La Fiscalía General de la República aseguró que las acusaciones de soborno en el caso Odebrecht presentadas por el aexdirector de  Pemex Emilio Lozoya contra los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón son “libres” y “voluntarias”.

“Se trata de un acto espontáneo de comunicación de hechos que esta Fiscalía ignoraba que iba a ser presentada”, explicó la Fiscalía durante la audiencia del primer detenido por esta causa, Jorge Luis Lavalle Maury, exsenador panista, cuya defensa cuestionó la legitimidad de las acusaciones de Lozoya.

“La mera comunicación de hechos, en la medida que no haya sido producto de coacción, no puede ser considerada como un indicio para que deba desecharse la investigación criminal (…) No puede ser declarada nula, pues se hizo llegar en forma de denuncia espontáneamente y a través de la institución”, subrayó.

“Las expresiones de Emilio Ricardo Lozoya Austin no surgen como consecuencia de una actividad coercitiva de esta Fiscalía”, por tanto, al tratarse de un testimonio “lícito en su producción” debe formar parte del resto de pruebas y datos que deben ser tenidos en cuenta durante el proceso, explicó el fiscal.

Por su parte, la defensa de Lavalle Maury solicitó que Lozoya concurra en este proceso en calidad de imputado y no de denunciante, puesto que él también se encuentra inmerso en este caso de supuestos sobornos de Odebrecht a varios expresidentes y políticos mexicanos y criticó que desde su detención en España en febrero de 2020 esta estrategia de colaboración le ha evitado pisar la cárcel.

Lozoya tiene hasta el próximo 3 de noviembre para presentar pruebas válidas en este y otros casos de corrupción, así como garantías de que puede reparar el daño económico causado al Estado, para evitar que las acciones penales recaigan también sobre él, según el acuerdo alcanzado con la Fiscalía, informó el diario Milenio.

El exdirector de Pemex está investigado por su vinculación en el caso Odebrecht y en el de la empresa de fertilizantes mexicana Agro Nitrogenados. Fue detenido el 12 de febrero de 2020 en Málaga, aunque extraditado a México cinco meses después.

Además de Peña Nieto y Calderón, Lozoya también ha implicado, entre otra docena de políticos, al expresidente Carlos Salinas de Gortari, al exsecretario de Hacienda Luis Videgaray y al expresidente del Partido Acción Nacional (PAN) Ricardo Anaya, quien ya había sido denunciado anteriormente por blanqueo de capitales y asociación para delinquir por este caso.

Según los últimos informes de la Fiscalía, Peña Nieto, quien podría ser acusado próximamente por un delito de crimen organizado, habría tenido un papel capital en esta trama junto a Videgaray, a quien las autoridades ya denunciaron por “traición a la patria” por unos supuestos delitos de soborno por valor de 10.5 millones de dólares a cambio de contratos para Odebrecht.

 

Con información de Aristegui Noticias

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