En la recta final del juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública acusado de narcotráfico, la Fiscalía busca presentar como pruebas las lujosas propiedades que descubrí en mis investigaciones.

Para este lunes, 13 de febrero, en lo que puede ser el penúltimo día del histórico juicio “United States of America vs. Genaro García Luna”, la Fiscalía de la Corte de Distrito Este de Nueva York ha anunciado al juez Brian Cogan su interés de presentar ante el jurado pruebas sobre la ostentosa vida que García Luna y su familia tenían cuando era Secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, la cual no se justifica con su salario de servidor público ni de ninguna otra manera legal.

Simultáneamente a esa vida de lujo, García Luna recibía sistemáticamente millones de dólares en sobornos por parte de integrantes de la llamada Federación, compuesta por el Cartel de Sinaloa, los hermanos Beltrán Leyva, Cartel del Milenio, Cartel de Juárez, entre otros grupos, a cambio de la protección del jefe policiaco en sus operaciones de tráfico de droga y combate a los clanes enemigos, según la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, y los testimonios de dos testigos directos del pago de dichos sobornos, que han declarado en el juicio que se lleva a cabo  en NY: Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, y Oscar Nava Valencia, mejor conocido como “El Lobo”.

Una de las pruebas de enriquecimiento de García Luna que quiere presentar la Fiscalía son las dos lujosas residencias que el exjefe policiaco posee en México: una en Monte Funiar 21, en el lujoso fraccionamiento Jardines en la Montaña de la Ciudad de México, y otra en Jiutepec, Morelos, con una extensión de terreno de más de 2.000 metros cuadrados.

Esas son las dos propiedades que descubrí y documenté en mis investigaciones periodísticas en 2009 y 2010, cuando trabajaba en el medio de comunicación Reporte Índigo. Cuando revelé la existencia de esas propiedades, García Luna era titular de la SSP, y era la época en que lo acusan que recibía sobornos del narco.

En su momento revelar esas propiedades provocó la furia de García Luna, porque no podía justificar el origen de los recursos con que compró dichos inmuebles.

En la recta final del juicio, la Fiscalía también quiere presentar como prueba la existencia de la costosa colección de armas de García Luna, que se encontraba oculta tras un muro falso dentro de la casa de Monte Funiar 21, cuya existencia revelé en Milenio Diario, en febrero de 2022. Una colección de al menos 125 armas, incluidas metralletas, como el apodo con el que los narcos lo identificaban.  Así como decenas de fotografías que documentan su lujosa vida.

“El Grande” y ”El Lobo” testificaron ante los 12 jurados que vieron directamente a  García Luna recibir millones de dólares en sobornos cuando era el director de la Agencia Federal de Investigaciones, en el sexenio de Vicente Fox (2001-2006). Y cuando era titular de la SSP (2006-2012). Y dijeron que la clave con la que los integrantes de La Federación identificaban a García Luna era justamente “la metralleta”, por ser tartamudo.

Genaro García Luna.

Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México.

 

Rabioso

García Luna, a diferencia de muchos de sus colaboradores, durante años había sido cuidadoso al no ostentar dinero que no podía justificar. Pero en 2008 algo cambió. En ese año compró el costoso terreno en Monte Funiar 21 de contado, y en pocos meses la empresa Grupo Pedregal Constructora e Inmobiliaria le construyó una mansión de cuatro niveles con acabados de lujo. El responsable de la obra fue el arquitecto Héctor Salinas, quien, años después, dijo a agentes del gobierno de Estados Unidos que García Luna le había pagado en efectivo. Una residencia en un terreno de más de 400 metros cuadrados con vista privilegiada al Bosque de Tlalpan, y más de 700 metros cuadrados de construcción.

“De acuerdo con la información que aparece en las declaraciones patrimoniales de 2007 y 2008, el servidor público no tenía ni el salario ni los ahorros suficientes para comprar el terreno. Mucho menos para hacer la costosa construcción. Al contrario, en mayo de 2008 se declaró totalmente endeudado. Sus deudas de entonces ascendían a 6,8 millones de pesos, prácticamente la misma cantidad que debió pagar para adquirir el terreno de su nueva casa”, escribí en abril de 2009 en Reporte Índigo.

En 2007 “declaró tener ingresos por dos millones de pesos por su sueldo como servidor público. Esos ingresos correspondían a 11 meses de trabajo como director general de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y un mes como secretario de Seguridad Pública. Afirmó que no había recibido ningún ingreso adicional por otro concepto”. “De esos ingresos, dijo que gastaba un millón 300 mil pesos para la manutención de él y su familia”. “Declaró tener sólo una cuenta bancaria con 355 mil 763 pesos y un seguro de separación individualizado por 2 millones 772 mil 87 pesos, que se conforma por una cuota pagada por el Gobierno Federal a favor de todos los servidores públicos que se acumula en un fondo individual.”

Tras publicar el reportaje el medio de comunicación TVC por cable, mandó a un fotógrafo y un periodista, Rosendo Alejandro Torres y Juan Lorenzo Jaime de la Torre. El 27 de marzo de 2009 la Policía de García Luna los acusó falsamente de ser sicarios del Cartel de Sinaloa y de que planeaban un atentado. Al final, los colegas fueron liberados, pero la intimidación a la prensa dejó huella y ningún otro medio quiso cuestionar las propiedades de García Luna.

En 2021, cuando la Fiscalía General de la República (FGR) hizo un cateo en la residencia de Monte Funiar, tras una pared falsa encontraron la colección de armas. De acuerdo a fuentes de información que estuvieron en el operativo, estas me narraron que un perito descubrió que la casa estaba llena de muros falsos, pero los mandos de la Fiscalía no dieron permiso de inspeccionar que había detrás de esas paredes.

En mayo de 2010 publiqué la existencia de otra propiedad en Jiutepec, Morelos, que ahora busca presentar la Fiscalía como prueba de enriquecimiento. La mansión blanca con piscina y grandes jardines en donde podía aterrizar un helicóptero está edificada en un terreno de mas de 2.500 metros cuadrados. Apenas un año antes, el terreno donde estaba la finca era semibaldío.

El valor comercial de la propiedad superaba entonces el millón de dólares. ¿De dónde sacaba el dinero García Luna? Sus declaraciones fiscales y patrimoniales decían que no tenía esos recursos. Aunque se fue a vivir a Miami en 2012, siguió siendo propietario de esos bienes y continuó disfrutándolos durante los viajes constantes que hacía a México.

En represalia, la Policía del entonces secretario de Estado detuvo a los dos compañeros de Reporte Índigo Carlos Salazar y Carlos Ferrer, a quienes solicité tomar de nueva cuenta fotos y video de la casa de Monte Funiar 21. El Secretario de Estado se sentía intocable, la existencia de sus bienes era una espina en su columna vertebral. A fines de 2010 ordenó, junto con su brazo derecho, Luis Cárdenas Palominoun atentado de muerte en mi contra.

NI entonces ni ahora García Luna puede justificar el origen legal de ese dinero. No las compró el jefe policiaco con su salario de funcionario público; tampoco con sus ahorros, y menos con las ganancias de la fonda que su esposa, Linda Cristina Pereyra, tenía en Xochimilco. No recibió ninguna milagrosa herencia ni se sacó la lotería.

Anabel Hernández.

La periodista mexicana Anabel Hernández.

 

García Luna, en Yate y en Lamborghini

Además de esas dos propiedades, el Departamento de Justicia de Estados Unidos también quiere presentar este lunes ante el jurado decenas de fotografías que estaban en la computadora de García Luna cuando fue detenido en 2019.

De acuerdo a la lista de evidencias de la Fiscalía, en dichas fotos aparece García Luna disfrutando de los bienes adquiridos en el periodo en que habría recibido los sobornos del crimen organizado: interiores de sus dos residencias en México, motocicletas Harley Davidson -como la que se afirma le regaló el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva-, así como imágenes de sus automóviles Ford Mustang de colección, vehículos Land Rover y Mini Cooper.

La Fiscalía también prepara mostrar al jurado las fotos de García Luna disfrutando de su yate -probablemente el que tenía a su llegada a Miami en 2012-, y una foto fechada en 2010 del entonces titular de la SSP conduciendo un Lamborghini.

Familia cómplice

Para documentar que García Luna tenía capacidad de tener negocios que le facilitaran el lavado de dinero en efectivo, la Fiscalía en NY quiere presentar los documentos de los libros contables de la empresa Set Soluciones, que oficialmente pertenece y ha sido dirigida por familiares de García Luna, dos de los cuales también ocuparon puestos en la SSP. La empresa fue creada cuando el exjefe policiaco recibía sobornos.

También propone presentar fotos del Café Los Cedros, el restaurante propiedad de Linda Cristina Pereyra, esposa de García Luna, cuya existencia fue revelada desde 2009 en mis investigaciones. A través de ese restaurante el funcionario también tenía a su alcance mecanismos para lavar dinero en efectivo.

En paralelo, el Gobierno de México acusa a García Luna de formar parte de una red de lavado de dinero a través de la  cual pudo reciclar  700 millones de dólares de origen ilegal. Según el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ese dinero proviene de contratos que el e jefe policiaco y asociados obtuvieron del Gobierno Federal y gobiernos locales después de ser secretario de Estado.

Según la acusación, el dinero lo habría transferido a través de mecanismos sofisticados a paraísos fiscales, para después usarlo para comprar propiedades en Estados Unidos. Pero la realidad es que muchos de los bienes muebles e inmuebles que el Gobierno de Estados Unidos adjudica a García Luna fueron obtenidos antes de la obtención de dichos contratos, por ejemplo, la casa de 3,3 millones de dólares y un yate,  por lo que, probablemente, estos fueron comprados con dinero proveniente de los sobornos de los carteles de la droga, y no de los contratos con el gobierno.

Una de las cómplices de García Luna, tanto en el caso abierto en Estados Unidos como en el de México, es su esposa, Linda Cristina Pereyra, y sus propios hijos, Genaro y Luna Sofía García Pereyra, como lo señalé hace algunas semanas en esta colaboración. Genaro Jr. era funcionario de una de las empresas de García Luna cuando ocurrieron los delitos de los que se le acusa.

La próxima semana será el final del juicio, y antes de que termine febrero se conocerá el veredicto del jurado.

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *