Héctor Calderón Hallal
Es indiscutible.
Más que afianzarse en la posición burocrática que representa la presidencia
del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ‘Alito’ Moreno Cárdenas confirma en
los hechos que es el genuino líder de ese instituto político
actualmente. Hoy por hoy, no hay otro con sus características… por lo
menos para ese puesto que está en disputa.
Desde luego que ese partido cuenta con cuadros muy valiosos; auténticos
profesionales de los asuntos de Estado más importantes: economía,
gobernanza, seguridad pública, educación… tal es el caso de un Enrique De
la Madrid Cordero, exsecretario de Turismo de Enrique Peña Nieto o
de Miguel Riquelme Solís, exgobernador de Coahuila; de un Ildefonso
Guajardo Villarreal, extitular de Economía y exnegociador del TMEC con
Enrique Peña; incluso de Aurelio Nuño, extitular de Educación también en
el más reciente gobierno federal priísta… así como de innumerables mujeres
valiosas y valientes, que en este momento tienen un perfil menos
publicitado que los anteriores.
Sin embargo, haciendo una ponderación objetiva… desde la frialdad de la
“barrera de la no militancia”, el exgobernador de Campeche, Alejandro
Moreno Cárdenas ‘Alito’, es el cuadro dirigente mejor dotado y que más
conviene al frente de su partido en este momento de “desenvolvimiento
democrático” que vive la Nación.
‘Alito’ como tal, es quien tiene los atributos de convocatoria, capacidad para
articular un proyecto de desarrollo institucional y un discurso puntual como
combativo, para motivar y aglutinar a sus bases en el nada fácil proceso de
reencuentro con el voto popular y el triunfo.
Es un promotor nato. Sabe desplegar y encabezar campañas
de “cambaceo”, domicilio por domicilio y en zonas geográficas adversas…
vamos… sabe meterse “con su gente” al vecindario, al frente, con chaleco
puesto y tabla pisapapeles en mano… y sabe hacerse escuchar con
humildad por la gente del “pueblo”. Tiene muchos años –desde muy
jovencito- construyendo su liderazgo, al interior –invariablemente, con
lealtad y congruencia, del Revolucionario Institucional.
Es un tipo de político en extinción, no porque su estilo tenga qué
desaparecer por razón de inutilidad… por el contrario, sino porque de este
tipo de individuos dotados de un liderazgo natural innato, nacen muy
pocos… son escasos. La mayoría de los líderes de nuestros días son
moldeados exclusivamente por la sociedad… son producto de ‘procesos
circunstanciales’: afectados por alguna injusticia o algún acto de
autoridad; egresados de alguna carrera social o de ciencias pero con una
formación dogmática cargada al “progresismo” y las corrientes que
campean, por moda, por esnobismo… por prejuicios sociales o porque no
tuvieron cabida en el centro o la derecha… o son líderes sindicales
afectados por el Gobierno en su peculio de control al interior de su central…
o de plano son producto de la línea de transmisión dinástica del poder
(hijos de, nietos de, sobrinos de…).
Este… por supuesto que no es el caso.
‘Alito’ tiene el perfil, el carácter, la actitud y los arrestos suficientes para
ingresar al vecindario donde está “el perro más bravo” y sanguinario… es
capaz de terminar llevándose al perro al frente de la cuadrilla, moviéndole
la cola… a ‘Alito’, como me dijera alguna vez un viejo sabio mexicano de
origen libanés… “si lo encierras en una jaula con puros leones y tigres
hambrientos, es capaz con el paso de los días de hacerlos hablar y
ponerlos a trabajar para él… no perecería”.
Por algo, el propio Enrique Peña Nieto, siendo presidente, lo describió
puntualmente en un acto público, destacando uno de sus atributos
personales o profesionales… quizá el más importante, su constancia. Dijo el
entonces primer magistrado de la Nación: “¡Alito es capaz de matar un
burro a pellizcos!”… aunque quien sabe si le sirva mucho a Moreno
Cárdenas la anécdota, viniendo de quien viene; pero es el hecho de que lo
dijo un presidente en funciones, medido quirúrgicamente por un staff de
asesores que sí funcionaba… en el punto más álgido de concentración de
poder de la gestión del mexiquense, lo que vale y que… bueno, por el solo
hecho de haber sido la máxima figura de autoridad en este país… no era
“cualquier pelota” ¿verdad?
‘Alito’ Moreno, haciendo mancuerna con Carolina Viggiano Austria en la
secretaria general del partido, de nuevo está formalmente sometido a la
voluntad del priismo, aglutinado en la 24 Asamblea Nacional y representado
en el Consejo Político Nacional y competirá, al haberse formalmente
inscrito su fórmula desde ayer lunes 22 de julio, contra la única planilla que
le ofrecerá resistencia en este proceso interno por la dirigencia nacional,
que está integrado por Lorena Piñón Barrera y Cuauhtémoc Betanzos; otra
planilla integrada por gente de lucha de toda la vida al interior del PRI… que
nunca tuvieron una oportunidad definitiva al interior del partido o en cargos
de responsabilidad administrativa –de nivel ejecutivo- cuando el PRI fue
Gobierno.: Piñón Barrera es una joven diputada federal veracruzana,
quesiempre ha sido leal a la camiseta centro progresista del PRI y es
acompañada por aquel líder de la Juventud Popular (la famosa JP), del
que hacía mucho que no sabíamos, que integró el Comité Nacional de la
“invisible” CNOP, en tiempos en que la talentosa y bella queretana,
doña Silvia Hernández, fue secretaria general adjunta de la CNOP (1989-
90) y luego dirigente del Movimiento UNE, Ciudadanos en Movimiento
(1991-93) .
Pero el camino está despejado para Moreno y Viggiano Austria… era de
esperarse. La fuerza moral y el liderazgo de los priistas, está depositada
(reconocida) en Alejandro Moreno Cárdenas; un “garbancito de a libra”…
joven político que se supo forjar a sí mismo –con esfuerzo, valor e
inteligencia- desde los tiempos de su dirigencia juvenil en el PRI.
Que tuvo la fortuna y la gracia de “no perecer” en el intento…
como Betanzos, el propio “Chon “ Alfaro Cázarez (que anda ahorita de
opositor a ‘Alito’) como Adrián Gallardo Landeros… y como tantos y tantos
cuadros y militantes que han sido francamente usados… que nunca
recibieron una oportunidad… que fueron los que hicieron el “jale político”
para los candidatos que sí merecieron el honor de abanderar al PRI en las
diferentes contiendas o puestos:… los “Murat Hinojosa”… los “Del Mazo
Maza”; los “Beltrones Sánchez”… los “Yunes”… y tantos casos que hay que
acreditan esta deplorable práctica en el PRI de los últimos tiempos y en
general, en todos los partidos políticos, donde el patrimonialismo de los
dirigentes es a todas luces un deporte muy practicado, verbigracia:
…los “Sansores”… los “Villarreal”…. los «Ramírez López”… los “Cárdenas
Batel”…. tan solo por citar unos cuantos casos… en Morena, donde se
“curan en salud y se dan golpes de pecho”.
Pues según entonces lo dispuesto por la resolución CUARTA del acta de
la Asamblea Nacional, será este mismo 23 de julio cuando se emitan
dictámenes correspondientes por la Comisión encargada del Proceso
Interno y será en el lapso del 24 de julio al 10 de agosto, cuando los
aspirantes y sus compañeros de fórmula, hagan campañas teritoriales y en
medios de difusión masiva… y a donde se encuentren los priistas formales y
los simpatizantes, para que el próximo 11 de agosto se verifique la jornada
electiva y ese mismo día se entreguen constancias de resultados.
Ahora…. ¿Por qué no se inscribieron los Nuño, los Riquelme… los
cuadros cobijados por los expresidentes del PRI inconformes?
Porque no son sus tiempos… no habrían generado la mínima ámpula
propagandística… así es la política… ellos lo saben…. ¿De qué se quejan?
Para el cargo de dirigente nacional… el mejor perfil es el de ‘Alito’ Moreno
Cárdenas.
Para candidato presidencial no lo sé… pero eso se sabrá cerca de 2030.
“No hay más cera que la que arde…”
Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1;
fixiflaux99@gmail.com;
“Las opiniones vertidas en este artículo, son responsabilidad exclusiva de
su autor; por lo que no constituyen en modo alguno, la opinión
institucional de este medio”.

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