En opinión 

Héctor Calderón Hallal

Ramírez Marín y la auténtica “Estafa Maestra”

Jorge Carlos Ramírez Marín, uno de los connotados “tránsfugas” del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue secretario de Sedatu en el gobierno de Peña Nieto.

Su salida como titular de la Sedatu fue por demás abrupta; tan así que en aquel tiempo no se reconoció oficialmente… pero fue por la puerta de “servicio”. Con la discresión penosa de un despido… propiamente.

Y es que tras esa decisión de Peña Nieto de deshacerse del yucateco, había una poderosa justificiación: una larga historia de corrupción al frente de la dependencia que detonó, en febrero de 2015, en ese asjuste del gabinete del mexiquense, ahora calificado por el “pontífice del cambio verdadero”… como el “demócrata toluqueño”.

Ha trascendido en las últimas horas, que la dependencia encabezada por Luis Videgaray, “el policía malo” de la farsa peñanietista, ya seguía a Ramírez Marín mediante compulsas y auditorías enderezadas por personal hacendario, desde 6 meses antes de su despido.

Y es que el meritano, que no es precisamente una “monjita de la caridad”, auspiciabe toda una red de despachos jurídicos independientes, que filtraban a particulares que tenían información privilegiada adquisiciones de terrenos agrícolas, urbanos o turísticos, ubicados todos en la Península de Yucatán, gracias a la relación con Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de la Sedatu, por lo que en función de eso, negociaban otras “cosas”.

Mientras tanto….”inexplicablemente”… el funcionario Ramírez Marín seguía incrementando su patrimonio personal; primero durante su permanencia al frente de la Secretaría de Desarrollo Agopecuario federal y ya después como senador; no obstante que por muchos años vivió en casas de interés social, tipo Fovissste o Infonavit, en Mérida.

Su mejor momento hasta antes de esa súbita riquea que le apareció a Ramírez Marín, fue cuando se mudó a un fraccionamiento tipo “coto”, donde como buen “clasemediero”, sí contaba con cierta privacidad.

Se sabe que hoy habita una mansión en el exclusivo fraccionamiento Campestre, de Mérida, Yucatán y se le atribuyen bienes inmuebles como el de un rancho en Motul, una residencia de playa en la costa y un departamento de lujo en Polanco, Ciudad de México.

Del multicitado y célebre “No te preocupes Rosario”… a la “súbita dignidad” vergonzante priísta de hoy.

A la pobre de Rosario Robles Berlanga le endilgaron una responsabilidad que no fue del toda suya.

Operar no solo en lo político… sino en lo financiero, para que el “Grupo Atlacomulco” en el poder, comandado por Peña Nieto, tuviera la holgura sufciiente para operar en los desvenciajdos sectores educativo y asistencial del Gobierno Federal (Sedatu), fue la encomienda que se le hizo a la exjefa de Gobierno del DF… con las consecuencias por demás traumáticas, que le estropearon la honorabilidad y la paz mental, no solo la carrera política a la guapa exsecretaria General de Gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas en el extinto D. F.

La ‘Estafa Maestra’, atribuída en su coordinación a Robles Berlanga, se hizo entregando 7 mil 670 millones de pesos en contratos ilegales. Participaron 11 dependencias federales, 8 universidades y más de 50 funcionarios.

Pero esos más de 7.6 mil millones lnguidecen frente a las irregularidades recientemente detectadas en el famoso fraude a ´Segalmex´, durante este Gobierno.

En sus primeros dos años de operación, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por 15 mil 300 millones de pesos en Segalmex, duplicando los 7 mil 600 millones reportados en la ‘Estafa Maestra’.

La Sedatu fue una de las dependencias donde se orquestó y fraguó la Estafa Maestra que tanto ha criticado “indignada” Claudia Sheinbaum.

Así que si Xóchitl Gálvez, como precandidata opositora, debe de empezar ya fustigando a los responsables, aun sean expriístas, que apoyan a Sheinbaum, debe estar convencida de eso que declaró: que ‘ellos buscan impunidad’.

La hidalguense acusó a exgobernadores como Alejandro Murat y Omar Fayad, por lo pronto, de presuntos actos de corrupión: ‘sumarían cientos de años en la cárcel’, dijo.

La precandidata del Frente “Fuerza y Corazón Por México”, resumió a su estilo jocoso y desenfadado, que entre los que “se fueron para allá” sumarían, “cientos de años de prisión” por presuntos casos de corrupción.

No hay que olvidar tampoco el quebranto al erario en el caso de Alejandro Murat en el Infonavit, durante la pasada administración también del PRI, pero que en esta administración, han ignorado olímpicamente… lo que hubo ahí fue una “Estafa Siniestra”.

Autor: Héctor Calderón Hallal

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