hay de que el Estado cierre los ojos, se tape los oídos y pretenda vivir otra realidad, en lugar de situarse al lado de los ciudadanos y proteger su integridad, su trabajo, propiedades y empresas.