El tropezón de Claudia Sheinbaum; Paloma no necesita protección; Extrañan mucho a Leobardo

En noviembre pasado, Xóchitl Gálvez rendía su informe senatorial en un evento público, cuando se le fue el discurso por una descompostura del teleprompter. El hecho le sirvió a Morena para “poner fonda” con la aspirante opositora. Se rieron a placer. Pero este viernes, en el arranque de campaña, Claudia Sheinbaum que llevaba su discurso perfectamente encuadernado, se trasroscó en el orden de las palabras y ofreció el camino de “que siga la corrupción”. Corrigió de inmediato, pero prácticamente desde ese momento, el dislate circuló por todas las redes sociales sin posibilidad de alegar montaje, inteligencia artificial o conjura de los conservadores.

Ese será el camino de la campaña: la caza de errores y gazapos de ambas partes, porque las líneas discursivas serán las mismas de antes, aunque la candidata de Morena haga tibios esfuerzos por separarse ligeramente de los lineamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador, Aunque ofrece seguir con “abrazos para los jóvenes”, dice que no habrá impunidad. Pone algún énfasis en el uso de energías limpias pero insiste en que apoyará las reformas que propuso el presidente.

LA POLÍTICA DEL

COBIJERO DE FERIA

Todos recordamos la figura entrañable del cobijero en las ferias mexicanas. Un hombre extravagante que se suelta ofreciendo cosas, ampliando la oferta ante su público: y por el mismo precio, échales esta otra cobija San Marcos o un cobertor de leopardo…; y si me da el voto, le aumento la pensión y la extiendo a sus familiares. Y luego dicen que se están perdiendo las tradiciones.

Lo que promete estar muy interesante es el “¿quién da más? Claudia ofreció media pensión a las mujeres de 60 a 65 años, mientras Xóchitl de plano habla de adelantar la pensión completa a mujeres y hombres a partir de los 60 años. Es de suponerse que ambas candidatas o sus equipos, hicieron ya las partidas financieras necesarias para saber lo que costarían una y otra ofertas0, y establecer que son viables para una economía gubernamental que quedará sumamente estrecha tras el gastador último año de López Obrador.

El primer acto de Morena fue bueno, con el zócalo lleno. Es cierto que no retacaron las calles adyacentes, como esperaban, pero ya una movilización nacional que llena la principal plaza pública del país habla de una organización operante y operativa.

Eso sí: a nadie se escapó la comparación con la marcha-concentración de las fuerzas opositoras, que doce días atrás estuvieron ahí para defender a la democracia. Dicen los especialistas que las elecciones no se ganan llenando plazas, pero al menos habla de equilibrios entre las dos formaciones políticas más importantes, y por ende, de una posibilidad de que la elección del jefe de gobierno sea muy competida.

Xóchitl Gálvez tuvo evento madrugador en Fresnillo, Zacatecas, municipio donde la percepción de inseguridad es la más alta del país. Parecía un suicidio convocar a un mitin de media noche donde hay tanto miedo, miedo justificado por los numerosos asesinatos que han afectado a todos, incluso a los gobernantes y sus familias. Sin embargo el mitin funcionó, contó con una buena asistencia para ser un lugar pequeño y proyectó un gran simbolismo con las velas que llevaba cada asistente. Luego vino el acto de arranque de campaña en el estado de Guanajuato, concretamente en el estadio Sergio León Chávez, de Irapuato, donde se calculó una asistencia de poco más de 30 mil asistentes.

Por supuesto, no se puede comparar con un zócalo lleno, pero otra vez, proporcionalmente, es un evento muy importante y de nuevo, con otro indicio interesante: en ese estado también se elige gobernadora (las mujeres son las más fuertes) del estado. Un evento exitoso en ese estado tiene por supuesto, un doble efecto.

HAY UNOIS MÁS

IGUALES QUE OTROS

Para demostrar fuerza y unidad, la dirigencia nacional de Morena concentró en el acto de Claudia Sheinbaum a los candidatos por el senado de todo el país. Allá estuvieron Imelda Castro Castro y Enrique Inzunza Cázares, fuesen de Morena o fuesen del Partido Verde, pues se trataba precisamente de mostrar la unidad.

Todos, menos Jesús Estrada Ferreiro y Yolanda de la Cruz, quienes son candidatos al Senado por el PT, que sigue siendo parte de la Alianza Sigamos Haciendo Historia; y tampoco llevaron a Jesús Valdez Palazuelos y Nubia Ramos, hoy candidatos del Partido Verde, a quienes no consideraron, siendo también parte de la misma alianza, y además parte del Plan C, con que aspiran a ganar un escaño adicional al que le ley le confiere al partido ganador. Y eso que Chuy Valdez y el Verde fueron públicamente cobijados por el gobernador Rubén Rocha Moya.

Como se ve, están todos unidos, como son todos iguales, aunque ya lo dijo George Orwell en su novela 1984: “todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros”.

LA VALENTÍA

DE PALOMA

Por estos días la seguridad de los candidatos ha estado a discusión, sobre todo con lo que ocurrió en Michoacán, donde fueron asesinados dos aspirantes a la alcaldía de Maravatío, uno de Morena y otro del PAN.

Aquí el gobernador Rocha Moya dijo que no habrá seguridad a los candidatos, a menos que éstos demuestren que de veras están en riesgo. Rocha se puso como ejemplo: yo recorrí todo el estado y no necesité protección, Tiene razón, lo hizo así. Pero hay casos como el municipio de Concordia, donde los candidatos muy locales tendrían la obligación de ir a zonas serranas donde manda el crimen organizado. Alguna vez, una esposa del alcalde que estaba en turno, ofreció a los reporteros llevarlos a un poblado de la sierra donde se organizó una empresa de mujeres artesanas, pero el chofer quiso ser discreto y le advirtió por lo bajo que no podían ir así, que antes debían avisar y conseguir “el permiso”. Ella no se turbó, reconoció la falla y dijo que le pediría a su esposo que tramitara la autorización y que lo dejaban para después. Desde entonces las cosas han cambiado, pero para agravarse.

La única que reaccionó a este condicionamiento fue la aspirante priísta al Senado, Paloma Sánchez Ramos, quien dijo que ella no solicitará seguridad, que hará sus recorridos sin protección, demostrando que no tiene miedo,

Hay que reconocer de entrada que sí es una actitud valiente, sobre todo para alguien que viene de fuera, como ella, que ha hecho toda su carrera laboral en la Ciudad de México. Y ustedes saben que la gente de fuera tiene la idea de que venir a Sinaloa es venir a caminar entre balas y balazos, con enorme riesgo personal.

Pero la joven Paloma tiene razones para asumir esa actitud de confianza: si no conoce a nadie, si nadie la conoce a ella, si nunca le ha hecho nada malo a nadie (ni bueno tampoco) precisamente porque no conoce a nadie y nadie la conoce, mal podría estar en riesgo de que le hagan algo.

NO HUBO MILAGRO

Finalmente apareció la lista que sí es lista y devela los candidatos de Morena a las presidencias municipales de Sinaloa. Salvo Guasave, no hubo cambios. Ni Gerardo Vargas Landeros fue enviado a buscar la diputación federal del segundo distrito, ni la secretaria de Turismo fue bajada de la candidatura por Mazatlán porque no se cambió la asignación de este municipio a la política de equidad de género.

La postulación no ha concluido, pero finalmente tampoco hubo rebeliones ni manifestaciones de enojo, si bien, puede deberse a que aún está pendiente la lista de candidatos a diputados locales, con la que todavía hay esperanza de generar negociaciones y compensaciones, aunque los nombres locales parecen más amarrados que los de otras regiones del estado.

LA PRIMERA PETICIÓN

Juan Alfonso Mejía inició campaña el viernes, primero con un recorrido nocturno, como todos los cuadros del Frente Opositor, y luego recorrió el Mercado Municipal Miguel Hidalgo, de la colonia Juárez, donde le hicieron una de las peticiones más repetidas en la historia de las campañas: si gana regrese.

No es que su figura o presencia hubiesen cautivado al público (cada quien sus gustos), sino que es costumbre de los candidatos ir a pedir el voto y no regresar cuando lo ganan (y si no ganan, peor). Otra vez no es que quieran gozar de la presencia del ganador, sino que necesitan volver a platicar con quien se supone los representa, para pedir cuentas sobre lo que hizo y lo que no hizo.

En el caso del primer distrito hay sobradas razones para que la gente haga ese reclamo, pues el ganador de la elección anterior fue Leobardo Alcántar, un señor del PT avalado por Morena que no nació en Sinaloa, no vivía en Sinaloa, y no ha tenido el menor compromiso con quienes fueron sus electores. No volvió ni por la feria y mal podía hacerlo, pues en los tres años de su encargo no hizo más que aprobar todo lo que mandó el presidente “sin moverle ni una coma”, aunque hubiese decisiones perjudiciales para los sinaloenses. Por cierto que el desaparecido Alcántar todavía está enojado porque su partido y Morena no lo postularon para la reelección.

Hoy Mejía compite con Graciela Domínguez Nava, ex secretaria de Educación Pública y Cultura, quien concentró en eventos de nivel estatal.

Otros que arrancaron campaña en Mazatlán fueron los candidatos de Movimiento Ciudadano al senado, Fernanda Rivera y Miguel Vicente, quienes acompañaron en su debut a Mónica del Carmen López, aspirante a diputada por el sexto distrito.

PARECÍA UN CHISTE

Uno de los chistes más frecuentes era el que ponía al presidente (cualquiera de cualquier tiempo) preguntando ¿Qué horas son? -Las que usted diga, señor presidente, ha sido la respuesta.

Ya no es chiste. Ahora que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su autoridad moral y su autoridad política está por encima de la Ley de Protección de Datos Personales, todos los morenistas dijeron que sí, que la culpa en ese caso recaía en la periodista del New York Times, que “ofendió” al presidente. Nadie de los interrogados se puso a analizar el significado de alguien que se declara por encima de las leyes que juró cumplir y hacer cumplir.

Por supuesto, a un presidente tan poderoso, que ha concentrado tantas capacidades “metaconstitucionales”, como decían los priístas, nadie le dice a AMLO que se equivocó o que está en una posición equivocada, de modo que más les vale hacerse que la virgen les habla.