Denuncian a “prestigiosa” agencia de seguros de Los Mochis por incurrir en constantes transas, engaños y timos para sus clientes.

Abusando de la confianza de quienes acuden a solicitar sus servicios, personal de la agencia Hampl Ayala sólo se dedica a fraudearlos mediante la errónea elaboración de las pólizas, que al final la empresa aseguradora se rehúsa a reconocer.
Uno de los casos recientes ocurrió con un vecino de la ciudad de Los Mochis que recurrió a los servicios de la “prestigiosa” agencia de seguros ubicada sobre la calle Ángel Flores, justo al lado del consorcio del empresario Armando Villarreal Ibarra, quien en su paso como tesorero en la administración del exgobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, dejó una estela de irregularidades financieras que incluso a punto estuvieron de llevarlo a pisar la cárcel.
Resulta que el responsable de la agencia de seguros, Héctor Hampl, es cuñado del extesorero estatal, por lo que bien se puede suponer que viene de familia el gusto por engañar y timar a la ciudadanía, encargándose ambos de pisotear y dejar por los suelos el apelativo de sus antecesores.
El automovilista acusó que desde hace poco más de 3 años contrató un seguro automotriz en la “prestigiosa” casa Hampl, pactándose desde un principio el cobro por los servicios, que religiosamente cubrió con puntualidad, pues hasta eso que tienen un eficiente servicio de cobranza.
En la póliza elaborada por el despacho se estableció una cobertura de 104 mil 400 como indemnización en caso de siniestro total del vehículo, como lamentablemente ocurrió en fechas recientes.
Cubiertos los tramites solicitados por Quálitas, que era la empresa aseguradora, y cuando el afectado acudió a la oficina de siniestros para recibir el pago pactado, se le comunicó que sólo se le entregarían 86 mil pesos, debido “a un error cometido por el despacho Hampl Ayala”.
Al presentarse en las oficinas que comanda Héctor Hampl, desde un inicio las secretarias hicieron notar el error en la elaboración del expediente, debido a que la póliza se llenó con los datos de la tarjeta de circulación del vehículo, pero en ningún momento al afectado se le solicitó copia de la factura de la unidad, como supuestamente debería ser el trámite de manera legal y formal.
Aunque en todo momento reconocieron el error de parte de la oficina, al grado de que ya corrieron a quien elaboró la póliza, identificada como Karla Padilla, según lo revelara posteriormente el propio Héctor Hampl, violentando su derecho a la privacidad, pero a manera de lavarse las manos y responsabilizar de todo a la desleal empleada, al afectado jamás se le ofrecieron garantías para cubrir el pago completo del seguro.
Y en lo que al parecer es una práctica ya muy recurrente, tanto de la oficina como del propio personal de Quálitas, al momento del accidente el ajustador que se presentó al lugar pactó siempre el pago de los 104 mil 400 pesos como reparación del daño por parte del responsable del accidente, una persona de la tercera edad, en cuyo auxilio tuvieron que entrar sus hijos, pues su condición de salud se encontraba bastante mermado tras el percance.
Al final el representante de Quálitas pactó un pago menor, siempre y cuando esa cantidad se depositara en ese mismo momento a través de transferencia bancaria, con la aclaración al asegurado de que había sido un acuerdo asumido por la gerencia regional, pero que para nada alteraba la indemnización establecida en la póliza.
Ahora, ni Quálitas, pero mucho menos por parte del despacho Hampl Ayala, se quiere asumir su responsabilidad en el claro fraude, engaño y abuso de confianza que ahora fue extensivo no solo a su cliente sino a la persona responsable del accidente, a quien supuestamente habían beneficiado con “un importante descuento”.
Es tanta la desfachatez de parte de la oficina Hampl Ayala que ni siquiera ofrecen al afectado la devolución del cobro que supuestamente se hizo de más, debido al “error” cometido por su mismo personal.
A confesión de la gerente de la oficina, existe incluso el temor de que sean muchos más las victimas de fraude por la errónea elaboración de las pólizas, aunque, en caso de surgir, simplemente se lavarán las manos diciendo que fue culpa de una exempleada, aunque públicamente ya revelaron su nombre: Karla Padilla.
El afectado reveló que ya presentó una queja formal ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y alista también una demanda por la vía judicial.
Lo más importante, aclara, es enterar a la ciudadanía de la forma tan descarada y deshonesta como opera la “prestigiosa” oficina de seguros Hampl Ayala, donde claramente abusan de la confianza y le roban a sus clientes.

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