Novel gobierno estatal, salvado por su Congreso: el de Sinaloa
Héctor Calderón Hallal
Hoy se tiene en Sinaloa un Congreso moderno y eficaz. Su líder habla de que en esta Legislatura, la premisa y el referente son la Constitución y los tratados internacionales firmados por nuestro país.Que toma en cuenta para cualquier deliberación o figura legislativa, al humanismo solidario. El que se conduele del prójimo.
Culiacán, Sinaloa; a 16 de junio de 2022.- La frase aparenta ser ambiciosa y grandilocuente quizá, pero se respalda en el desempeño que ha tenido el cuerpo legislativo de aquella entidad con respecto a la turbulencia y al vértigo que ha tenido que afrontar el Ejecutivo, personificado en el morenista Rubén Rocha Moya.
Su Congreso está salvando al novel Gobierno de Sinaloa.
Hacer un juicio a estas alturas parecería ser pretensioso también, pero es tiempo de empezar a nombrar a las cosas por su nombre: el Congreso Legislativo del Estado de Sinaloa, tiene en sus 39 diputados y en su líder Feliciano Castro, un eficiente custodio de la legalidad, la solidaridad, el humanismo, la igualdad, la inclusión, la honestidad y todos aquellos valores que conforman a una izquierda moderna que hoy tiene su oportunidad, investida de autoridad y de frente a la crudeza de la crítica opositora, que los trata de descalificar las más de las veces a priori, sin elementos válidos ni suficientes.
Rubén Rocha Moya fue investido Gobernador de Sinaloa el primero de noviembre del 2021, tras ganar la elección del 6 de junio con el 56.60% de los votos emitidos, siendo postulado por la coalición Juntos Hacemos Historia, conformada por Morena y el Partido Sinaloense, sucediendo así al gobierno de Quirino Ordaz Coppel.
Rocha ha tenido que transitar por 7 meses y medio de ajustes en las formalidades para asumir el reto de gobernar para atender a la población que confió en él y en sus colaboradores pero, sobre todo, para instaurar una nueva forma de gobernar, reinventando las relaciones al interior del aparato estatal, donde cada empleado o servidor público, por humilde que sea su nivel en el organigrama, sea sujeto de respeto y valoración por sus superiores; desterrando para siempre esa soberbia que nace del poder efímero que da un puesto a los burócratas… como era en los gobiernos que le antecedieron.
Contra eso ha tenido que luchar Rubén Rocha Moya en esos casi 8 meses de desempeño al frente del Gobierno de Sinaloa. Un hombre sencillo, respetado… y respetable, hay que decirlo con todas sus letras. Que ha tenido incluso, que dedicar tiempo para dirimir diferencias y hasta para contestar ofensas verbales, de parte de autoridades municipales que en teoría deberían de coincidir con la semiótica del plan de gobierno del profesor Rubén Rocha Moya, por el bien de la población gobernada y de ese gran estado en general que es el portentoso costero del pacífico norte mexicano.
Al día de hoy, Rocha Moya, ha cambiado a dos de sus secretarios de despacho -de innegable estura política uno y técnica otra-, como lo son el doctor Héctor Melesio Cuén Ojeda, de la Secretaría de Salud estatal y la doctora Ruth Díaz Gurría, de la Secretaría del Bienestar estatal.
Ha soportado el embate político de sus dos principales alcaldes (de Culiacán y Mazatlán) -como se señaló líneas atrás- y en el caso de Culiacán, las condiciones creadas no solo por las desaveniencias del alcalde con su Gobernador, sino por el clamor de varios sectores de la población en la capital del estado, cuestionando el desempeño del munícipe, el abogado Jesús Estrada Ferreiro, derivaron más temprano que tarde en dos procedimientos de Juicio Político y uno que ya procedió de Juicio de Procedencia, a fin de que esté encondiciones el ahora exalcalde, de responder al Minsisterio Público por delitos que se le están imputando y que fueron señalados ampliamente por la ciudadanía ante la opinión pública. No surgieron las querellas o denuncias por el impulso del despacho del Gobernador, de ningún modo.
Los escabrosos asuntos tuvieron que ver con el negar a las viudas de policías municipales su derecho a una pensión, argumentando que no había dinero para ello, no obstante estar normado en la legislación vigente; y también por resistirse el alcalde a efectuar descuentos a jubilados, pensionados y adultos mayores, en el recibo del servicio de agua.
Con una Junta de Agua Potable, la de Culiacán que, hay que decirlo, no obstante la imagen de eficiencia y modernidad que aparenta, en términos humanos, resulta sumamente cruel en sus procedimientos de cobranza y de ‘ajusticiamiento’ administrativo, -digamos- pues es un banco para cobrar de exigente… sin miramientos de ningún tipo con los ciudadanos de escasos recursos, que cobra por cuota fija mínima y no por consumo, lo cual ya es un asunto de ilegalidad y que no solo limita el consumo, sino que lo corta sin rubor alguno, mediante trampas hechas por un escuadrón de gente ajena a la paramunicipal, perfectamente adiestrado por el Gobierno, que se dedica a desconectar al usuario, cortando la tubería desde la toma callejera, descargando la culpa así a la delincuencia común. Lo cual, al cortar el servicio, ya es una violación flagrante a la Carta Magna, en la materia de derechos fundamentales para las personas.
Aunque siempre nombran a un pillo al frente de la paramunicipal esa, que se la ‘debe saber de todas’, que se desentiende de los reclamos de la gente pobre, para concentrarse en buscar la manera de convertir en caja chica para los políticos, las ganancias abundantes de la ‘venta del agua a la población’… Inconcebible que en ‘el estado del agua’ de este país, donde lo que sobra es agua, con once portentosos ríos, quieran asumir posturas mercantilistas y utilitaristas con el agua para consumo humano. Dijeramos es Durango, es Zacatecas, es Nuevo León o el norte de Sonora, donde siempre hay sequía… pero es Sinaloa, donde si algo sobra es agua ahí. Se sabe de entidades como Zacatecas, donde hay muy poca agua y ni siquiera le cobran el servicio a la población.
Pues para solventar política y administrativamente todos esos problemas acarreados por el hoy exalcalde Estrada Ferreiro, ha contado en todo momento con la seriedad y el profesionalismo de los diputados al Congreso Estatal y de su líder, el diputado Feliciano Castro; quien operó ‘quirúrgicamente’, hay que decirlo con todas sus letras, en apego pleno a los derechos humanos y a la dignidad de la persona, el Juicio de Procedencia al hoy exalcalde, quien ya tiene fecha de presentación a comparecer ante un Juez local el jueves 23 de junio, por dos de los cuatro probables delitos que se le imputan -que tendrán que comprobarse desde luego- aunque considerados no graves.
Todo el tiempo que duraron todos esos procesos y diligencias, el Gobernador Rocha ha contado con un cuerpo legislativo a la altura del reto que implica para ese gobierno surgido de la 4 T, gobernar Sinaloa.
Ahí estuvo en todo momento el Congreso Local y Feliciano, poniendo el pecho; hasta hoy, se puede afirmar que es el colaborador más eficaz, más oportuno y más visible de Rocha Moya.
Un Congreso que, contrario a la tradición, contrario a lo que los sinaloenses habían esperado, muestra rasgos de evolución y madurez… de una legislatura a otra, incluso.
Si la pasada Legislatura se caracterizó por ser de pocas iniciativa y bajo nivel en el debate, esta particularmente, se caracteriza por tener un muy aceptable nivel de cultura parlamentaria y especialización profesional, empezando por su líder, que es un brillante sociólogo y politólogo en la práctica.
Lejos se aprecian los tiempos de aquella Legislatura en los años noventa del siglo pasado, donde brillaban personajes de extracción rural, investidos de diputados, como ‘Juanito’ Pistolas, representante del serrano municipio de Chóix, que a la primera caguama que se tomaba empezaba a lanzar balazos al aire con su reluciente ‘cuarenta y cinco’, alegando después fuero e inmunidad para no pisar la cárcel.
Lejos se aprecian los tiempos (también en los noventas) donde dos personajes del anecdotario político sinaloense, como lo fueron en su tiempo el Líder Parlamentario Roberto Zavala Echeverría y el exalcalde y exdiputado… y extodo, Jesús Enrique Hernández Chávez, quienes trataban de hacer valer durante los tres años esa Legislatura (en tiempos de Francisco Labastida) sus habilidades jurídicas parlamentarias y en general, que “sólo sus chicharones tronaban en el Congreso”.
Hoy se tiene en Sinaloa un Congreso moderno y eficaz.
Su líder habla de que en esta Legislatura, la premisa y el referente son la Constitución y los tratados internacionales firmados por nuestro país.
Que toma en cuenta para cualquier deliberación o figura legislativa, al humanismo solidario. El que se conduele del prójimo.
Es un Congreso donde se tiene la convicción de poner en el centro del interés general a los derechos humanos… de asumir que la mujer es sujeto de derechos; de reconocer a las minorías , como una forma de revalorar a los derechos humanos de las personas. Como una forma de reconocer a todo mundo, por su derecho propio.
Un Congreso que ha salido airoso de grandes compromisos con los sectores conservadores de Sinaloa, al haber legislado ya reformas al Código Penal para despenalizar el aborto, permitir el matrimonio entre personas del mismo género, por ejemplo. Y que ha resistido el embate del secrtor eclesiástico, que materialmente ‘excomulgó a los diputados que votaron a favor de esas reformas’, en marzo pasado.
Es un coordinador parlamentario que habla con probidad y que sin duda tiene mucha conexión de sus ideas con sus acciones.
Exhorta a la solidaridad ante el dolor ajeno a sus diputados con frecuencia.
Que está convencido de que la política humanista es el espacio mas universal para contribuir al bienestar de todo.
Que está consciente también de que la violencia y la inseguridad es un asunto a explicar a través de la historia… para conformar por fin una sociedad de paz y de trabajo.