La Espinita

Andy S. K. Brown

  • Marina del Pilar Ávila, el narco, las visas…
  • EU: Siéntese a esperar señora Sheinbaum
  • Pantomima electoral judicial. La 4T da línea

 

Sin que tuvieran relación entre sí, a mediados de agosto de 2022 en Guadalajara, Ciudad Juárez, Tijuana y Mexicali hubo aparatosos narcobloqueos, tímidos enfrentamientos de las fuerzas federales, así como terror entre los habitantes de dichas urbes.

La habida en Mexicali fue la que más focos de atención generó. La presidente municipal en funciones era entonces quien hoy aparenta gobernar la ingobernable Baja California, Marina del Pilar Ávila, mientras que su marido, quien todavía era panista Carlos Torres, regenteaba antros en los que supuestamente circulaba la droga.

Los delincuentes reclamaban que la policía estatal les devolviera 130 kilos de cocaína que les habían confiscado, pese a que ellos habían financiado con recursos y apoyos logísticos la campaña de la morenista por la alcaldía de la capital estatal. No les cumplió doña Marina y sobrevino el narcobloqueo para presionarla.

En Tijuana, mientras tanto, la alcaldesa Montserrat Caballero pronunció una de esas frases que deberían inscribirse en el abundante muro de las vergüenzas morenistas. Palabras más, palabras menos, dijo que, si los tijuanenses tenían que pagar lo que corresponde a la delincuencia, pues que lo pagaran, lo que se interpretó como pago obligatorio del llamado derecho de piso.

También la presionaban para que ella cumpliera con los compromisos de los delincuentes que financiaron a Morena para que ella asumiera como presidente municipal, porque los policías municipales irrumpieron en un taller mecánico y robaron a los delincuentes 30 kilos de cocaína.

En ambos casos intervino quien fuera morenista, amigo de AMLO y gobernador de la entidad Jaime Bonilla Valdez: “Arréglense con quienes les pagaron la campaña o regresen la mercancía”, les dijo a Marina del Pilar y a Monserrat.

Una semana después, en una de las “menti-ñeras” de AMLO, la todavía gobernadora Ávila volteó la tortilla y dijo que los delincuentes quisieron asustarlos, pero que se toparon con “un brazo poderoso”, el del Ejército que acudió a rescatarla a ella, lo mismo que a su homóloga de Tijuana.

Todo esto del narcofinanciamiento, del incumplimiento del pacto con los narcos y del robo de perico lo sabían en CDMX. Desde el CISEN de Audomaro Martínez, Defensa, Marina y AMLO. Ninguno “regresó la copa” a los malosos.

¡Ah, por cierto! Los bloqueos en la emecista Guadalajara obedecieron a que los narcos creían que las Fuerzas Armadas habían detenido al segundo de El Mencho.

En la panista Ciudad Juárez, para tratar de impedir que trasladaran a un delincuente a un penal federal.

¡Nada qué ver con las alianzas y traiciones entre morenistas y cárteles, por las que doña Marina y su esposo perdieron la visa para ingresar a EU!

Es la punta de un enorme iceberg.

* * *

Por cierto, en su “menti-ñera” de este lunes, la señora presidente formal Claudia Sheinbaum fue parca al referirse al asunto que afecta gravemente a la gobernadora de Morena en Baja California, pues ésta pasa la mitad de su vida privada en San Diego, donde reside.

“No tenemos ninguna notificación del Gobierno de los Estados Unidos. Ayer lo supimos por el comunicado que emitieron, que emitió la propia gobernadora, y vamos a esperar a recibir la información, no, no, nos vamos a adelantar… Se va a solicitar la información para saber cuáles son las causas de por qué se retiran estas visas. Entonces, no nos adelantemos, vamos a esperar la información y no, no fuimos notificados”.

No la notificaron, doña Claudia, quizá por dos razones. 1) Para que no diera el pitazo a su correligionaria, o 2) porque es un asunto no oficial, sino, reitero, que sólo afecta la vida privada de la señora Ávila de Torres.

Por cierto, señora presidente, ¿ya le informaron los gringos de cómo fue que llegó El Mayo Zambada a un aeropuerto cercano a El Paso, Texas?

Mejor siéntese a esperar ambas respuestas.

 

* * *

En “el país más democrático del mundo” –no se ría, Claudia dixit–, donde “el pueblo” va a elegir jueces, magistrados y ministros, los gobernantes en turno no confían en el libre albedrío de los ciudadanos y, por eso, aleccionan a sus manadas para que “orienten” a quienes se animen a acudir a las urnas el próximo 1 de junio.

De acuerdo con información del columnista Mario Maldonado –¡felicidades por la llegada de Pía Constanza!–, el lunes de la anterior semana la bola de gobernadores guindas fueron citados en Bucareli por Rosa Icela Rodríguez para entregarles la relación de los juzgadores que AMLO, Sheinbaum y la 4T requieren ser aprobados.

Ellos son, para el cargo de ministras: Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Sara Irene Herrerías, Loretta Ortiz y María Estela Ríos González.

Para el cargo de ministros: Hugo Aguilar Ortiz, Irving Espinosa Betanzo, Giovanni Figueroa Mejía y Arístides Guerrero García.

En cuanto a las propuestas para el Tribunal de Disciplina Judicial están: Verónica De Gyves, Indira Isabel García, Celia Maya, Bernardo Bátiz y Rufino H León Tovar.
Y para la Sala Superior del Tribunal Electoral: Claudia Valle Aguilasocho y Gilberto de Guzmán Bátiz García.

Ayer lunes, el titular del Trabajo Marath Bolaños se reunió con los “líderes” sindicales corporativizados en el morenismo para entregarles listas similares con el objetivo de que coaccionen a sus agremiados para que voten –si es que los trabajadores todavía les hacen caso a estos corruptos– precisamente por los ahí incluidos.

Esa es la democracia… al estilo 4T.

@AndySKBrown1

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