Oswaldo Villaseñor

La jubilación dinámica en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) es un esquema de retiro que permite a los trabajadores jubilados recibir una pensión equivalente al 100% del sueldo que percibían al momento de su retiro, como si continuaran activos. Esto se suma a la pensión que reciben del IMSS o ISSSTE, funcionando como una “doble pensión”. Este beneficio, incluido en el Contrato Colectivo de Trabajo, busca garantizar un retiro digno, pero no cuenta con el respaldo financiero directo de las autoridades federales (SEP o SHyCP), lo que ha generado problemas estructurales para su sostenimiento.
Origen y contexto
La jubilación dinámica se instituyó en la UAS en la década de los 1970, durante un período de influencia de la izquierda radical, particularmente de sectores afines al Partido Comunista. En ese contexto, el sindicato de la UAS y un rector de esa época acordaron crear esta figura para asegurar una pensión decorosa, ante la percepción de que los esquemas de seguridad social de la época (IMSS creado en 1943, ISSSTE en 1959) no incluían adecuadamente a las universidades públicas. No se notificó a la SEP ni a la SHyCP sobre esta negociación, lo que resultó en la falta de un fondo económico federal para respaldarla.
Creación del Fideicomiso
En 2008, durante el rectorado de Héctor Melesio Cuén Ojeda, se creó un Fideicomiso Pro-Jubilaciones Dinámicas para intentar solventar el problema financiero. Este fideicomiso se diseñó con aportaciones compartidas: los trabajadores contribuían con un porcentaje de su salario (inicialmente 2% hasta llegar a 9%), y la UAS igualaba cada peso aportado. El objetivo era garantizar la sostenibilidad del esquema a largo plazo mediante un fondo basado en la solidaridad generacional. Sin embargo, este fideicomiso fue debilitado por demandas legales encabezadas por un grupo de jubilados, liderado por figuras como Marco Antonio Medrano Palazuelos que lo consideraron ilegal y exigieron la devolución de sus aportaciones. Esto llevó a su colapso, afectando a los trabajadores que ingresaron después de 2016, quienes ya no tienen acceso a este beneficio.
Situación actual
La jubilación dinámica sigue siendo una carga financiera significativa para la UAS, que debe destinar más de 2,057 millones de pesos anuales para pagar a más de 6,500 jubilados. La falta de apoyo federal y la desaparición del fideicomiso han generado tensiones, con rectores como Juan Eulogio Guerra Liera (2015-2019) y Jesús Madueña Molina (2025-2029) destacando su impacto en el presupuesto universitario. Mientras tanto, el sindicato (SUNTUAS) y la administración han defendido este derecho, aunque se acordó en 2016 que los nuevos trabajadores no serían incluidos en el esquema.
En resumen, la jubilación dinámica en la UAS es un beneficio histórico que otorga una pensión completa a los jubilados, creado en los años 70 y formalizado con un fideicomiso en 2008 bajo el rectorado de Cuén Ojeda, pero enfrenta retos financieros debido a la falta de respaldo federal y conflictos legales que lo debilitaron.

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