“Politizan inauguración”
Manifestantes con pancartas y altavoces expresando su apoyo, manifestantes con pancartas y altavoces manifestando su rechazo; invitados especiales recorriendo la magna obra separados de las protestas; funcionarios defendiendo orgullosos la misma; críticos de la administración explicando las fallas de todo lo realizado; cientos de trabajadores apurando pendientes mientras que con discursos grandilocuentes se realiza la inauguración de la obra; así fue el domingo 22 de agosto de 2004 en la apertura de un tramo del segundo piso del Periférico, primera gran infraestructura del entonces jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador: un diario capitalino sintetizó “Politizan inauguración”. Meses de confrontación, de explicaciones y de solicitudes de información sobre un gasto millonario; crispación por las acusaciones de irregularidades en los contratos que hasta la fecha siguen sin aclararse, todo fue pausado ese día con un discurso de conciliación de López Obrador: “Por nuestra parte no hay deseo de confrontación, mucho menos odios o venganzas; nuestra mano abierta, franca para buscar la unidad”, expresó ese domingo el hoy presidente.
Hubo vecinos de la zona de Las Águilas y de Olivar del Conde que protestaron por las afectaciones a sus avenidas, a sus colonias, que denunciaron el cierre y destrucción de vialidades por las obras, vecinos que acusaron que fueron ignorados por los funcionarios y por el propio presidente. El contraste con las quejas fue la celebración a cargo de un mariachi que soltó notas festivas y vibrantes apenas terminó el discurso de López Obrador; el compromiso anímico de ese conjunto se explicaba pues se trataba del mariachi Nueva Guardia Nacional de la policía de la Ciudad de México. El arreglo a la letra de “El Rey” retrata el momento político que se vivía: “Con el fuero y sin el fuero, hago siempre lo que quiero… y mi palabra es la ley”. En realidad, la obra no estaba concluida, se trató de una parte de la misma; hubo otras, la más cercana fue la inauguración del tramo el 23 de enero del 2005. Ante las críticas por inaugurar una obra inconclusa, Claudia Sheinbaum Pardo explicó que se trataba de la primera etapa del segundo piso del Periférico, y que en los siguientes meses se ofrecerá “su máximo beneficio”, se refería a la construcción que llegaría hasta San Jerónimo.
La realidad de los beneficios y problemas se evidenció a partir del siguiente día y en los siguientes meses: miles de autos saturaron el tramo inaugurado del segundo piso y las filas en entradas y salidas fueron calificadas como embudos. Para la entrante temporada de lluvias se hizo presente la falta de infraestructura de desagüe, por varios meses el segundo piso continuó obras calificadas como “detalles” finales. Ese domingo llamó la atención que cientos de personas de la tercera edad y beneficiarios de programas sociales fueron trasladados al lugar y se aprovechó su presencia para hacer campaña en contra del desafuero del presidente. Fue así la inauguración, la politización y la campaña ante una aduana política, todo mezclado en agosto de 2004, la pregunta ahora ¿será así este lunes 21 de marzo de 2022? _______________________ Nota del editor: el autor es jefe de información política. Las opiniones en este artículo son responsabilidad única del autor.
Con información de EXP
