En 2016, la Secretaría de la Defensa Nacional tuvo conocimiento de la ubicación de Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López, hijos del Chapo Guzmán y hermanos de Ovidio, pero no quiso capturarlos.

Así lo revela una serie de correos entre el agente de la DEA, Mathew A. Emrich, y un capitán de la Tercera Región Militar, con sede en Mazatlán, los cuales forman parte de los archivos hackeados a la Sedena por el colectivo Guacamaya, y fueron recuperados esta semana por el semanario Riodoce.

En los correos se pudo constatar el intercambio de información sobre un viaje que realizarían los hermanos Guzmán a Mazatlán en marzo de 2016, dos meses después de que fuera capturado El Chapo en Los Mochis.

El martes 22 de marzo de ese año, el agente especial Emrich al parecer colaboraba con el Ejército brindando información sobre números telefónicos, fotografías y otro tipo de datos relacionados con presuntos capos.

En aquel momento el agente informó a un capitán de la Tercera Región Militar, cuyo nombre no aparece, que tenían conocimiento que los hermanos Guzmán viajarían a Mazatlán en los próximos días.

“Capitan Buenas tardes. Recibimos informacion que los hermanos Ivan y Joaquin GUZMAN-Salazar van a viajar a Mazatlan esta semana. Es posible que mañana vamos a tener la info del viaje con numeros. Si obtengamos la info, tienen uds un equipo que pueden realizar la vigilancia sobre el campo y por via electrónica? Debemos tener mas info mañana y solo quieria chacar con uds si están interesados”, escribió en un correo con múltiples faltas de ortografía titulado “Los Hermanos”, y que fue enviado a un mail de la Tercera Región Militar.

Ese mismo día, el capitán a quien fue dirigido el mensaje admitió al agente especial estadounidense que tenían información sobre Iván Archivaldo y Joaquín Guzmán Salazar, a quienes su “jefe” consideraba personas de “interés”, pero que al no tener una orden de aprehensión en su contra, recomendaba no detenerlos.

“Buenas noches, sobre las dos pnas. que nos menciona dice mi jefe que si son de iteres pero debido a que no cuenta con orden de aprehensión y si se detienen de acuerdo al nuevo sistema penal que existe en este país, este tipo de personas se nos van cuando los ponemos a disposición, y estos amigos ahora andan desarmados o con un arma que alcanzan fianza. Por eso creemos que no se puede actuar y quemaríamos la fuente, creemos que es mejor esperar otro lugar donde es factible que se encuentre con mayores elementos de prueba”, respondió el Capitán.

“Mil disculpas pero es nuestra recomendación por la experiencia que hemos tenidos en el presente año donde se han quedado libre como 10 pnas. detenidas que las hemos detenidos en flagrancia”, agregó.

Al día siguiente Emrich contestó el correo y le aclaró al capitán que los Chapitos sí tenían orden de aprehensión con fines de extradición a Estados Unidos.

“Capitan – Buenos dias. Muchas gracias para la recomendacion. Nosotros entendemos y no las disculpas no son necesario. Vamos a monitor la situacion y les pasare a uds la inteligencia si obtengamos. Los 2 hermanos tienen ordens de detencion y extradicion. Estamos en contacto.”

Por los hermanos Guzmán la DEA ofrece una recompensa de 5 millones de dólares.

En aquel momento el general de la Tercera Región Militar, era Alfonso Duarte Mujica, y el Chapo Guzmán, padre de los Chapitos, había sido recapturado dos meses antes, el 8 de enero de 2016 en Los Mochis, luego de haberse fugado del penal del Altiplano, ubicado en Almoloya, Estado de México.

Hasta ahora, tanto Joaquín Guzmán López como Iván Archivaldo Guzmán Salazar continúan libres.

En octubre de 2019 se llevó a cabo un fallido operativo de fuerzas armadas en Culiacán, donde se detuvo por unos momentos a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzman. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó en octubre pasado que tiene la conciencia tranquila por haber ordenado la liberación del capo, pues evitó que se registraran más ataques a civiles, que ocurrieron de forma paralela.

Al relatar que fue advertido sobre las amenazas del narco y la posibilidad del asesinato de civiles, el presidente dijo que tomó esa decisión para salvar vidas y no por presiones de la delincuencia organizada.

López Obrador dijo que ese día un helicóptero de las fuerzas armadas fue impactado por fuego de narcotraficantes, sin embargo logró aterrizar.

Con información de Aristegui Noticias

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