Alguien tiene que Decirlo
Samuel Sarmiento
Así como los jinetes del apocalipsis, 2 catástrofes acechan a la población y a los sectores productivos de Sinaloa: la sequía y la escasez de agua.
2 conceptos que aunque se parecen, no son lo mismo, la sequía tiene que ver con las precipitaciones, es decir, si llueve o no llueve, mientras que la escasez de agua tiene que ver la disponibilidad de agua en las presas y el uso en las actividades productivas.
Para medir la intensidad de la sequía, CONAGUA tiene 5 clasificaciones:
Anormalmente seco: que no es un nivel de sequía, sino que se presenta antes o después de un periodo de sequía.
1. Sequía moderada: se presentan algunos daños en los cultivos y existe un alto riesgo de incendios y bajos niveles de ríos y embalses.
2. Sequía severa: se registran probables pérdidas en los cultivos, escasea el agua y se aplican restricciones en el uso del agua.
3. Sequía extrema: hay pérdidas mayores en los cultivos, el riesgo de incendios es extremo y se generalizan las restricciones de agua.
4. Sequía excepcional: pérdidas excepcionales y generalizadas en la agricultura, escasez total de agua en ríos y pozos, y se presenta una situación de emergencia debido a la escasez de agua.
Considerando lo anterior, Sinaloa tiene 10 municipios con sequía extrema: Ahome, Angostura, Concordia, Escuinapa, Guasave, Mazatlán, Mocorito, Rosario, Salvador Alvarado y Navolato.
Y 8 municipios con sequía excepcional: Badiraguato, Cosalá, Culiacán, Choix, Elota, El Fuerte, San Ignacio y Sinaloa.
En términos de población, eso quiere decir que el 56% de los sinaloenses enfrentan sequía extrema y el 44% sequía excepcional.
Sólo como referencia, el año pasado, no teníamos ningún municipio con sequía extrema, ni sequía excepcional.
Asimismo, las presas tienen sólo el 12% de su capacidad de conservación, comparado con el 31% promedio de los últimos 30 años.
Esto podría ser una catástrofe para Sinaloa, ya que se pone en riesgo la calidad de vida de la población y nuestra economía, al ser un estado cuya vocación es la producción de alimentos y somos el garante de la autosuficiencia alimentaria del país.
Por lo anterior, la prioridad de los 3 niveles de gobierno y de los candidatos debería ser el cuidado del agua, particularmente en el campo, ya que de cada 100 litros, la agricultura consume 94 litros, mientras que los ciudadanos consumimos 5 litros de agua y la industria 1 litro.
Además, se estima que se pierde entre el 40% y 50% del agua, desde la presa hasta la parcela de los productores, por problemas de conducción, evaporación y filtración.
Por lo tanto, al ser la agricultura el sector que más usa y que más desperdicia el agua, entonces, ahí deben enfocarse las Políticas Públicas para el cuidado del agua, por ejemplo: inversión en infraestructura hidroagrícola (rehabilitación de canales de riego y drenes), medición del agua, maquinaria y equipo para limpieza de canales y proyectos productivos para instalar sistemas de riego en las parcelas.
Pero, ¿saben cuál es la importancia que el Gobierno Federal le ha dado a la inversión en infraestructura hidroagrícola?
En el 2018 se invertían 2,259 millones de pesos en infraestructura hidroagrícola y para el 2024 se van a invertir sólo 1,201 millones de pesos, eso quiere decir, que hoy que más necesitamos cuidar el agua, MORENA eliminó el 47% de los recursos.
Por eso, le pregunto estimado lector: ¿sabía que los mismos que están prometiendo invertir en infraestructura hidroagrícola, son los mismos que le quitaron el 47% de los recursos en los últimos 6 años?

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