Los ganones con la desbandada en el PRI

A raíz de los últimos deslindes de reconocidos militantes que ha sufrido el Partido Revolucionario Institucional, entre los que incluso se encuentran dos diputadas y dos diputados de la actual bancada priista en el Congreso del Estado, hemos visto surgir algunas voces que, con el dedo flamígero de quien hace leña del árbol caído, han vertido señalamientos con los cuales si bien han puesto ese dedo en la llaga cuando hablan de falta de lealtad a ese instituto, el que por años les dio posiciones políticas envidiables, también es justo destacar que ha sido la actual dirigencia nacional del PRI quien ha provocado esa desbandada.

Así que más que atizar la hoguera para ver a quien le caen sus pavesas, lo sensato sería mejor exponer a la opinión pública las principales causas de esa debacle por la que hoy atraviesa el PRI, y no perder el tiempo en exhibir a quienes han optado por buscar nuevos horizontes y cobijo en otras siglas. Finalmente, la mayoría de los personajes de la vieja clase política que se encuentran dispersos en los partidos vigentes, han tenido de una forma u otra sus orígenes en el otrora hegemónico partido tricolor.

Y si a esos obscuros personajes emanados del PRI y que hoy son funcionarios de primer nivel o legisladores, como Manuel Bartlett y Napoleón Gómez Urrutia, no les han hecho mella las inconformidades de los morenistas de cepa (esos que nacieron políticamente con el movimiento), pues dudo mucho que a los que hoy critican por dejar las filas priistas, les cause tan siquiera prurito lo que digan de ellos sus ex correligionarios.

Así es que las decisiones que han tomado los ahora ex militantes priistas, no debería ser tomado como pretexto para justificar la crítica situación en la que hoy se encuentra ese instituto político. La verdadera causa del declive de ese partido tiene nombre y apellido en la persona de Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, quien en desde que asumió su dirigencia en el 2019, ha perdido 11 gubernaturas, siendo la más icónica la reciente derrota en el Estado de México, en la que por primera vez se da una alternancia en su poder ejecutivo.

Por lo anterior es que pecan de inocentes las declaraciones de la actual dirigente estatal del PRI, cuando señala que por cuatro que se han ido no significa que haya una desbandada de militantes de ese partido, como si los únicos que contaran o importaran fueran quienes han decidido deslindarse últimamente. Habría que recordarle a Paola Gárate que lo que ha estado sucediendo con su partido es un éxodo continuo y soterrado de muchos militantes, la mayoría quienes no han tenido cargos importantes, pero que representaban una valiosa reserva que, con su salida, han ido dejando tras de sí mucho trabajo de tierra. Estos militantes simplemente fueron desilusionándose por la forma autoritaria y vertical en que empezó a tomar las decisiones “Alito” Moreno.

Prueba de que dicho éxodo es una realidad, es que en sus primeras giras de trabajo, la recién ungida dirigencia estatal del PRI, fue totalmente desairada por sus militantes, esos a los que nunca se les tomó en cuenta pero que hoy,  como si fueran borreguitos, quieren que atiendan la convocatoria de una dirigencia que fue impuesta, y que lleva además como secretario general a uno de los que traicionaron a ese partido en el 2010.

Así que mientras Alito Moreno siga al frente del PRI Nacional, difícilmente podrán retener la salida de más militantes, sobre todo cuando ya corre el rumor de que a algunos de sus dirigentes se les ha escapado decir que entre más se vayan mejor, porque así más oportunidades tendrán de acaparar las plurinominales. Y es que es un hecho que a estas alturas, será muy difícil que logren  implementar una estrategia que les permita ganar posiciones uninominales, sobretodo que por su alianza con el PAN, habrán de verse obligados a repartir las candidaturas. Bajo esta lógica donde menos espacios quedarán disponibles, para esos que hoy hablan de traiciones pero que su lealtad está prendida o condicionada a la posibilidad de ocupar algún lugar privilegiado en las listas plurinominales, mientras más se vayan mejor.

Con información de El Debate