DOMINGRILLA
El papel de MC y Samuel
Los hijos de Xóchitl Gálvez
¿Quiénes buscan el voto?
FRANCISCO CHIQUETE
El bloque de contención está muerto, dijo Dante Delgado, presidente del Partido Movimiento Ciudadano. No es cualquier cosa: acabar con el bloque de contención: significaría dar al presidente el número de votos suficiente para alcanzar la ansiada mayoría calificada y hacer pasar las reformas constitucionales que él quiera.
Eso sin embargo es sólo en el Senado de la República. En la Cámara de Diputados esa mayoría -la calificada- no se alcanza ni aún sumando a Morena, PT y PVEM, los 24 votos de Movimiento Ciudadano.
El presidente Andrés Manuel López Obrador debe saberlo, pero aún así anunció que aceleraría las iniciativas para terminar de militarizar a la Guardia Nacional, para reformar al Poder Judicial mediante la elección popular de jueces, magistrados y ministros, para terminar de disminuir al INE; y hacer constitucional la pensión a personas discapacitadas.
Para esto era que el presidente quería o quiere que en las elecciones del año próximo los ciudadanos le den a Morena los diputados y senadores suficientes para alcanzar la mayoría calificada, y acabar con uno de los pocos contrapesos que existen en la vida pública nacional.
Aunque Dante Delgado dice que acaba con el Bloque de Contención en castigo a la actitud de PAN y PRI durante la crisis de Nuevo León, lo que hace es confirmar la cercanía de Movimiento Ciudadano con el proyecto presidencial, incluyendo la fallida aparición de Samuel García como cuña en las filas de la oposición durante la elección de junio venidero.
A cada nueva arremetida se confirma la perspicacia política del presidente, y se lamenta que todo ese chisporroteo sea utilizado para brincar los obstáculos legales sin tener que respetar las normas que juraron cumplir y hacer cumplir.
¿CÓMO QUE NO
SON IGUALES?
López Obrador es el intérprete más asiduo de la canción de moda: no somos iguales. Ahora que irrumpió un nuevo caso de asignación de contratos a los amigos de su hijo Andy, volvió a responder que no, porque no son iguales.
Con esa asiduidad se ha pretendido sustituir o más bien eliminar a las instancias fiscalizadoras, porque si ya el presidente lo negó, es porque no existe delito qué perseguir, ni siquiera presunto delito qué investigar.
También Dante Delgado negó que el affaire de Nuevo León se debió a que Samuel García tuviese algo qué ocultar. “No somos iguales”, dijo y por supuesto, espera que se lo tomemos a pie juntillas, como ocurre con el presidente en un segmento importante de la población.
Por si fuera poco, la esposa del gobernador neoleonés, Mariana Rodríguez, fue registrada para buscar la Presidencia Municipal de Monterrey, como en otros tiempos hacían el cetemista de Jalisco Heliodoro Hernández Loza y su esposa Lupita, alternándose ambos los puestos; o como los panistas Rafael Moreno Valle y Martha Érika Alonso, muertos en un accidente aéreo.
El colmo, sumamente lamentable, vino con la precandidata opositora Xóchitl Gálvez, quien incluyó a sus dos hijos en el comité de campaña. Cuando le llamaron la atención sobre un hecho de nepotismo, dijo que no, que sus hijos no son iguales a los de López Obrador. Los míos sí trabajan, no son talegones, justificó.
Todavía más adelante sostuvo que no recibirían dinero de la campaña, de modo que no habría irregularidad, pero la realidad es otra: durante largos años muchos mexicanos hemos criticado la incorporación de los familiares de los políticos a las estructuras de gobierno o de partidos. La sociedad “contrata” mediante el voto a los candidatos, a los futuros funcionarios, no a sus familiares. En todo caso se acepta que las esposas tomen papeles activos en la parte social o en la cultura, pero toda intromisión de familiares es siempre controversial, por más decentes que sean cuando los padres o hermanos entran al poder.
Está el ejemplo del propio López Obrador, cuyos principales problemas de imagen vienen de los escándalos con sus hijos y sus hermanos. Lo mismo pasa con gobernadores, presidentes municipales y otros jerifaltes. Por más que Xóchitl se trate de escudar en la decencia de sus hijos, terminó por incurrir en las mismas cosas que ella misma ha criticado en otros.
LA ESPERANZA
MUERE AL ÚLTIMO
En Mazatlán y Culiacán el asunto está pendiente de un hilo para los aspirantes varones a candidatos de Morena a las Presidencias Municipales. Ya es conocido el requisito de la igualdad de género, pero cada momento que pasa se vuelve más determinante.
Con todo y ello, los alcaldes de Mazatlán y de Culiacán cumplieron con el requisito de ir a registrar sus aspiraciones por la repetición en el cargo. Es obvio que ambos recibieron permiso del tercer piso para hacerlo (incluso en el caso de Juan de Dios Gámez, de Culiacán, un empujón más que un permiso).
Contra lo que pronosticó Jesús Estrada Ferreiro cuando lo corrieron, que los siguientes corridos serían el Químico Benítez, Héctor Melesio Cuén Ojeda y Gerardo Vargas Landeros, este último se está dando el gusto de pasar a la reelección sin tocar baranda-
Es cierto que quedó muy lejos de sus pretensiones originales, que eran luchas por la senaduría, pero dada su falta de padrinazgos en Morena nacional, no se pensó que pudiera hacer huesos viejos. Los que saben dicen que mediante el uso de dinero y de relaciones poco confesables, se ha ido amarrando.
A él al parecer no le preocupa el requisito del género, aunque un rumor inicial enese sentido sí tuvo el poder de sacarlo de sus centros..
En Culiacán se va a dar la pelea hasta el último momento para que se quede Juan de Dios Gámez, pero por si acaso, Tere Guerra es la carta para enfrentar a Merary Villegas Sánchez, que se rebeló a los lineamientos que ya se perfilaban. Un caso curioso es el de Jesús Ibarra, quien recorrió ya casi todos los partidos, siempre brincándose las trancas a la primera oportunidad. También él inopinadamente fue y se registró.
En Mazatlán, como ya se sabe, el primero en registrarse fue Carlos Escobar, quien a base de atenciones y cortesías hizo relaciones en la Ciudad de México; luego lo hizo la diputada local Celia Jáurgui, quien con mucho valor se está lanzando con prácticamente todo en contra. Otra registrada fue la secretaria de Turismo, Estrella Palacios, a quien se considera como la carta con que jugará el gobernador si se opta por la paridad de género; se registraron Emma Rodríguez Choreño, titular del Instituto de las Mujeres en el municipio mazatleco; Fabiola Torres, otra militante que se considera en capacidad de superar la línea, y Elsa Bojórquez, directora del Centro de Justicia para las Mujeres que tiene su sede en Mazatlán. Entre los varones, además del alcalde Edgar González Zatarain, están registrados Fernando Pucheta Sánchez, a quien se ve como el enemigo a vencer, si no aterriza aquí el asunto de la paridad; Ricardo Velarde, subsecretario de Turismo, se registró después de pensarla hasta casi el final del plazo.
Los que no recibieron el aval para registrarse fueron Alejandro Higuera Osuna, quien presumió sus aspiraciones y el pretendido apoyo del tercer piso, para terminar buscando una diputación local. También el brazo derecho del gobernador en el sur de Sinaloa, Manuel de Jesús Guerrero Verdugo, se reubicó y se registró por un distrito local, esperando alcanzar a integrarse al Congreso. Por cierto al Many Guerrero no le respetaron la jerarquía, pues pese a lo evidente de su cercanía con el gobernador, tendrá la competencia de Loar López, viejo sobreviviente del equipo de Alejandro Higuera, quien se dice, lo acomodó después con Luis Guillermo Benítez Torres y se siguió de frente a la administración actual..
Aunque hay muchos grupos inconformes, no se perfilan conflictos, excepto quizá la de Culiacán, donde sí hay un grupo de fundamentalistas del morenismo que quiere dar la pelea al tercer piso, precisamente con Merary Villegas al frente.
NO ES QUE
ESTEMOS MAL
De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador los resultados de la prueba Pisa no son de tomarse en cuenta porque esas mediciones de la educación fueron creadas en el periodo neoliberal, cuando se ofendía a los maestros y se pretendía acabar con la educación pública.
Luego entonces, no es que estemos mal, aunque la prueba nos hubiera bajado a niveles de educación similares a las que teníamos hace veinte años. Si la que está mal es la prueba, no podemos esperar que este gobierno corrija las cosas y podamos mejorar. ¿Usted le cree al presidente? Yo tampoco.
NO MÁS . ABRAZOS,
EXIGE LA GENTE
Lo ocurrido en Texcaltitlán, población del Estado de México, es el más dramático llamado de la sociedad para que las autoridades y la delincuencia dejen de andarse abrazando y respeten a las comunidades a las que crecientemente se extorsiona y agrede.
Los sicarios citaron a los campesinos para advertirles sobre el pago obligatorio del llamado derecho de piso, y éstos, hartos, respondieron a balazos. Ocho delincuentes murieron ahí, así como tres campesinos. Hubo cuatro heridos y dos desaparecidos, pero a estas alturas ya murieron dos más.
Por todos los rumbos del país se conocen casos de extorsión de ese tipo: a los aguacateros de Michoacán, a los limoneros de Colima, a los polleros de Guerrero, en fin, una dolorosa diversidad y amplitud geográfica, pero el gobierno no hace nada, como si fuesen hechos aislados o que de plano, le son ajenos.
Esta rebelión de los campesinos mexiquenses es un llamado de atención muy fuerte, es una escalada de los casos de asaltantes del transporte público golpeados por las presuntas víctimas. Las cosas, aunque no parezca, pueden empeorar, no sólo porque los delincuentes tratarán de imponerse mediante el miedo y en muchos casos las víctimas también reaccionarían con mas fuerza, sino porque el gobierno podría pensar que el pueblo sabio tiene razón en hacerse justicia por sus propias manos, y deje que la gente intente armarse. Aunque luego se corre el riesgo de que el propio gobierno empiece ahora sí, a defender los derechos humanos de la delincuencia.
No es algo lejano ni en el tiempo ni en el territorio, urge que se tome en serio el combate a la extorsión, antes que los enfrentamientos sean más frecuentes y más cruentos.

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