Héctor Calderón Hallal

Ya encontró la pseudo-gobernadora de Campeche, Layda Sansores, una justificación inmediata, ante su nula capacidad para conciliar su problema de gobernanza en el Estado que dizque gobierna: es que detrás de los movimientos reivindicatorios ciudadanos que apoyan a los policías y que piden –por lo menos- la destitución de la secretaria estatal de Seguridad Pública, Marcela Muñoz Martínez, gracias a su insensibilidad y su nula experiencia en el manejo de la fuerza pública…: “Es que el exgobernador ‘Alito’ Moreno está detrás de estas protestas en contra de mi Gobierno” –se induce que- a través de su principal operador Pablo Angulo Briseño, actual diputado federal…

Cuando la realidad es clara: ‘Alito’ Moreno dedica 25 horas al día a atender asuntos de la campaña presidencial y no le resta tiempo, salvo el mínimo para descansar y atender sus temas particulares en la medida de lo posible.

La evidente abulia con la que Sansores San Román atiende a los temas neurálgicos de su Estado, Campeche, más la deliberada frivolidad con la que siempre se ha desempeñado en todas las responsabilidades públicas que ha tenido, integran la genuina explicación a este nuevo y estruendoso fracaso, donde ya ha habido manifestaciones cívicas hasta con el 10% de la población de su ciudad capital: 10 mil gentes marchando y pidiendo ya no solo la destitución de la titular de seguridad pública estatal… sino de la propia Gobernadora… eso confirma todo lo anterior a plenitud.

«La seguridad pública es una función del Estado a cargo de la Federación, las entidades federativas y los Municipios, cuyos fines son salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social,…”, según reza el artículo 2 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

“Pero básicamente, se puede afirmar que la seguridad es el primero de los bienes que debe tener un ciudadano y por lo tanto un pilar fundamental para la existencia del Estado y la permanencia en el poder del gobierno en turno, por ello la pérdida de ella, llevaría al fracaso a cualquier gobierno moderno”, según lo concluído en el más reciente Repositorio de Análisis Politológico de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

No obstante todo lo anterior, la hija del legendario “Negro” Sansores Pérez, hoy como Gobernadora de Campeche, subestima la función de la seguridad del Estado…como buena “anarco-pacifista” en el poder, que hace un uso inmisericorde de los posicionamietnos ideológicos…aunque antifuncionales para la realidad, de su Estado … y del mundo.

Hace aproximadamente 10 días, en un franco reto a la delincuencia organizada; a los enemigos de la paz pública … y a la razón misma, celebró lo que ella considera que es en su entidad federativa “la baja de delitos”… “coincidentemente –dijo en tono irónico- ahora Campeche, su Estado, está retetranquilo, sin policías”, según lo declarado al diario de circulación nacional, El Universal.

Cabe recordar que los uniformados de aquella entidad llevan casi tres meses en paro, tras la negativa de la morenista por destituir a su secretaria de Seguridad y mejorar sus condiciones laborales.

Aseguró al mismo diario, que detrás de la marcha a la que convocaron los uniformados, estaba Alejandro ‘Alito’ Moreno, exgobernador de Campeche y actual presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Minimizó el paro de labores y dijo estar convencida de que pronto terminará su Gobierno de armar una nueva Policía, pues ya han reclutado a otros 289 policías en la Academia Estatal de Policía de Campeche.

La Gobernadora Sansores ya intentó retirar 450 patrullas de la circulación, cuando ya ha destituido a un total de 9 agentes por participar en las manifestaciones de protesta.

Este jueves de hecho, funcionarios de la Secretaría General de Gobierno y un notario público habilitado, se apersonaron en las instalaciones de la corporación, para dar fé de la intención del gobierno de aquella entidad de retirar esas 450 unidades vehiculares de patrullaje, del control de la actual corporación.

Sólo que los elementos que estaban en el lugar donde se resguardan las unidades, apoyados por un contingente ciudadano que empezó a aglutinarse en el lugar, impidió enérgicamente que se diera el pretendido acto de “entrega-recepción”, por no encuadrar en el protocolo de operación policial, por lo que no se dio.

Cabe destacar que Sansores y su Gobierno ya les suspendió la entrega de vales de gasolina a las patrullas y vehículos de seguridad, por lo que en cuestión de horas dejará de haber fuerza pública en las calles de la entidad, así que… “Dios ampare al pueblo campechano”.

Y es que esto es lo que hay en todo el país, con los famosos “morenacos”… son anarquistas e “importamadristas”; vienen a borrar todo lo logrado durante el positivismo científico; traen una visión cuasimesiánica y pretenden -según ellos por su superioridad moral respecto de la verdadera justicia- cambiar hasta los cimientos de la filosofía, combatiendo la metafísica y el método… por “haber estado siempre al servicio de las oligarquías a lo largo de la historia de dominio del hombre por el hombre”… todo un “golpe de humo canábico”.

Estos remedos de políticos de la autoproclamada “Cuatro Té” no saben conciliar, no buscan la reconciliación de los mexicanos…no buscan armonía… no tienen ninguna vocación ni condición para el ejercicio de la política… no es posible tener gobernantes con esta doctrina…están locos… tienen que salir del Gobierno.

¿O acaso se cree Layda Sansores su propio “espejismo” en el sentido de que puede ganarle la careada a la corriente que encabeza la corriente política que encabeza Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, con su operador estrella, Pablo Angulo Briceño?… en el hipotético caso de que así vaya a presentarse el pleito por el futuro de Campeche… ya se verá.

Lo que sí es muy claro…’Alito ‘ Moreno es el “crush” de Layda Sansores… solo en él piensa, está obsesionada con él; es, ambivalentemente su amor “platónico” y a la vez, como literalmente señala la traducción al inglés: el que la “aplasta”… su “tormento”… su “ejecutor”.

No hay nada más elocuente de la mentalidad que pretende ocultar un hablante, que su propia intencionalidad… ¡Cuide sus formas Gobernadora!… La palabra es diáfana, siempre delata.

¡El diablo sí existe… aunque nadie lo vea!.

Autor: Héctor Calderón Hallal

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