Los efectos del cambio al senado; el Frente Opositor compra desprestigio; el presidente revive el caso Colosio con ánimo electoral
DOMINGRILLA
FRANCISCO CHIQUETE
Seguramente el inesperado cambio de posiciones en la fórmula senatorial de Morena no tendrá consecuencias negativas para Enrique Inzunza Cázares. Ganar el escaño por mayoría relativa no parece problema en la elección constitucional. Pero sí revela que al gobernador no le amarraron bien la lista que presentó y de la que estaba plenamente seguro.
Probablemente Rubén Rocha Moya lo habló en las más altas instancias. Es muy posible que el presidente le haya recomendado platicar las definiciones con Mario Delgado o con el personaje que Claudia Sheinbaum tenga a cargo (¿o de veras todos sigue dependiendo de AMLO?. Pero la lista presentada evidenciaba una falta de cuidado con las demás fuerzas internas.
El mundillo político esperaba que las primeras broncas reventaran por el lado del PT y el PVEM, a quienes se dejó sin posiciones en Sinaloa, pero no. El estallido se dio en el primerísimo nivel de las decisiones, al bajar a Inzunza Cázares al segundo lugar de la fórmula, mientras Imelda Castro Castro ascendía al primero, es decir, a la garantía de llegar al Senado aún en el remoto caso de una derrota, lo que inicialmente se había ofrecido a Inzunza.
Imelda, aparentemente, ya había aceptado bajar a la segunda posición (fue primera cuando hizo fórmula con Rocha Moya) a cambio de permanecer en la boleta para la Cámara Alta. ¿Qué pasó? La equidad de género es la explicación oficial, pero esa es una obligación a nivel nacional ¿por qué en Sinaloa?
Por que allá en la Ciudad de México sigue teniendo mucha fuerza el profesor René Bejarano, más conocido como “el señor de las ligas”, cuyo Movimiento Nacional por la Esperanza consiguió la postulación inicial de Imelda Castro hace seis años, y por lo visto, le ratifica hoy la posición.
Los que están en el ajo sostienen que si el gobernador se animó a soltar su propia versión del “no se hagan bolas”, “la lista es la lista”, es porque había recibido la encomienda de atender la elección en Sinaloa y la garantía de que su palabra sería ley. Pero como en todos los sitios, hay contrapartes que presionan y a veces consiguen, y fue el caso de Bejarano, no porque le hiciera falta la posición, sino porque necesita demostrar que su fuerza sigue incólume.
Ahora vienen las demás negociaciones: PT y PVEM están convencidos de que algo les toca y no quieren soltar. Lo grave es que el necio de Leobardo Alcántar pelea por el primer distrito, donde va la secretaria de Educación Pública y Cultura, Graciela Domínguez. Lo peor es que ni PT ni PVEM tienen bases sociales importantes en Sinaloa y esperan que sus candidatos ganen con la aviada de Morena, lo que indigna más al equipo de Rocha.
Habrá que ver cómo evolucionan las cosas, si Leobardo acepta convertirse en candidato a diputado local, y en tal caso ver por dónde lo mandan, porque tampoco va a llegar a mover a un rochista de cepa como Manuel de Jesús Guerrero Verdugo o al diputado nudista Serapio Vargas ¿o sí?
INSISTE EL FRENTE EN
GARANTIZAR LA DERROTA
Como si no fuese suficiente una fórmula senatorial como la de Paloma Sánchez Ramos y Eduardo Ortiz, el Frente Opositor sigue incurriendo en barbaridades en Sinaloa. Ahora se habla de que Mario López Valdez será “promotor del voto” en toda la entidad.
Leyó usted bien: el mismísimo Malova, el gobernador más desprestigiado de Sinaloa, es rescatado al PRI en calidad de santón, como si de veras pudiera convencer a alguien de que regrese su voto a los candidatos tricolores. El mismo que se puso los moños y advirtió que aceptaría ser candidato a senador, siempre y cuando le dieran el número uno de la fórmula (así sería su certeza de triunfo). Por supuesto, no convenció a Alito de soltar el bocado que ya traía entre dientes para su grupo político.
En Ahome la gente no está al pendiente de Malova, sino de Mingo Vázquez. Si en el 2021 él y Marcos Osuna Moreno se hubiesen puesto de acuerdo, Gerardo Vargas Landeros no habría ganado ni con las brigadas de robavotos armados que actuaron ostensiblemente a su favor. Ahora falta saber si segundas partes serán buenas, porque Vargas dilapidó el dinero del municipio en amarrar a grupos y comunidades, de tal manera que el gobernador prefirió no pelearle el espacio.
Vázquez se registrará como candidato del PAN el próximo martes, contando con la promesa de que tanto PRI como PRD lo cobijarán bajo la figura de candidato común. Quién sabe si eso sea bueno para él.
También en el Frente Opositor, este sábado Guillermo Romero registró su precandidatura a la Presidencia Municipal de Mazatlán. Dijo que siendo un empresario de muchos años, “ahora” decidió participar en política por amor a su ciudad.
Debe ser un amor muy largo y una memoria muy corta, porque él participa en la política desde 2013, cuando negoció una posición como diputado local con el naciente Partido Sinaloense. El problema es que quería la pluri número uno, y el dueño del partido, Héctor Melesio Cuén Ojeda, le dijo que no, que esa era para él. Desde entonces picó piedra en cada proceso, prácticamente con todas las fuerzas políticas.
En esta ocasión empezó siendo morenista de hueso colorado, se amarró con el PT y el Verde y como se vio rechazado, brincó al Frente Opositor, donde se asegura que ya tiene apoyos que fueron de Morena.
LAS RAZONES
DEL PRESIDENTE
Ante el severo golpe de una supuesta entrega de dinero del narco para sus campañas electorales del 2006 y 2012, el presidente reaccionó diciendo que son golpes de los organismos gubernamentales de los Estados Unidos y que se trata de reportajes basados en una investigación que no fue concluida por falta de elementos.
En ambos casos tiene razón. Cuando el gobierno estadunidense o sus organismos de acción internacional quieren algo de un gobierno que “no está jalando”, le expulgan los closets y sacan todas las calaveras que ahí se encuentren.
Y también es cierto que el reportaje mismo confiesa su procedencia: una investigación de la DEA que prefirieron no llevar a término porque ya o encontraron elementos de peso.
Pero el presidente se equivoca si cree que sus acusaciones y reclamos al gobierno norteamericano servirán eficazmente para exorcizar los efectos del escándalo. En primer lugar los gringos no se asustan con los gritos, suelen ser ellos quienes los dan, y si tienen un propósito con la filtración, es seguro que seguirán adelante.
El presidente tendría que considerar también que los medios de allá no son sujetos a las presiones que aquí ejerce y que reciprocarán el trato recibido con nuevas investigaciones que serán acuciosas y efectivas.
Pero sobre todo, debe aquilatar el impacto en la opinión pública nacional. Seguramente no lo van a derribar del pedestal en que se encuentra, pero hay un efecto que se va ampliando entre determinados sectores de la población que son muy actuantes.
En otros años hablar de fisuras en la imagen de AMLO como hombre honesto a carta cabal era estrellarse contra un muro, pero el ejercicio del poder desgasta. Los escándalos de los hijos han agudizado las animadversiones de los que no lo querían, y han convencido a los que ya estaban dudosos.
Él en lo personal sigue siendo considerado como honesto, pero su gobierno ya no lo parece tanto y no quiere darse cuenta de ello, por eso en lugar de buscar soluciones se empeña en descalificar.
Los dos millones de dólares del narco le fueron entregados supuestamente a Nicolás Mollinedo, su exchofer. El presidente lo niega, pero la noticia obliga a voltear hacia el personaje, y éste ya no se encuentra a la vista ¿por qué? ¿cómo se pudo menguar la confianza en alguien que había sido tan fiel y tan efectivo para los propósitos de López Obrador?
Además en estos años se han ido sumando elementos que parecen dar contexto a la denuncia, aunque los hechos no hayan sido formalmente confirmados. En Sinaloa, Sonora, Nayarit, Colima, las dos Bajas, Guerrero y Michoacán, menudearon las acusaciones de que el crimen organizado participó para apoyar a Morena; luego vinieron los viajes a Badiraguato y el encuentro con la mamá del Chapo, hechos más bien anecdóticos, pero que añaden sustancia a la percepción.
Aunque el presidente presuma de que “no le han quitado ni una pluma a su gallo”, por el aire ya hay varias volando.
COLOSIO Y LA CNDH
Para la elección intermedia, el presidente lanzó una piedra que esperaba le diese el refrendo del apoyo popular. A través de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos promovió la supuesta inocencia de Mario Aburto, dejando en el aire la solución oficial del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Cuando vio que la propuesta no caló, lanzaron la idea de dar a Aburto la libertad anticipada una vez cumplida la sentencia mínima.
Hoy, ante la elección presidencial, el gobierno cambia radicalmente respecto de Colosio y de paso, determina que la CNDH debe caer bajo la picota de la 4T.
Dice la Fiscalía General de la República que tiene elementos para procesar al segundo tirador que disparó contra Colosio, pero que un juez le rechazó la acusación por considerarla falta de pruebas.
En realidad muy pocos de los que vivimos el episodio de Colosio creímos plenamente que Mario Aburto fue asesino solitario. Pero ninguno de los que sospechamos del gobierno y muy concretamente, de Carlos Salinas, encontramos una prueba de nuestras sospechas. Todavía, pese al tiempo, sigo repitiendo aquel chiste en que un ujier el Estado Mayor Presidencial se acerca al entonces presidente Salinas en una oficina de Los Pinos, para avisarle que habían atentado contra el licenciado Colosio. ¿Cómo? Se sorprendió Salinas ¿es que ya son las siete de la tarde en Tijuana?
De lo que se trata por supuesto, de una maniobra para revivir la irritación antisalinista y antipriísta de la sociedad, con la mira puesta en la elección de junio próximo. Y no es que Salinas o el PRI merezcan perdón o simpatías, pero tampoco las merecen el uso grosero y ostensible de un tema que tanto golpeó el ánimo de la nación.
Ni siquiera bastó la petición de Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo de la víctima, para que se deje de atormentar a la familia y a la sociedad con ese tema. Denle un indulto a Aburto, pidió, pero no encontró eco. Es un asunto de estado, dijo, como quien es conminado inútilmente a su presa.
Y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos: hay que desaparecerla, dijo la comisionada Rosario Piedra Ibarra, quien propuso crear la Defensoría Nacional de los Derechos del Pueblo, porque la actual comisión “no responde a las necesidades del pueblo”.
Así empezó la tragedia del sector salud, con la desaparición del Seguro Popular, para crear el Insabi y luego otro y otro organismo que todavía no consiguen estabilizar la prestación de los servicios ni mucho menos la disposición y entrega de medicina.
Si le alcanza el tiempo, este gobierno terminará queriendo cambiar el nombre del país, para que se acaben los rezagos y las irregularidades.