Pemex está a un escalón de que sus bonos sean considerados de riesgo sustancial
Los bonos de la estatal Pemex están a poco de ser considerados de riesgo sustancial . La rebaja en la calificación de la compañía por parte de la calificadora Moody’s –el viernes pasado– ha dejado a la nota de la petrolera a solo un paso de hundirse en los escalones más bajos dentro de la clasificación de la calificadora, en donde se colocan las notas de las empresas que están ya muy cerca de caer en impago. Moody’s decidió reducir la calificación de Pemex a B3 desde B1. Los bonos de la estatal ya habían perdido el grado de inversión desde abril de 2020 cuando, en medio de los primeros meses de la pandemia de covid-19, la administración de la compañía decidió mantener la estrategia y el petróleo tocó precios históricamente bajos. Pero ahora la última decisión de Moody’s pondrá aún en más aprietos a la compañía, en lo que ha sido un nuevo golpe a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que está a meses de concluir. La calificadora había reconocido que la actual administración logró terminar con la tendencia de declinación en la producción de crudo y el alto compromiso que tiene el gobierno federal con la petrolera y el pago de su deuda. Pero ahora estos mismos argumentos son parte de la explicación de la rebaja en su nota.
Calificación de Pemex
Moody’s ha dicho que las acciones para aumentar la producción de hidrocarburos no han sido suficientes, que el presupuesto que se proyecta para este año no abonará a un aumento en estos números y que esta administración de Pemex quedará muy lejos de las metas que se propuso. Y ha mencionado que la estatal se ha hecho aún más dependiente a los apoyos de la Secretaría de Hacienda, que este año le inyectará más de 8,500 millones de dólares para sus amortizaciones de deuda. La calificación de Pemex ha caído en al menos seis escalones en la escala de Moody’s en lo que va del sexenio. Y ahora, la calificadora ha dejado a la nota una perspectiva negativa, lo que indica una posible nueva baja en la calificación. Moody’s fue consultada, pero negó una petición de entrevista. Los analistas dicen que la mayoría de las bancos y los inversionistas ya tenían previsto una nueva rebaja en la nota de Pemex, pero que esta nueva acción de Moody’s podría llevar a la petrolera a enfrentar intereses aún más altos si decide salir al mercado internacional y a algunos bancos o fondos de inversión a buscar deshacerse de los papeles que poseen de la compañía porque sus lineamientos internos no les permite poseer bonos de compañía con bajas calificaciones. Esto último, sumado a una estrategia en términos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG o ESG por sus siglas en inglés), hace que los bonos de Pemex tengan cada vez menos espacio en los portafolios de algunos inversionistas. Moody’s también ha criticado la apuesta por el segmento de refinación, que suma pérdidas de más de 31,500 millones de dólares entre 2019 y 2022, según los números de la agencia. ‘Las consecuencias ahora mismo pueden considerarse como pocas, porque de cierta manera el mercado ya lo tenía previsto, pero lo realmente importante es que Pemex se está alejando cada vez más de una remota posibilidad de recuperar en algún momento el grado de inversión, este escenario se está acercando prácticamente a lo imposible. No hay acciones que convenzan al público inversionista o las calificadoras sobre la posibilidad de que en algún momento haya métricas adecuadas para revertir el deterioro crediticio’, dice Víctor Gómez Ayala, del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO). Pese a que los bonos de Pemex ya están cerca del riesgo sustancial –donde se colocan, por ejemplo, los papeles de compañías que han pedido la bancarrota–, las posibilidades de que la estatal caiga en impago con sus inversionistas son muy pocas. Todo porque el gobierno federal ha decidido respaldar la deuda de la compañía desde el inicio del sexenio. Moody’s pronostica que Pemex no tendrá la liquidez suficiente para enfrentar sus compromisos de inversión y deuda al menos en los próximos dos o tres años.
Con información de Expansión