Pemex está ahogando de nueva cuenta a Xanab, uno de sus campos principales. La producción del activo, uno de los que más le suma, ha caído de manera acelerada durante los últimos meses a la par de un aumento en la producción de agua. La producción de crudo de Xanab cayó en 25% en tan solo un año. En septiembre pasado sumó 74,000 barriles de aceite ligero, en el mismo mes del año pasado la producción reportada por el regulador era de 99,000 barriles diarios. A la par, el agua del campo ha crecido 44%, al pasar de casi 14,000 a 25,000 barriles diarios. Xanab es un campo productor de aceite ligero, un tipo de crudo más valioso en el mercado y que es aprovechado por Pemex para refinar en sus complejos.

El peligro de una alta producción de agua recae en que, en muchas ocasiones, esto provoca que los activos acorten su vida de producción o que algunos campos sean cerrados. Hasta julio pasado, Xanab era el tercer campo más importante para Pemex, detrás de Maloob y Zaap. Un mes después fue desplazado al cuarto sitio, detrás de Ayatsil, un campo que comenzó producción apenas en 2015. La caída de producción en Xanab no es algo nuevo. La estatal fue sancionada por más de 24 millones de pesos por la Comisión Nacional de Hidrocarburos en 2018 por faltar al plan de desarrollo y provocar un proceso de fractura que aceleró la entrada de agua. En 2019, la producción del activo cayó dramáticamente hasta los 26,000 barriles diarios después de haber alcanzado una producción por encima de los 170,000 barriles diarios. Ahora los analistas temen que la estatal esté ahogando de nuevo al campo y las cifras comprueban los temores. “Después de eso (de provocar la falla que inundó el campo) tuvieron un buen manejo del daño y pudieron rescatarlo. Le invirtieron mucho dinero porque la mayoría de pozos que se llenaron de agua ya no sirven, tuvieron que perforar otros pozos un poco más arriba. Cerraron muchos pozos, perforaron otros nuevos, pero ahora la producción está cayendo de nuevo”, dice Eduardo Gutiérrez, analista de la consultora IPD Latin America. Los analistas coinciden en que la estrategia de Pemex para acelerar la producción de crudo para mantener el discurso presidencial explica el aumento de agua en el activo y la declinación en la extracción de crudo. Los yacimientos tienen una capa natural de agua que se sitúa por debajo del crudo –después de muchos años de proceso–. Muchas veces cuando se acelera el proceso de extracción, el agua irrumpe la capa de crudo y entonces los operadores aumentan la producción del líquido y eso dificulta aprovechar el petróleo. La producción de agua se ha convertido en un problema común para la estatal. Según las cifras del regulador, el campo Esah –que forma parte de sus prioritarios– también reporta una alta producción de agua y una declinación en crudo.

 

Con información de Expansión

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