EL GOBIERNO DE la 4T generó una competencia insana entre la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el control de los servicios de tierra y aire en los aeropuertos. No se sabe si la decisión de dividir el control del sistema aeroportuario nacional se debe a la presión de Estados Unidos, o a la política de Andrés Manuel López Obrador en busca de equilibrios.  La Sedena parece tener todos los poderes y los presupuestos para construir, administrar, crear y gestionar una cantidad creciente de infraestructura, lo que generó la incomodidad de la Semar.

Pero esta carrera puede terminar en una batalla campal entre el general Luis Cresencio Sandoval y el almirante José Rafael Ojeda por los dineros que se recaudan, por una parte, y que se asignan, por la otra.

Todo empezó con la adjudicación a la Marina del manejo de los puertos en el país y de las aduanas, lo que equivale a tener el control de los flujos monetarios.

La Defensa se quedó con los presupuestos para construir y operar el aeropuerto Felipe Ángeles, el de Tulum, la nueva aerolínea Mexicana y el Tren Maya vía el Grupo Aeroportuario Olmeca-Maya-Mexica al que se le asignará toda la recaudación del impuesto al turismo. Ante la desproporción, la Semar pidió más y obtuvo la gestión del aeropuerto de la CdMx; por su parte, la Sedena la asignación de los aeropuertos de Guaymas, Ciudad Obregón, Palenque y Campeche.

En respuesta la Marina creó el Grupo Aeroportuario Casiopea, que tendrá en la panza el aeropuerto de la CdMx y otros seis que componen la red de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA): la competencia parece no tener fin.

Se sabe que en este momento muchos de los servicios que prestan otras dependencias del gobierno federal, como Pemex y servicios particulares, concesionados de transporte y almacenamiento de petrolíferos y personas, así como la turbosina que almacena y vende ASA, pasarán al control de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Fuentes de ASA revelan también que con la anuencia de López Obrador, la Marina ahora va a ofrecer el servicio de transporte de pasajeros en autobuses y minivans del aeropuerto a la ciudades, o de aeropuerto a aeropuerto, como puede ser el caso del de la CdMx al Felipe Ángeles.

Existe también la decisión de desplazar los servicios de concesión privada en el transporte de pasajeros para convertirlos en servicios públicos administrados por la Sedena.

La milicia no tiene llenadera en un sector que es competencia de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, cuyo titular, Jorge Nuño, es un cero a la izquierda.

EL REPORTERO DE la fuente presidencial, Carlos Pozos, mejor conocido como Lord Molécula, fue quien le lanzó ayer la pregunta a Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera: “¿Tiene conocimiento de si ya se vendió Citibanamex al empresario Germán Larrea y si su gobierno no ve con buenos ojos al comprador?” El inquilino de Palacio Nacional respondió, palabras más palabras menos, que “vemos bien que se lleve a cabo la operación, si es Grupo México no vemos problemas, tenemos diferencias con ellos, pero ese es otro cantar”. López Obrador confirmó lo que aquí le hemos platicado en los últimos días, específicamente lo que reseñamos el viernes: que su gobierno tiene diferendos con Larrea (quiere revocarle parte de la concesión a Ferrosur para garantizar el paso libre al Canal Interoceánico del Itsmo de Tehuantepec y el Tren Maya) pero que no le alcanzó para tirarle la compra de Banamex.

TAL Y COMO se lo adelantamos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador comió ayer en Palacio Nacional con algunos integrantes de su Consejo Asesor Empresarial. Es el primer encuentro que sostiene en el año con ese reducido grupo de hombres de negocios. La presencia que más acaparó la atención fue precisamente la de Germán Larrea Mota-Velasco. Fue el tercero en llegar. También estuvieron Carlos Hank González, presidente del Grupo Financiero Banorte; Bernardo Gómez, copresidente de Grupo Televisa; Daniel Chávez, dueño del Grupo Vidanta; Miguel Rincón, cabeza del Grupo BioPapel, y Alejandro Bailléres Gual, presidente del Grupo BAL. Los que se disculparon por no poder estar fueron Ricardo Salinas Pliego, Carlos Slim, Olegario Vázquez Aldir y Sergio Gutiérrez Muguerza.

AYER POR FIN una autoridad oficializó lo que aquí informamos desde el 28 de abril pasado: el nombramiento de Alfonso Ascencio Triujeque como síndico de Interjet. Lo dio a conocer el Juez Segundo Especializado en Concursos Mercantiles, Saúl Martínez Lira, aunque el nombramiento corrió a cargo de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, instancia que encabeza Jorge Nuño Lara y que tendrá bajo su supervisión directa la actuación de Ascencio. Este especialista es también el síndico de la quiebra de Mexicana de Aviación, que tiene en sus manos justo por estos días la venta de esa icónica marca al gobierno de la 4T para lanzar a finales de este año la aerolínea del Ejército.

TAMBIÉN AYER EL Presidente se refirió a la situación de Altos Hornos de México (AHMSA) que en esta columna igualmente hemos seguido puntualmente. Contrario a lo que en su momento manifestara en privado a un potencial interesado el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en el sentido de que el gobierno federal no tenía contemplado salir al rescate de la principal empresa de Monclova, Andrés Manuel López Obrador aseguró que sí podrían apoyar la reestructura financiera siempre y cuando salga definitivamente Alonso Ancira. El problema de AHMSA es que su supuesto reflotamiento pende de un acuerdo que el mismo Ancira acordó con un ex socio, Daniel Chapman, el del fondo Argentem Creek.

EN COAHUILA EL aliancista Manolo Jiménez aventaja en las encuestas de calle a Armando Guadiana con márgenes cada vez más amplios, alejando la posibilidad de una elección cerrada, aún con la declinación prevista de Lenín Pérez, el candidato del Verde y de la Unidad Democrática de Coahuila (UDC), a favor del de Morena. Por su parte Ricardo Mejía no sólo se niega a declinar a favor de Guadiana, sino asegura ir en segundo lugar y exige que el empresario carbonero ceda a su favor, por lo que la apuesta del Partido del Trabajo por el exsubsecretario de Seguridad le puede salir cara al instituto dirigido por Alberto Anaya, si es que quiere negociar para repetir la coalición con Morena en el 2024.

DE CARA A las presidenciales del 2024, donde ya alzó la mano Francisco García Cabeza, otra empresa afortunada en su gobierno de Tamaulipas fue la firma de ciberseguridad Soluciones Integrales SayNet, pues de 2017 a 2022 le otorgaron contratos por 149.9 millones de pesos. En este caso la empresa que lleva Adolfo Tolentino López podría sumarse a la cruzada presidencialista del exmandatario, sin temor a lastimar una relación con el gobierno federal toda vez que fue ya responsabilizada por el hackeo del que fue víctima Pemex a finales del 2019, además de que recientemente fue marginada del proyecto de tecnología de seguridad que licitó la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Con información de El Debate

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