Ahora que está próximo a que acabe el presente año e iniciar el 2022, nuevamente surgieron dudas sobre si habrá que pagar impuestos por transferencias o depósitos en efectivo.

Esto como parte de las novedades fiscales que cada año se aprueban para el siguiente ejercicio fiscal.

Para el 2022 no hay una nueva disposición que indique que se tendrán que pagar impuestos por transferencias o depósitos bancarios en efectivo.

Únicamente hay un cambio en el plazo en que las instituciones bancarias informen al Servicio de Administración Tributaria (SAT), sobre los depósitos en efectivo que rebasen los 15 mil pesos.

Actualmente esta obligación es anual, y a partir del próximo año será mensual, es decir que cada mes los bancos avisarán al fisco quienes de sus cuentahabientes están superando ese monto en depósitos en efectivo.

El integrante de la Comisión Técnica de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, Elio Zurita, explica que hay mucha confusión en cuanto a ese tema, pero básicamente no ha cambiado.

El experto en impuestos matiza que la ley vigente establece que los bancos reporten los depósitos en efectivo por 15 mil pesos cada año, y en la miscelánea fiscal era opcional hacerlo de manera mensual.

Pero a partir del 2022 hay una disposición para que el reporte al SAT sea mensual. “Ese es el único cambio”, afirma.

Se van a sumar todos los depósitos de una cuenta en un mismo banco en el mes, y si supera ese monto, lo dan a conocer al fisco.

Otra duda que hay, dice, es qué pasará con las transferencias, pero aclara que esas operaciones no son con dinero en efectivo.

SAT puede hacer revisión en cualquier momento

No obstante, señala que el SAT puede hacer una revisión al contribuyente en cualquier momento para pedir una explicación sobre algún movimiento ya sea en efectivo o transferencia electrónica.

“Si el SAT presume que hay un depósito que es un ingreso, pedirá cuentas y se podrá comprobar que no es así”, puntualizó.

Si no hay nada que declarar se tendrá que probar.

Aunque reconoce que con estas pocas modificaciones la autoridad puede construir un andamiaje, como por ejemplo si alguien no está dado de alta ante el SAT con los datos que le proporcione el banco, se le puede sacar su Registro Federal de Contribuyentes (RFC) para identificarlo.

En caso de que ya esté registrado en el SAT, el fisco tiene la facultad para preguntar si esas transferencias o depósitos son ingresos que ameriten pagar impuestos.

Si resulta que es un aumento a su patrimonio, hay que pagar impuestos, afirma.

Esta medida ha causado revuelo porque se va a ejercer una mayor fiscalización.

“La gente debe estar consciente de que cada peso que deposita en el banco le pueden pedir (SAT) una explicación”, indica.

Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que se deposita, porque al momento de hacerlo hay que contar con la forma de comprobar ese dinero, ya que, si no es un ingreso, hay que explicar el origen, advierte.

 

Con información de Publimetro

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