Relata AMLO par de “travesuras” al Servicio Secreto de EU
Un par de “travesuras” provocaron que el presidente Andrés Manuel López Obrador pusiera en aprietos al Servicio Secreto de Estados Unidos, encargado de la seguridad del mandatario de ese país, Joe Biden.
En la conferencia matutina de este jueves, el titular del Ejecutivo mexicano describió las dos escenas junto al jefe de la Casa Blanca: cuando se asomaron el lunes uno de los balcones para contemplar la Plaza de la Constitución y, el martes, junto a Trudeau y las esposas de los tres, Beatriz Gutiérrez, Jill Biden y Sophie Grégoire, subieron al antiguo elevador de Palacio Nacional, fabricado a finales del siglo XIX. De ambas el mandatario dejó constancia en sus redes sociales con fotografías.
“Ahora que estuvimos con las visitas, le hicimos como dos o tres travesuras a los de seguridad (Servicio Secreto). Una fue que nos reunimos en la bilateral en una mesa, y está el balcón y los de seguridad ya querían que se cerrara el balcón, pero se les convenció que aquí estaban seguros, que eran nuestros invitados, nuestros amigos y que los estimamos y queremos mucho, tanto al presidente Biden como al primer ministro”.
El día de la bilateral México-Estados Unidos, “estamos sentados, de repente se para, imagínense lo que es esto (el Zócalo) para cualquier extranjero, entonces se para el presidente Biden y va a la ventana para ver la plaza, es una de las plazas más bellas del mundo, entonces, ¡qué maravilla!, abro la puerta del balcón, le digo venga y ya nos salimos al balcón. Empieza el movimiento abajo de los de seguridad, pero muy bien”, narró López Obrador.
Al siguiente día, durante la jornada de la reunión trilateral, los tres líderes de las naciones de la región y sus compañeras subieron al añejo elevador –el segundo de América Latina— de Palacio Nacional, y se perdieron de la vista del personal del Servicio Secreto.
Desde el segundo piso se trasladaron hasta la planta baja y hasta salieron a la calle de Corregidora desde donde el anfitrión mostró a sus invitados el edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nacional, vecino a Palacio Nacional.
“La otra (travesura), la del elevador, porque estábamos esperando y les digo ‘pues vengan, les voy a mostrar algo’, y ya, subimos, pues (ellos) encantados porque es un elevador de finales del siglo XIX, principios del 20, tiene como 120 o 130 años, el segundo elevador de América Latina y todavía funciona. Entonces, pues les dije ‘yo les llevo, vamos, súbanse, nada más que seis’”.
Como sólo iban las tres parejas, el papel de intérprete, señaló el mexicano, lo desempeñó su esposa Beatriz.
Fue en ese marco cuando López Obrador evocó: “Yo soy el elevadorista y para abajo. Y ellos (los del Servicio Secreto), con mucha razón, tienen que estar pendientes y tienen algo que le llaman vista fija o algo así, no sé, una expresión en inglés, donde siempre tienen que estar viendo al presidente. Pero en eso, (Biden) ya no está a la vista, entonces bajamos. Eso no se sabe mucho, bajamos y abrimos y les enseñé la puerta, se abrió la puerta y salimos a (la calle) de Corregidora). Les mostró la Suprema Corte, nadie se dio cuenta –en ese instante soltó una leve risa—, nos volvemos a subir, pero muy bien, estaban muy contentos”.
Con información de La Jornada