Javier Castro
Ciudad de México-La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, lanzaron una crítica directa al gobierno de Estados Unidos por la falta de información en torno a los acuerdos realizados con Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, tras la entrega voluntaria de 17 miembros de su familia al FBI en la frontera norte.
La molestia de las autoridades mexicanas surge del hecho de que la administración estadounidense no notificó previamente al gobierno mexicano sobre esta operación, a pesar de que la captura de Ovidio Guzmán, ocurrida en enero de 2023, implicó un fuerte despliegue militar que dejó varios soldados muertos y provocó un estallido de violencia en el estado de Sinaloa.
“Nosotros lo capturamos. Pusimos en riesgo vidas mexicanas, enfrentamos una ola de violencia y ahora nos enteramos por los medios de acuerdos que tienen implicaciones para nuestra seguridad nacional”, expresó Omar García Harfuch durante una rueda de prensa. El funcionario no ocultó su inconformidad y reclamó mayor coordinación binacional, particularmente en temas tan sensibles como los pactos con líderes del crimen organizado.
Aunque la presidenta Sheinbaum no ofreció declaraciones directas, fuentes cercanas al gabinete confirmaron su preocupación ante las posibles repercusiones de estos acuerdos en el panorama político y social mexicano, incluyendo el riesgo de que Ovidio Guzmán entregue información comprometedora sobre presuntos vínculos entre actores políticos nacionales y organizaciones criminales.
“La moneda de cambio parece ser información. Eso puede tener consecuencias profundas en la vida política de México y en la estabilidad de regiones como Sinaloa”,
El traslado de los familiares de Guzmán López a Estados Unidos ha avivado la tensión entre ambos países, en un contexto de creciente presión por parte del gobierno estadounidense —particularmente bajo la administración Trump— para que México intensifique sus esfuerzos en el combate al fentanilo.
Analistas advierten que estos movimientos podrían alterar no solo el equilibrio entre las facciones del Cártel de Sinaloa, sino también generar una ola de revelaciones con impacto directo en procesos judiciales y electorales.
A pesar de los esfuerzos por mantener una colaboración estrecha en temas de seguridad, el episodio ha puesto en evidencia las grietas en la relación bilateral y la urgencia de establecer mecanismos de información más sólidos y transparentes entre ambos gobiernos.

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