Morena: la “guerra de proxenetas” que se avecina
Héctor Calderón Hallal
El uso indiscriminado del faccionalismo político, como forma de dar
un “orden institucional” a las diferentes corrientes de expresión política al
interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD/1989-2024),
antecedente y origen del actual Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena), convertido hoy en el partido hegemónico en el país, amenaza
hoy desde ya, con convertirse en el carcinoma definitivo en el catabolismo
del aun joven movimiento que llevó al poder de manera insospechada
a Andrés López Obrador (2018-2024) y a la actual mandataria Claudia
Sheinbaum Pardo.
Una primera revelación de lucha intestina se dio la semana pasada entre
dos mastodontes de la escena pública nacional, en tanto sus dimensiones y
el nivel de asuntos públicos que dirimen los órganos electorales por ellos
representados: las dos Juntas de Coordinación Política de las cámaras que
integran el Congreso Nacional Mexicano… ni más ni menos.
Digámoslo de una vez: la guerra de injurias -probablemente calumniosas–
de hechos probablemente constitutivos de delito, entre el senador Adán
Augusto López y el diputado federal Ricardo Monreal Ávila.
Hagamos un poco de memoria:
Una torcida interpretación del “pluralismo” o del corporativismo que
construye bloques políticos para sustentar “mayorías”, en el juego de la
“democratitis” a mano alzada, tan socorrida por los movimientos
reivindicatorios de la izquierda desde la segunda mitad del siglo XX en el
mundo y desde el último cuarto de siglo pasado en México, propiciaron
desde entonces que todo activista o cuadro que aspiró o aspire
actualmente a “figurar” o a dirigir movimientos políticos de izquierda,
debió portar gafete o estar afiliado a una corriente de expresión política al
interior de ese instituto político.
Sin pertenencia a un colectivo, como voz individual simple, no haces
mayoría… no figuras, no existes en la lógica del conteo que reconoce solo
“mayorías”.
Por eso más temprano que tarde, las fórmulas de resolución política en las
convenciones y asambleas, en un partido como el PRD, se volvieron vías
definitorias axiomáticas, sin derecho alguno a deliberar o a comprobar
siquiera; la más común y deplorable es: “¡Acuerdo mata estatuto!”…
¡Pa’ pronto!… de manera económica se adoptaron formalidades cómodas y
rápidas para evitar cualquier forma de controversia posterior… o como
dicen en el rancho: “¡Así de sencíoooo!… : Acuerdo mata estatuto!”
Luego entonces, los más conspicuos representantes de las
diferentes corrientes o “tribus” que integraban aquel
partido, paulatinamente perdieron el decoro y la mística de la lucha por el
valor de las ideas e, indefectible e irremediablemente, transfirieron el valor
del mercantilismo cómodo a la metafísica política… de ser dignos y
genuinos voceros de sus respectivos colectivos, muchos de ellos
provenientes de la lucha clandestina hasta antes de la reforma
“reyesheroliana” de 1977, se convirtieron en auténticos proxenetas del
interés político de los grupos dominantes o con más influencia… se perdió
la mística… y también la vergüenza.
Por eso hoy, ya en Morena, los vemos convertidos precisamente en eso que
son.
La primera gran intentona por aniquilarse entre ellos (entre las tribus del
PRD) surgió como consecuencia de aquel complejo tan mexicano del
“cangrejo dentro de la cubeta” que no permite que ningún otro cangrejo
salga del recipiente…
Era una forma de detener el crecimiento de quien sería años más tarde
su “mejor producto terminado”, el ahora expresidente Andrés López
Obrador y su entonces embrionario movimiento de simpatizantes. Curiosa y
fatalmente -para el interés nacional- el único producto competitivo que
han parido como “marca electoral con registro”.
Fue en 2006 aproximadamente, con la aparición de aquel proceso
convencionista y/o revisionista denominado la Convención Nacional
Democrática (CND), simultáneo por cierto a la declaración de
aquella “Presidencia Legítima” encabezada por el propio López Obrador y a
raíz del resultado tan cuestionado por la izquierda de entonces, en el que el
PAN ganó la Presidencia de la República y por el que el PRD conminó a otras
fuerzas políticas de izquierda con registro, como el PT, Convergencia, a
integrar algo que se llamó Frente Amplio Progresista (FAP), que convocó a
legisladores de esos mismos partidos y que derivó incluso en la formación
de lo que fue inicialmente el Frente Político de Izquierda (FPI) que incluía a
las primeras ocho corrientes de expresión o tribus políticas que integraron
el PRD… que finalmente llegaron a ser hasta su extinción, un total de 15, de
las cuales terminaron siendo reconocidas en reglamento partidista solo 7 …
y al final, en 2024, solo 3 de ellas tenían presencia definitiva en la toma de
decisiones políticas: Nueva Izquierda (“Los Chuchos”), Alternativa
Democrática Nacional (corriente del Estado de México, representada por
Héctor Bautista) y Vanguardia Progresista (el grupo de Miguel Mancera y
sus funcionarios en el Gobierno de la CDMX) .
Proxenetas políticos… mediadores con interés… montoneros… esquiroles…
alcahuetes… mafiosos… facinerosos de la gestión pública… coyotes en el
trasiego político… como quiera llamarles.
Eso son a final de cuentas, personajes como los siguientes:
–Alfonso Ramírez Cuéllar, surgido de algo llamado Movimiento por la
Democracia (MD), integrado también por Pablo Gómez, Inti Muñoz, Jesús
Martín del Campo, Clara Brugada, Juan Guerra, Javier González Garza…
surgidos de lo más disímbolo del espectro político -social nacional; así,
algunos se ostentaban como gente vinculada a los movimientos
estudiantiles de 1968 y 1971, a la pseudointelectualidad; que habían
pertenecido a la Corriente Unidad y Renovación o incluso, cercana a
Cuauhtémoc Cárdenas, quien renunciaría, por cierto, a su militancia
perredista años más adelante, en 2014, no así Porfirio Muñoz Ledo ni Ifigenia
Martínez, fallecidos ambos ya, quienes siguieron a Morena hasta su deceso
reciente en 2023 y 2024, respectivamente.
–Ricardo Monreal Ávila, un expriista que fue bajo el auspicio del PRI, alcalde
de fresnillo en 1985; diputado federal por el distrito 02 de Zacatecas en 1988;
senador de la República por Zacatecas de 1991 a 1994; diputado federal por
el distrito 02 de Zacatecas de 1997 a 1998 y al no verse complacido por su
partido el PRI, en 1998, siendo legislador, abandona las filas de su partido,
compite por y gana la gubernatura de su natal Zacatecas, abanderado por
el PRD, partido al que renuncia en el 2008 al no obtener la designación
unánime de su partido para la dirigencia nacional del PRD en el período
208-2011 (quería designación automática, sin elección interna, para no
competir con los aspirantes Alfonso Ramírez Cuéllar, Alejandro Encinas,
entre otros… ); después, en 2006, fue senador de la República por segunda
ocasión y habiendo llegado a la cámara alta por el PRD, renuncia a la
fracción y se vuelve coordinador parlamentario del PT; partido al que
renuncia y se afilia después al Movimiento Ciudadano (MC) en 2012 y hasta
2015, para ser luego diputado federal por tercera ocasión; luego renuncia al
MC; para afiliarse a Morena y ser electo entonces alcalde de Cuauhtémoc,
D. F. hasta 2017 ; luego, de 2018 a 2024, senador de la República nuevamente
y de 2024 a la fecha, diputado federal, en ambos casos por Morena y siendo
el flamante Coordinador de la bancada de ese partido en esas cámaras y
Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Monreal Ávila, aunque en algún momento fue vinculado al llamado
movimiento “Foro Nuevo Sol”, por su ascendencia y paisanaje con la
dirigente visible de esa tribu, Amalia García pero, en términos generales no
se le alcanza a relacionar cabalmente con ninguna de las tribus o corrientes
del PRD… por lo que es un producto político de “reciclaje” proveniente del
PRI… como lo fue enteramente su anterior jefe político y moral, Andrés
López Obrador.
–Adán Augusto López Hernández, exdiputado local por el PRD en su natal
Tabasco (2007-09); exsenador por el PRD (2012-15); exgobernador de
Tabasco por el PRD (2019-21); secretario de Gobernación federal (2021-2023)
en la Presidencia del morenista López Obrador y senador de la República
nuevamente, ahora por Morena, en 2024. Cabe destacar que, en esta última
incursión al Senado, López Hernández asume la Coordinación de la
bancada de Morena en el Senado y la respectiva presidencia de la Jucopo
en ese mismo cuerpo legislativo.
Adán Augusto López Hernández, de igual forma que Monreal Ávila, sin
vínculo aparente con ninguna tribu o corriente del PRD. Su único vínculo
político es …. “con el poder en turno”… tipo clásico.
-Y Gerardo Fernández Noroña, ubicado en una de las tribus perredistas en
su origen, denominada Movimiento de Bases Insurgentes, ha sido diputado
federal por el Partido del Trabajo (PT) en 2009, 2018 en 2021. Candidato
presidencial por el PT en coalición con Morena en 2024 y senador de la
República en 2024. En esta última incursión al Senado, Fernández
Noroña resultó electo como presidente de la Mesa Directiva de ese órgano
legislativo, para el primer año de ejercicio de la actual legislatura.
Por lo que el senador Fernández Noroña influye, y sobremanera, en el
actual jaloneo político que protagonizan los presidentes de las Juntas de
Coordinación Política, del Senado y de la Cámara de Diputados, como le
reseñé en el primer párrafo de esta entrega.
Un pleito que básicamente tiene qué ver con el reproche que primero hizo el
coordinador de la bancada morenista en el Senado, Adán Augusto
López, en el sentido de que el coordinador de la bancada morenista en San
Lázaro, Ricardo Monreal Ávila, de cometer supuestas irregularidades con
los recursos del Senado cuando fue coordinador de la bancada (2018-24),
esto es, de participar de supuestos contratos millonarios con empresas
fantasma.
A lo que de inmediato, con la parafernalia mediática necesaria, a través de
un muy bien editado mensaje en vídeo para redes sociales, Monreal
Ávila contestó que: “La historia universal nos muestra eventos que se
repiten cada vez que los movimientos sociales triunfan de manera
contundente: las diferencias internas y las campañas mediáticas
orquestadas en contra de uno de los suyos. Así comienza el deterioro
estructural”.
De tal controversia, de suyo delicada, que obligó incluso ya a que la
presidenta Sheinbaum Pardo impusiera el rigor de su intervención política a
través de una reunión convocada vía la secretaria de Gobernación, Rosa
Icela Rodríguez, en la que por cierto se dice que estuvo presente la
mandataria mexicana, pero que no quiso salir en la foto oficial, dando el
mensaje de que “era un problema de ellos dos… de los funcionarios
implicados”.
Hay versiones insistentes que fluyen ya desde el lunes mismo.
La más consistente que le reproduzco aquí amables lectores, es la de que
de estos cuatro personajes políticos cuyas trayectorias se han sintetizado
para usted, a los que puede llamárseles mediadores con interés o
mercaderes de la política, por lo menos se verá rodar una de esas cuatro
cabezas -metafóricamente sea dicho- y la más segura que sufra
este furioso castigo de parte de la titular del Ejecutivo, es la cabeza política
del diputado zacatecano Monreal Ávila… a quien muy probablemente ya se
le tenía “en capilla” desde antes de su elección como diputado
federal, pues su seguro reemplazo, otro “proxeneta político” de larga data
en este país, Alfonso Ramírez Cuéllar, actual vicecoordinador del Grupo
Parlamentario de Morena en San Lázaro, ya declara materialmente como
coordinador de la bancada, en la defensa férrea de la propuesta del
Presupuesto hecha por la titular del Ejecutivo en días pasados…
Monreal Ávila podría ser relevado por Ramírez Cuéllar de sus cargos
simultáneos como Coordinador de bancada y presidente de la Jucopo.
Alfonso Ramírez es un indiscutible miembro del War Room de Claudia
Sheinbaum desde muchos meses antes de su elección como presidenta de
la República y ya le viene operando a la mandataria desde hace varios días,
una especie de “operación cicatriz” con el Gobierno de Nuevo León en
materia fiscal, a raíz del exabrupto del gobernador “fosfo-fosfo”…
construyendo los puentes políticos necesarios para que el salto mortal que
dé el novel mandatario neolonés no se al vacío político…. Y sea en la red de
Morena, para las próximas elecciones.
Es grande el expediente que le tienen tanto López Obrador, como Claudia
Sheinbaum a Monreal Ávila… desde que el zacatecano se indisciplinó
temporalmente con la decisión del de Tepetitán en el 2018, de lanzar a
Claudia Sheinbaum como la abanderada al Gobierno de la CDMX, siendo él
alcalde de Cuahtémoc.
La vendetta viene muy probablemente desde Palenque, Chiapas, pero
reforzada aquí en Palacio Nacional; es ejecutada -cabe también señalarlo-
por el principal ejecutor y “cobrador de saldos políticos” del expresidente
AMLO desde el Senado de la República (desde donde actúa sin la mínima
compasión) por el senador Adán Augusto Hernández … y ya veremos si
le “hace montón” el inefable presidente de la Mesa Directiva del
Senado, Gerardo Fernández Noroña.
También está previsto un endurecimiento contra algunos personajes
vinculados al diputado federal Ricardo Monreal Ávila, como la exalcaldesa
de Cuauhtémoc, la hoy integrante de Movimiento Ciudadano, Sandra
Cuevas.
Ya en el pasado reciente, en marzo de este año para ser exacto, circuló
insistentemente la versión de que había una ficha policial alusiva a posibles
delitos de la exalcaldesa.
Todo se aclarará a partir de los primeros días de enero próximo. Esperemos
llegar.
Por lo pronto, ya se prevé un despertar de los “mediadores interesados” de
la izquierda, investidos de autoridad… ¿Y será que eso sea propicio para ser
testigos de una nueva configuración del espectro político nacional?… Ya
se verá también.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1;
fixiflaux99@gmail.com;
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