Ofrece AMLO trabajar con el Poder Judicial; que se reforme, apremia
Ciudad de México. Horas antes de que Norma Lucía Piña Hernández fuera elegida como la nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el titular del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, garantizó que no declararía la guerra a quien resultara designado, por el contrario, aseguró, su gobierno trabajará con el máximo tribunal.
En la mañanera de ayer, el mandatario fue interrogado sobre la inminente elección en la Corte, ante lo que expuso: Hay que esperar lo que decidan libremente los ministros. Y también institucionalmente, porque ni modo que vamos a declararle la guerra al Poder Judicial, institucionalmente el que quede será reconocido, porque somos autónomos, somos independientes y tiene que haber colaboración, porque por encima de todo está el pueblo de México, y adelante.
Puntualizó que en lo que va de su gobierno le ha correspondido enviar cuatro ternas para elegir ministros en la SCJN, en parte para generar una renovación desde dentro de ese tribunal. Cuatro no condicionales, [pero sí] cuatro que defiendan el proyecto de transformación, que no pertenezcan al viejo régimen. ¿Y qué creen que nos pasó? Que de los cuatro que propuse, dos nos dieron la espalda. No al Presidente, al proyecto, y nos cuesta trabajo.
Criticó la embestida contra la ministra Yasmín Esquivel Mossa –quien era una de las aspirantes de la presidencia de la SCJN y que desde hace unos días ha sido protagonista de polémica luego de que se señaló presunto plagio en su tesis para obtener la licenciatura en derecho por la UNAM–, pues los opositores, dijo, la consideraban su elegida.
Como imaginaron que la ministra Yasmín era, en la mentalidad autoritaria que tienen estas personas, la designada por el Presidente, pobre abogada Yasmín, toda una guerra de potentados, medios de información, columnistas, intelectuales del régimen, vendidos y alquilados, pero una lanzada en contra de la señora. Ya les expliqué que nosotros no tenemos posibilidad, ni siquiera nos importa. Va a ser tarea, eso sí, de los que vengan, van a tener que reformar el Poder Judicial, que está muy mal. Ahora se avanzó algo, pero faltan convicciones, ideales y principios.
Puso énfasis en la necesidad de que el Poder Judicial se reforme, pues aún permean en éste los estragos del autoritarismo y se resiste a una transformación.
Yo podría decir, con todo respeto y también hay honrosas excepciones, que el Poder Judicial está secuestrado, como estaba secuestrado el Poder Ejecutivo. Va a ser labor hacia adelante liberarlo, que jueces, magistrados y ministros internalicen lo que es la justicia. Porque parece paradójico o contradictorio, pero no tienen claro o no tienen sentimientos, emoción social, en favor de la justicia. El Poder Judicial se fue eclipsando con el dinero, el poder económico lo eclipsó casi por completo. Sí hace falta una renovación ahí, profunda.
López Obrador sostuvo una vez más que el antiguo régimen quiere al ministro más rico. Cuando se le preguntó si se refería a Arturo Gutiérrez Ortiz Mena, el mandatario respondió: Hagan ustedes [los periodistas] la investigación, ustedes ya quieren que yo haga todo el trabajo.
Recordó que el hoy ministro ocupó importantes cargos en el Servicio de Administración Tributaria, justo en los sexenios panistas, cuando esa instancia condonó y devolvió impuestos a grandes contribuyentes.
Con información de La Jornada