TRANSICION

 

Oswaldo Villaseñor

¿Qué tienen en común los dos últimos hechos violentos de alto impacto ocurridos en Sinaloa en días recientes?

¿Cuáles son? Bueno; el enfrentamiento a balazos suscitado al interior del penal de Culiacán donde resultaron dos reos muertos y el ocurrido apenas la madrugada de ayer cuando un convoy conformado por cuando menos vehículos con gente fuertemente armada, atacó en diferentes puntos de la ciudad el sistema de video vigilancia urbana logrando destruir cuando menos 80 cámaras.

¿Son hechos aislados, o llevan un mensaje encriptado o demasiado claro por parte de la delincuencia organizada a las nuevas autoridades?

Quien sabe, apenas ellos lo saben, pero lo que sí es evidente, es que estos hechos le pegan directo a un claro destinatario. El Secretario de Seguridad Pública Estatal, Cristobal Castañeda.

Ambos hechos, hay que decirlo, no se suscitaron en esta magnitud ni frecuencia en cinco años, pero ahora se han presentado una vez que el gobernador electo, Rubén Rocha Moya anunció que por instrucción presidencial, el Secretario de Seguridad Pública, Cristobal Castañeda repetirá en el cargo, tumbando así la posibilidad de que un civil dirigiera esta importante institución.

¿Casualidad o destino?

¿Hay un reto o un veto a las decisiones del Gobernador electo por parte de la delincuencia organizada? Se va a saber.

Lo que sí, es que con el operativo montado por la delincuencia organizada para destruir algo así como 80 video cámaras de vigilancia urbana, las policías quedaron evidenciadas por su nula actuación y reacción en tiempo real para detener a los delincuentes.

¿Dónde estuvo la policía municipal de Culiacán, la Estatal Preventiva, la Ministerial, la Guardia Nacional, El Ejército?

Ni modo que digan que no vieron, si los atacados eran sus ojos.

En fin, a juzgar por los mensajes violentos ocurridos al final de un gobierno y en la víspera de un nuevo gobierno, la pregunta es obligada. ¿Hay un reto o un veto por parte de la delincuencia?

Sea como sea, la delincuencia mostró su enorme poderío, mientras que las policías fueron exhibidas una vez más. No reaccionaron y no actuaron en consecuencia, sino hasta que los delincuentes hicieron su chamba y se retiraron.

¿En qué consistió el operativo implementado posteriormente por Policía Estatal y Guardia Nacional? Pues en contabilizar los daños causados. Nada más y párenle de contar.

¿Hay mensaje o no hay mensajes? Todo parece indicar o cuando menos se presta para la especulación.

1.-Apenas el lunes 20 de septiembre, escribimos la columna Transición titulada de la siguiente manera. “Violencia y política….Juego peligroso”. El tema que motivó esta reflexión, fue el enfrentamiento con armas de fuego al interior del penal de Aguaruto, Culiacán, con el resultado de dos reos muertos.

2.- Ese día, o sea hace apenas 8 días entre un suceso y otro, escribimos lo siguiente. El enfrentamiento que se suscitó el día de ayer en el Penal de Culiacán, sin lugar a dudas pudo ser un caso más, un suceso aislado y un simple choque entre internos de dos grupos delincuenciales antagónicos. “No hay que buscarle chichis a las culebras o tres pies al gato” se podría resumir.

Sin embargo, hasta los sucesos aislados, en este momento cuentan en las decisiones políticas que están por tomarse o ya se han tomado en torno a quienes integrarán el próximo gabinete y más en las áreas de seguridad.

Muy sencillo. En muchas ocasiones y en casi todos los gobiernos que se van, aparecen hechos violentos que se catalogan como la despida a las autoridades ya en retirada.

En los gobiernos que llegan, “normalmente” también aparecen y se catalogan como una “calada” a las nuevas autoridades.

Sin embargo, en este caso ambas interpretaciones pueden ser válidas por una simple y sencilla razón. El gobernador electo Rubén Rocha Moya ya anunció que el Secretario de Seguridad Pública, Cristobal Castañeda repetirá en el cargo ante una sugerencia del Gobierno Federal en reconocimiento al buen trabajo realizado en Sinaloa.

¿Llevará mensaje lo sucedido en el penal de Aguaruto? Quién sabe.

Hasta aquí lo escrito el 20 de septiembre.

3.-Hoy después del reto de los delincuentes a las autoridades, la misma pregunta es más que válida y cobra aún mucho más vigencia.

¿Llevará mensaje el ataque realizado al sistema de video vigilancia urbana? Si lo hay, el destinatario es el mismo.

¿De quién depende la autoridad formal de la seguridad de los penales? Del Secretario de Seguridad Pública Estatal.

¿De quién depende el sistema de Video Vigilancia de la ciudad? Del Secretario de Seguridad Pública Estatal.

4.-¿Para quién es el reto o el veto? Lo cierto es que el Secretario de Seguridad Pública transcurrió en aguas tranquilas – se podría decir- durante estos años que ha estado al frente de la institución, ¿Cuándo se presentó la turbulencia? Bueno a partir del anunció de Rocha de que repetirá en el cargo. ¿Casualidad o destino?

5.-Pero mientras son peras o son manzanas, ayer el Consejo Estatal de Seguridad Pública se reunió con la participación de los titulares de las policías preventivas.

¿La razón o motivo? Analizar lo sucedido con el ataque al sistema de video cámaras de vigilancia urbana en la capital del estado y la nula participación de las policías preventivas o de cualquier otro nivel durante el suceso.

¿Dónde estuvieron las policías preventivas durante el ataque? Esa es la pregunta obligada.

Y la otra pregunta obligada. ¿Y ahora que harán la Guardia Nacional, El Ejército, las policías estatales y municipales? Exhibidas una vez más, ya quedaron.

¿Qué es lo que sigue?

Ya veremos dijo el ciego.

Habrá que estar pendientes.

PASO A PASITO.-Ayer en nuestro portal OV elanalista.com y en el programa de Televisión que se transmite por el canal 151 de Megacanal donde compartimos créditos con nuestro amigo Yamil Hallal, realizamos un ejercicio de opinión.

Le preguntamos a la gente de manera abierta. ¿Quién debe estar al frente de la Fiscalía General del Estado en el Gobierno que encabece Rubén Rocha Moya?

Las opciones dadas eran las siguientes. Juan José Ríos Estavillo, Sara Bruna Quiñonez, Oscar Fidel González Mendívil, José Luis Polo Palafox y Marco Antonio Almanza.

Hasta el momento los más votados fueron Juan José Ríos Estavillo y José Luis Polo Palafox.

Fueron casi 5 mil participantes los que nos dejaron su opinión y se les agradece a todos.

Eso sí y habría que agregar. A juzgar por lo declarado en varias ocasiones por el gobernador electo Rubén Rocha Moya, Juan José Ríos Estavillo ya está por separarse del cargo, pero eso no quita que la gente lo vea bien en el cargo que aun ostenta.

OTRO PASITO.-El mes de octubre, que ya viene volando, será un mes que defina el futuro de los partidos políticos en Sinaloa.

MC tiene programada su asamblea para elegir al dirigente estatal para el día 24 de octubre. El agarre se pueda dar entre Sergio Torres y Roberto Cruz.

Serán días intensos.

En el caso del PRI los ánimos por empujar un relevo en la dirigencia estatal están más que encendidos. ¿Quién pondrá y quien será el nuevo líder estatal de los priistas?

Hoy el control del Consejo Político Estatal y mientras no se cambie, lo tiene el Gobernador Quirino Ordaz.

Otros hablan del interés de Alejandro Moreno de tomar el control del PRI en Sinaloa y ya surgen nombres como Gomer Monarrez, Alfredo Villegas, Erika Sánchez , Aarón Rivas entre otros.

El Senador Mario Zamora también quiere meter la cuchara y no se diga el ex gobernador Jesús Aguilar Padilla.

Ya habrá tiempo para mañana describir la lucha que viene por el control de lo que queda del PRI en Sinaloa.

En el caso del PAN también con el relevo de la dirigencia nacional ya se calientan los ánimos en el estatal en la búsqueda del relevo de Juan Carlos Estrada.

Octubre será un mes de mucho jaloneo político.

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