Yo Campesino / ¿Quién miente?

• Pocos dudan de nexos del crimen con la 4T donde todos son cómplices

Miguel A. Rocha Valencia

 

El ganso de Macuspana podrá decir misa y sus lacayos sacar desplegados en los diarios y hasta realizar arrebatadas intervenciones en los medios electrónicos y las redes sociales en defensa de la pureza de la 4T, su presidente y desde luego, sus impolutos gobernadores, pero la percepción generalizada es que sí tienen ligas, complicidades con el crimen organizado. Incluso el encendido discurso del “acusado” gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya ante su tlatoani afirmando que nada tiene que ver con los grupos criminales de su terruño, cae por tierra con su declaración previa hecha al odiado Carlos Loret de Mola ante quien reconoció que, si se gestionan convenios con los delincuentes no necesariamente con el titular del Ejecutivo, pero si con personeros de los gobiernos.

Peor cuando un muerto, el diputado electo Héctor Melesio Cuén Ojeda, se alza de ultratumba para señalar que a Rocha Moya le llegó muuucho dinero para su campaña hacia la gubernatura, tanto que hasta su familia se cambió de domicilio y tuvieron para comprar inmuebles. Eran amigos y al final, enemigos que se verían las caras convocados por el cártel de Sinaloa. Los hechos marcan claramente complicidades entre Morena y el crimen organizado que fungió como el más eficaz aliado de Rocha Moya en la elección en la cual resultó “triunfador”.

El secuestro de activistas, aspirantes y candidatos de oposición fue brutal, más que en las pasadas en elecciones de junio, no hubo muertos, “sólo” los sacaron de la jugada, los liberaron después de las elecciones y muchos ya no regresaron a la actividad política. Recuérdese que Cuén Ojeda apoyó al también exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Rocha Moya en su campaña, pero luego se retiró al darse cuenta de la intromisión de los criminales y el dinero “negro” que entraba, incluyendo el medio millón que se afirma, le “prestó” su amigo “prefiero ser nada”, Ricardo Monreal Ávila.

Pero, además, tal complicidad no es para espantarse, han existido desde hace mucho tiempo; recordemos que, en los sesentas, el “Padrino” Miguel Ángel Gallardo se pavoneaba por su amistad con los gobernadores de su época y asistía a fiestas “oficiales” y la alta sociedad como un magnate. Hay muchas anécdotas respecto a las “amistades” entre criminales, políticos, empresarios y… De ahí que el dicho de Ismael Zambada “El Mayo” en la carta dada a conocer el sábado pasado, tiene mucha credibilidad, no tiene razones para mentir en la descripción de los hechos y menos en lo que toca al asesinato del diputado electo opositor Cuén Ojeda.

En todo caso quien debe tener mucho cuidado de aquí en adelante es el actual gobernador quien se deslinda de toda relación y de los hechos y sí, a la mejor no estuvo en la reunión en que secuestraron a El Mayo y asesinaron al diputado, pero en cuanto a las ligas, no cabe ninguna duda por más desplegados que firmen sus cuates de Morena o su tlatoani a quien también salpican y aportan un grano más a las sospechas de que también está involucrado con los “señores” del crimen organizado. Tal vez por eso el profeta de la 4T en la misma tierra narca hizo un acto de contrición y sin negar su cercanía con los delincuentes, defendió la honorabilidad de su feligrés como lo hizo su otra pupila, llevada de la manita para apapachar al pecador redimido.

Y dijeron “somos inocentes” pero nadie les creyó, ni siquiera los del mismo cártel en el gobierno, pues como en toda mafia, ahí, en la 4T no hay testigos porque todos son cómplices. Esas declaraciones las anotan los delincuentes a quienes los morenos se cuidaron de no ofender, de llamar señores y por sus nombres, no por los apodos. Más les vale porque con los varones del crimen no se juega y tarde o temprano se pueden “poner malitos”.

De hecho, si es como afirman las investigaciones periodísticas, esos personajes de la vida pública ya no podrán vivir en paz, de aquí para adelante estarán rodeados de escoltas, uno por que, a pesar de mangonear a su sucesora, ya no tendrá la protección de siempre y dejará de ser interlocutor por él mismo o intermediarios. Dejará de ser útil y como “sabe mucho”, será un cabo suelto.

El otro, seguramente verá extinguidas sus salidas a eventos y cuando concluya su mandato no vivirá en su entidad ni en el país, su esperanza es que no lo vean como un traidor a la causa porque sufriría serías consecuencias, él o su familia. El fondo es que El Mayo no tendría por qué mentir, al menos n en el contexto de los hechos a pesar de que el embajador del Estados Unidos, Ken Salazar salga a exculpar al gobierno del tlatoani olmeca, ese es su papel, aunque allá en su país las cosas se manejen de otra manera.

Ni modo que saliera a decir lo que allá confiesan los delincuentes en torno al gobierno mexicano, claro si se trata de los de “antes” como Genaro García Luna, bien venido, creíble y hasta merecedor de una mañanera, pero si es de la chachalaca tabasqueña y sus secuaces, todo será mentira. Nada es casual, ya faltan siete semanas para que deje la silla el mesías tropical por lo que no tardaremos mucho en saber verdades ¿sorprendentes?

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