Han pasado más de dos años desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que las medicinas llegarían a las comunidades, así como llegan los “refrescos y las papitas” hasta los lugares más apartados. “¿Cómo es posible que no podamos nosotros llevar las medicinas si llega la Coca Cola y llega la Sabritas?”, cuestionó en julio de 2019, durante una gira en Tepic, Nayarit. En ese periodo, el gobierno federal ha intentado resolver el problema que, si bien ya existía, se intensificó cuando se cambió el modelo de adquisiciones y distribución de estos insumos. El 25 de noviembre pasado, el Ejecutivo federal reconoció dificultades en la distribución de medicamentos, por lo que decidió sumar esta tarea al Ejército, que ha contribuido en el Plan de Vacunación contra COVID-19, la construcción de obras prioritarias, entre otras acciones.

El pasado 30 de noviembre, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, le tomó protesta al general Jens Pedro Lohman Iturburu como director de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), quien se encargará de elaborar e instrumentar la estrategia de distribución de medicamentos, en coordinación con el sector Salud. El general Lohman se desempeñaba como director normativo de Administración y Finanzas del ISSSTE. En 2020, ya había sustitudo en el ISSSTE a Pedro Zenteno Santaella, quien entonces dirigía Birmex. Cuenta con maestría en Administración Pública y ha sido comandante de la Cuarta Región Militar, en Monterrey, Nuevo León. La decisión se da luego de que el presidente afirmó que ya no quería escuchar de problemas de desabasto de medicamentos, luego de una nueva protesta de padres de menores con cáncer que exigían insumos oncológicos, y adelantó que le daría la tarea de distribución de medicamentos a las fuerzas armadas. También, luego de que en comparecencia en la Cámara de Diputados, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, reconoció que había problemas con el abasto de medicamentos y calificó el proceso de distribución como el “talón de Aquiles”. “Mejorar esta llamada última milla en la llegada de medicamentos a la población que lo requiera, y no tan solo a los almacenes, que siguen siendo uno de los talones de Aquiles”, dijo el pasado 26 de octubre, al asegurar que el gobierno federal está comprometido a que lleguen las medicinas a los pacientes.

El viraje en la adquisición de medicamentos

Con la llegada de López Obrador a la presidencia de la República, se cambió el modelo de adquisición tras acusaciones a las empresas proveedoras del gobierno de monopolizar y complicidades en la asignación de los contratos. En 2019, se hizo una adquisición consolidada, que en un primer intento dejó 62% de medicamentos sin licitar, que poco a poco se consiguieron. Luego empezaron a adquirir las medicinas en el extranjero, primero con permisos, y después con un decreto, hasta que se firmó el convenio con la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés) para comprar las claves a través de un mecanismo internacional. Apenas este lunes, la UNOPS informó que se han comprado en total 1,050 claves que corresponden a 707 medicamentos y 343 materiales de curación. Se han entregado 270 millones de piezas y se tiene programado el suministro de otras 60 millones para diciembre de 2021. En total, se han contratado 878 millones de piezas por un monto de 44,697 mdp para 161 empresas proveedoras de siete países, cuando al principio se preveía que fueran 2,380 claves con un costo de 100,000 mdp, detalló la UNOPS. No obstante, desde mayo, se reportó que debido a retrasos, el sector había salido a buscar las claves que la UNOPS no pudo adjudicar.

La distribución: el talón de Aquiles

En julio del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de una empresa pública que asumiría la responsabilidad de la distribución de los fármacos a partir del 1 de agosto de 2020. Hasta ahora, la entidad no ha sido conformada. La adquisición de los medicamentos se ha resuelto a través del mecanismo de la ONU y a través de las compras sectorizadas del gobierno. La distribución, –como lo comentó el titular de Salud en la Cámara de Diputados– es uno de los eslabones más débiles en el acceso de los mexicanos a las medicinas. Desde que se firmó el convenio con la ONU, el tema de la distribución causó dudas entre especialistas sobre todo cuando se supo que la UNOPS no se encargaría de ello. “La distribución hasta el destino final estará a cargo del Insabi, a través de los instrumentos jurídicos que al efecto suscriba de conformidad con las disposiciones aplicables”, dice el acuerdo específico entre el Insabi y la UNOPS . Al respecto, Rafael Gual Cosío, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), advirtió que no era lo mismo distribuir medicamentos que “refrescos o papitas”. “Es un eslabón de la cadena diferente, por eso la industria farmacéutica nunca ha sido distribuidora de sus productos, no tiene esa capacidad, por eso hay empresas dedicadas a esta función”, dijo a Expansión Política en octubre de 2020.

¿Cómo es posible que no podamos nosotros llevar las medicinas si llega la Coca Cola y llega la Sabritas?”.

En la tercera sesión informativa de UNOPS-Insabi, del pasado lunes 29 de noviembre, el director del Insabi, Juan Ferrer, reiteró que la instrucción del presidente López Obrador es que los medicamentos lleguen al paciente, lo que es una tarea de todos los involucrados, no solo del organismo de la ONU y la dependencia que dirige. “Estamos preocupados de que lleguen a los 12 almacenes establecidos en el país con la UNOPS, pero de los almacenes tienen que ir a las distribuidoras estatales y de los almacenes estatales y hasta las farmacias y de las farmacias deben llegar al paciente”, afirmó al recordar que el instituto cuenta con nueve operadores logísticos. En su comparencencia en comisiones del Senado, Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, también argumentó que los problemas de abasto tienen relación con la distribución y el almacenamiento. “Hubo desde luego demoras en los tiempos de entrega, hubo intermitencias que se buscan resolver de manera cotidiana”, dijo al señalar que se eliminó el “indicador de abasto” porque eso puede significar que “se tienen en el almacén, en tránsito o en farmacia una cantidad de medicamentos”. En ese contexto, se suma esta otra tarea al Ejército, que estará a manos del general Lohman, quien tendrá la tarea de lograr que la promesa del presidente de que los medicamentos llegarán a todos los hogares como los refrescos y las papitas.

 

 

Con información de EXP

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