Desencuentros del expresidente con Claudio X. y Beatriz Paredes. Del Mazo abrió el diálogo con el war room de Sheinbaum, luego de la cacería contra Ebrard en 2012.

La campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio se basó en un análisis sobre la potencia electoral de su apellido, en medio de un panorama desierto de candidatos competitivos en la oposición. Pronto esto se apagó, aparecieron Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes, y el alcalde de Monterrey se ha dedicado a su campaña de reelección, contra la opinión de algunos.

Es el caso de Enrique Peña Nieto. No es sorpresa, el expresidente se quedó sin candidato para 2024, en contrate con su enorme influencia en la sucesión de 2018. En un reciente encuentro con inversionistas en Madrid cuya versión llegó a oídos de Claudio X. González, el mexiquense insistió en la postulación de Colosio (para sorpresa de los presentes).

El empresario de Kimberly-Clark celebró que los operadores de Peña no pretendan intervenir en la interna del Frente Amplio, donde -salvo por Santiago Creel- ni las aspirantes ni los dirigentes nacionales responden al expresidente priista. Aunque, eso sí, alertó de los puentes que tendió el gobernador Alfredo del Mazo con el war room de Claudia Sheinbaum.

Lo cual, agregó el magnate, no representa al resto del Grupo Atlacomulco (César Camacho, Arturo Montiel y Emilio Chuayffet), alineado con Alito Moreno Cárdenas en favor de la alianza opositora, y listos para comenzar un juicio interno contra Del Mazo por la derrota histórica de su partido en el Estado de México que terminó encumbrando a Delfina Gómez y la 4T.

El resto de los protagonistas de la sucesión son abiertos enemigos del expresidente: a Claudio X. González y Marcelo Ebrard los acosó judicial y policialmente a través de Miguel Ángel Mancera y Miguel Ángel Osorio Chong. No es extraño que Mancera fuese vetado por X. González de la alianza y Chong quiera asesorar a Sheinbaum en temas de seguridad.

La panista Xóchitl Gálvez y la priista Beatriz Paredes.

La propia Sheinbaum se ha negado a entablar una relación con el expresidente, ni como Jefa de Gobierno ni como corcholata de la 4T. La morenista le da el mismo trato de gélida reprimenda que al resto de expresidentes. De ahí que la opción de Peña sea Colosio.  Los operadores de Xóchitl lo bloquearon por órdenes de Claudio.

Y Beatriz Paredes no le perdona que lo enviara al exilio en Brasil tras dirigir al tricolor, para dar a paso a Pedro Joaquín Coldwell. Lo hizo público en los foros del Frente Amplio, cuando reprochó que la llegada a la presidencia de López Obrador se debió a un “error histórico” por “los errores que cometimos” y luego rechazó que la corrupción sea un tema “asunto cultural” del mexicano, contra la tristemente célebre opinión de Peña Nieto de 2014.

Colosio, político joven de Movimiento Ciudadano, aún responde a las élites de la clase política tradicional, a la que debe su carrera política. Tanto el priismo de Carlos Salinas de Gortari y Peña Nieto tienen una influencia considerable en Nuevo León, y sus consejos son requeridos y escuchados. El candidato presidencial del mexiquense no necesitaría de una alianza electoral entre MC y Va por México (PAN, PRI, PRD), y menos cuando Dante Delgado la rechaza.

 

Con información de La Política Online

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