Tengo la hipótesis
ESCENARIOS
Felipe Manzanarez
En su conferencia de esta semana, Rubén Rocha Moya dedicó media hora a compartir su hipótesis de que el Partido Sinaloense viola la autonomía de la UAS. Al mismo tiempo apuntó que la máxima casa de estudios desvía recursos en apoyo a sus actividades. Continuó su denuncia y sugirió la destitución de su secretario de Administración y Finanzas. En pocas palabras intentó amarrar navajas entre Jesús Madueña Molina y Héctor Melesio Cuén Ojeda. Veamos los puntos que abordó el gobernador.
Primero: “Tengo la hipótesis que financieramente la universidad eroga recursos en apoyo al PAS”.
Toda hipótesis requiere comprobación. Si el gobernador sospecha puede ordenar una auditoría externa o pedir al Congreso del Estado que instruya a la Auditora Superior del Estado que haga lo propio. Hasta entonces debería acusar.
Segundo: “El PAS viola la autonomía universitaria”.
Rocha Moya afirma que la tesis de la autonomía establece que tal se viola desde fuera hacia adentro. Si esto es así ¿significa que la comunidad uaseña consiente ser violada? ¿acaso el gobernador -ente externo- no hace lo mismo que critica?
Tercero: “Yo le pido al Rector”.
Como el personaje Doña Márgara Francisca dice que estima mucho al rector, pero con todo respeto le pide que demuestre su amor propio y su autoridad. Lo cierto es que puso en duda que el doctor Madueña gobierne la UAS.
Conclusiones:
El gobernador abre nuevo frente de conflicto y une a sus denunciados. Ayer contra el PAS, ahora contra la UAS.
Rocha Moya pierde tiempo y energía al continuar sus ataques contra Cuén Ojeda. Se muestra intolerante, rencoroso y débil. Contradice su propio historial político cuando en el pasado reclamaba respeto y espacios a las minorías partidistas.
Pierde de vista que ya no es rector y que ahora actúa en su calidad de gobernador. Sin darse cuenta que se entromete en la vida interna de la Casa Rosalina con lo cual invade la esfera de su autonomía.
Si lo que hoy señala contra el PAS y la UAS es cierto, ¿entonces por qué aceptó y presumió el apoyo político y electoral del Partido Sinaloense en su campaña por la gubernatura? Su incongruencia se explica sola.
Finalmente, quien acusa tiene la carga de la prueba. Si no aporta los elementos fehacientes de sus imputaciones quedará como un gobernador poco serio, como un político marrullero.
Todos queremos ver a nuestro gobernador contento y optimista, pero al mismo tiempo mostrando templanza y dominio propio. Le convendrá reflexionar a quién le está prestando oídos porque, al parecer, lo están provocando a la venganza.
El desgaste del gobernador está garantizado, más no así, el éxito de su pretensión.
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