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La tarde de ayer, los familiares de los 10 mineros que llevan atrapados 23 días en la mina “El Pinabete” informaron que la CNPC les propuso un nuevo plan de rescate que consta en construir un tajo y tardaría de seis a 11 meses en realizarse, plan que fue rechazado rotundamente, ya que en 11 meses no podrán recuperar nada de sus parientes.
Ciudad de México, 26 de agosto.– El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró esta mañana que continuarán las obras de rescate de los 10 trabajadores atrapados en la mina de “El Pinabete”, en Coahuila, ya que no se repetirá el caso de Pasta de Conchos –ocurrido en febrero de 2006– y que mientras seguirán dialogando con las familias de éstos para consensuar el plan de rescate más viable y conveniente.
Durante su conferencia de prensa matutina, el titular del Ejecutivo recalcó que luego de que la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) presentara un nuevo plan de rescate de los mineros atrapados en “El Pinabete”, él mismo pidió que antes de ejecutarlo se hablara con las familias de los trabajadores para saber cual era su opinión. Debido a que el plan, en el que se pretende excarvar el terreno, llevaría a que el rescate de las 10 personas atrapadas tarde entre seis a 11 meses.
Asimismo comentó que la posición de las y los familiares de los mineros atrapados es entendible debido a la triste situación.
“Se está dialogándo con ellos, es muy triste, entendible, la situación de los familiares de los mineros atrapados; merecen toda nuestra consideración y respeto. Son situaciones muy graves, lamentables. ¿Qué sucede?, pues se inundó la mina. Estaban 15 trabajadores, cinco se salvaron, se infiere que fue por la misma presión del agua. ¿Por qué la mina se inunda? Porque está ubicada junto a una mina muy grande abandonada, inundada y se presume que hubo una ruptura de las paredes y por ahí se filtró el agua en grandes volúmenes y se inundó la mina”, precisó el oriundo de Tabasco.
“Entonces los técnicos, protección civil, los miembros del Plan DN- III, de la Secretaría de la Defensa, decidieron poner bombas grandes para extraer el agua de los pozos de carbón y se fue avanzando, ya prácticamente se habían achicado los pozos y de repente se vuelve a inundar, entonces se sigue bombeando, estamos hablando de 600 u 800 litros por segundo que se extraen, pero siguen estando altos los niveles de agua aunque no se ha dejado de bombear. Se hizo una revisión técnica de qué otra opción o alternativa y decidieron los técnicos que la otra opción era excarvar el terreno para poder entrar a la mina, nada más que eso lleva más tiempo. Antes de tomar esa decisión di la instrucción de que se reportara a los familiares, y ayer se les consultó y como tu lo sostienes, ellos no están de acuerdo. No es que no quieran rescatar a sus familiares, es que les parece mucho tiempo”, precisó ante la prensa asistente a su conferencia matutina.
López Obrador comentó que continuarán en diálogos con las familias, pero que Protección Civil y el resto de involucrados en el rescate ya evaluán si se puede acortar el tiempo de rescate con una mayor extracción de agua y una buena evaluación de los riesgos que se contemplan en cada opción de rescate. Sin embargo insistió que la instrucción dada hasta ahora es no darse por vencidos y rescatar lo más pronto posible a los mineros atrapados desde el pasado 3 de agosto.
Desde el puesto de mando en #Sabinas, #Coahuila, continuamos atendiendo la instrucción presidencial y con el compromiso de mantener los trabajos en la #Mina #Pinabete.@laualzua
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— Protección Civil México (@CNPC_MX) August 26, 2022
“La instrucción es que no nos demos por vencidos. No va a suceder lo de pasta de concho que se decretó que no había ninguna posibilidad de recuperar a los mineros; nosotros no, ahí vamos a estar. Eso es básicamente. […] Hasta se tengan las evidencias, eso nunca [declarar a los mineros muertos], jamás. Se seguirá hablando con ellos [los familiares], se está haciendo esa labor y hoy también los técnicos van a explorar si se puede acortar el tiempo con más extracción de agua, aun cuando sostienen que estando con menos agua los pozos de carbón, aún hay riesgo”, sostuvo.
Ante el tema, periodistas presentes en el Salón de Tesorería de Palacio Nacional cuestionaron al Presidente si, como pidieron los familiares de los 10 mineros, tendrá que renunciar la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), Laura Velázquez Alzúa. Ante la pregunta, López Obrador comentó que esto se trata sólo de politiquería.
RESCATE PODRÍA TARDAR DE SEIS A 11 MESES
La tarde de ayer, María Elena Chávez, esposa del minero Jaime Montelongo Pérez, informó que los familiares se reunieron con Laura Velázquez Alzúa, titular de la CNPC, quien expuso el nuevo plan de rescate y que fue rechazado rotundamente, ya que en 11 meses no podrán recuperar nada de sus parientes.
“Mire, ahorita ya no sabemos cómo están ellos, menos de seis a 11 meses”, expresó María Elena.
Durante la reunión con CNPC, se les compartió la opción de construir un “tajo”. Sin embargo, familiares reportaron que no les brindaron mayores detalles sobre la ubicación y procedimiento, pero que sería la estrategia para rescatar a los mineros atrapados. Lo anterior indignó a los familiares, quienes narraron que se retiraron de la reunión con la funcionaria federal.
En entrevista con medios de comunicación, dieron a conocer que las autoridades federales “les están mintiendo constantemente” e hicieron un llamado al Presidente Andrés Manuel López Obrador para que acuda nuevamente a la mina y dé la cara.
“Él nos dijo que él nos iba a cumplir, que él nos iba a dar a nuestros familiares. Ahorita queremos que venga y nos dé opciones”, exclamaron los familiares.
De aceptarse la propuesta, las autoridades entregarían una indemnización a las víctimas indirectas de la tragedia, aún así las familias expresaron que se negarán a aceptar cualquier recurso.
“No vamos a aceptar la indemnización hasta que no nos los entreguen”, expuso Idalia Morales, familiar. “Lo que queremos es justicia y no los vamos a dejar ahí. No los vamos a dejar nada más por ellos. Si en tres semanas no pudieron hacer nada, ¿usted cree que en un año nos van a entregar?”.
Las familias denunciaron que se les retiraron las áreas de espera que se habían habilitado al exterior del pozo: el comedor (mesas y sillas), los baños y las ambulancias. Afirman que el objetivo es hacerlos irse y así dejen de insistir en el rescate.
Con información de Vanguardia