A su regreso de una gira por Chiapas y Tabasco, el presidente Andrés Manuel López Obrador compartió la respuesta que Alberto Fernández, presidente de Argentina, envió a su carta fraterna, en la que le pide hacer una excepción para visitar la patria donde el continente termina.

En la misiva, publicada en redes sociales, Alberto Fernández, destaca la visita que realizó Beatriz Gutiérrez Müller a Argentina, a quien calificó como “una gran representante de la sociedad mexicana”.

“Hemos tenido el placer de recibir en nuestra Argentina a Beatriz, tu compañera de vida. Ha seducido a todos con su frescura, su maravillosos carácter y su envidiable inteligencia”, se lee en la carta.

En el texto, Alberto Fernández pide al presidente López Obrador hacer una excepción y visitar Argentina “para alegrar la vida de alguien que te quiere, te respeta y te admira”.

“Le dije a Beatriz que quiero recibirte en Argentina. Sé que no eres amigo de salir de México. Pero deberías hacer una excepción sólo para alegrar la vida de alguien que te quiere, te respeta y te admira: ese soy yo”, se agrega en la circular.

En otra parte del escrito, Alberto Fernández le pide a López Obrador unir esfuerzos para ponerse al frente de los que “han quedado atrapados en el cono de la marginación y la pobreza”.

“Ingenuamente creí que el dolor que nos causaba la pandemia, con tanta enfermedad y tanta muerte, nos haría revisar la injusticia global en la que vivimos. Pensé con esperanza que el capitalismo se revisaría y se animaría a recuperar la ética social que mancilló por la avaricia de los poderosos. Me equivoqué. Tras la pandemia no logramos mejorarnos como humanidad. Solo corroboré que los que eran buenos, tras la pandemia resultaron buenísimo. Pero los que eran malos, acabaron siendo peores.

Creo, querido Andrés Manuel, que debemos unir esfuerzos para cambiar esta realidad tan indignante. Creo que también debemos ponernos al frente aquellos que tenemos firme nuestra convicción de que a los únicos que les debemos lealtad es a aquellos que han quedado atrapados en el cono de la marginación y la pobreza. Si el capitalismo sigue acotando el número de consumidores empobreciendo sociedades, un día asistiremos impávidos a su propio suicidio. Tanta inmoralidad no puede resultar impune.

 

 

Con información de Excelsior

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