Precio de la carne de res sube 50 pesos en Sinaloa por crisis de agua, escasez e inseguridad
Carniceros aseguran que ya son tres meses de escasez de productos y ya analizan otras opciones para evitar más aumentos
Mario Núñez
Culiacán, Sin.- El precio de la carne de res en Culiacán ha subido de manera constante durante los últimos diez meses, en enero costaba entre 200 y 220 pesos por kilogramo hoy se vende hasta en 250 pesos en los mercados populares y alcanza casi 290 pesos en los supermercados.
Detrás de este incremento hay una combinación de causas; que van desde el aumento de los costos de producción ganadera, la reducción del hato por la sequía, la especulación de intermediarios y los efectos de la inseguridad en el consumo.
Aumento
El precio de la carne continúa en ascenso en los mercados de Culiacán, donde los carniceros reportan incrementos de uno o dos pesos por kilo cada semana desde inicios de año.
En total, el alza acumulada ronda ya los 50 pesos por kilo, lo que ha impactado no sólo al consumidor final, sino también a los pequeños comerciantes, que aseguran estar vendiendo menos y ganando menos.
“La carne no ha dejado de aumentar, poquito, pero cada semana sube. Ahorita la tengo en 240 pesos el kilo, pero ya me la están dando en 250”, relata Héctor Armando Morán, comerciante del mercado Garmendia, quien ha visto cómo la situación se complica por la escasez de producto y el encarecimiento general.
El fenómeno no se limita a la carne de res, pues la carne de puerco subió 20 pesos, y el menudo también.
Asimismo, indicó que es increíble como la pata de puerco vale más que el menudo, cuando antes costaba la mitad, sin embargo, en este caso se atribuyó a que es por la moda del colágeno, que la gente compra más pata.
Escasez y abasto irregular
Los comerciantes coinciden en que la falta de mercancía es otro de los problemas que los golpea desde hace unos meses.
“Pido 30 piezas y me traen cinco. A veces ni la mitad de lo que pido. Argumentan que no hay”, expresó el comerciante.
Héctor Moran, explicó que la escasez lleva dos o tres meses agravándose, lo que los obliga a comprar entre compañeros para poder surtirse, aunque eso les reduzca las ganancias.

“Dejamos de ganar porque el compañero te vende un poquito más caro, y a la vez son pérdidas. Lo preocupante es que además de caro, no hay producto”, subraya.
El comerciante apunta que las causas no están del todo claras, pero menciona factores que han incidido, como la sequía, la inseguridad en carreteras y la escasa repoblación ganadera.
“Cuando no hay enfrentamientos, hay retenes, y a veces los carros con carne no pueden pasar. Eso también afecta”, dice.
Desde la Unión Ganadera, se ha señalado que el estado enfrenta un déficit de hatos, especialmente en la zona de los Altos, lo que ha reducido la producción y presionado los precios.
Ante los altos precios, algunos comerciantes comienzan a probar alternativas como la llamada carne brasileña, que se ofrece a menor costo.
“Un compañero trajo y mandó a guisar. Está buena, pero no sé por qué es más barata. Tal vez sea una opción para no subir tanto el precio al consumidor”, comenta Morán.
Alternativas
Ganaderos del centro y norte del estado reportan que alimentar al ganado cuesta hoy entre un 20 y 25 por ciento más que el año pasado.
El encarecimiento de granos y forraje, sumado al impacto de la sequía que ha secado los pastizales naturales, ha obligado a los productores a comprar suplementos alimenticios más caros y reducir sus hatos para evitar pérdidas.
“Las sequías de años anteriores nos obligaron a bajar los inventarios. Hoy, con un temporal más favorable, necesitamos repoblar los hatos”, explicó José Alfredo Sáinz Aispuro, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa (UGRS).

El dirigente anunció un plan de repoblación con apoyo federal y estatal que contempla créditos para la compra de vientres y sementales, además de recursos para rehabilitar corrales y mejorar la genética del ganado.
“Queremos garantizar una oferta constante de animales para el mercado y recuperar la productividad del sector”, sostuvo.
Sin embargo, entre el rancho y el mostrador, la carne pasa por hasta cuatro intermediarios. Cada eslabón añade su margen, encareciendo el producto final entre 25 y 30 por ciento.
“Hay quienes compran, revenden y vuelven a revender antes de llegar al mercado”, señaló un productor.
Otro factor que ha presionado los precios es la alerta sanitaria por el gusano barrenador detectado en estados del sur del país.

Las restricciones al traslado de ganado hacia el norte han reducido la disponibilidad nacional y disparado el precio del ganado en pie, que pasó de 40 a más de 70 pesos por kilo.
Aunque Sinaloa se mantiene libre de la plaga, el efecto de la contención se ha sentido en toda la cadena productiva.
Paradójicamente, algunos ganaderos aseguran que, pese al incremento de la carne en los mostradores, el precio que ellos reciben por kilo ha caído de 80 a 70 pesos, afectando su rentabilidad.
Y mientras los productores buscan repoblar sus hatos y el gobierno intenta contener los efectos del clima y las plagas, el precio de la carne sigue siendo uno de los termómetros más visibles de la crisis del campo sinaloense.
Bajas ventas y locales cerrados
La situación económica se refleja también en las ventas, “Estamos vendiendo 60 a 70 por ciento de lo que vendíamos otros años”, calculó Héctor, comerciante del Mercado Garmendia.
Incluso las fechas que antes representaban repunte, como el Día de Muertos o el Día de las Madres, hoy pasan sin gran movimiento.
Además, la crisis se nota en los pasillos del mercado, donde al menos 8 a 10 locales permanecen cerrados.
“Algunos por fallecimiento de sus dueños desde la pandemia; otros, porque quebraron por los altos costos de luz, renta o simplemente porque ya no les alcanzó. Algunos locales se usan solo como bodegas”, explica Héctor Morán.
Con el cierre del año, los comerciantes están ajustando su forma de trabajo para no perder. “Pedimos menos mercancía, lo justo para acabarla. Si antes pedíamos tres trolelas, ahora pedimos dos y media. No queremos que se quede y se eche a perder”, expresó.
Dato
Según la subsecretaría de Ganadería de gobierno del estado durante el 2024 en Sinaloa existían unos 35 mil productores ganaderos y entre 800 mil a un millón 100 mil cabezas de ganado destinadas tanto para la producción de leche como de carne, sin embargo, la sequía, inseguridad y otros factores han generado escasez de hatos para la producción de carne.
Ante ello, se impulsa el programa de repoblación de hatos ganaderos para recuperar su producción y restablecer la capacidad productiva del sector así como mejorar la genética del ganado y garantizar el abasto de carne en los próximos años.
Con información de El Sol de Sinaloa

