Por primera vez desde que el exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, fue acogido como testigo colaborador para delatar a sus cómplices en la trama Odebrecht, la Fiscalía General de la República (FGR) se alista para negarle una importante solicitud.

La defensa del exintegrante del gabinete del expresidente Enrique Peña Nieto pidió a un juez federal, de nuevo, una prórroga de 60 días para recabar más pruebas a favor de su cliente.

Anteriormente se le han concedido cinco tiempos extra consecutivos y esta sería la sexta moratoria solicitada desde el 29 de julio de 2020, cuando fue vinculado a proceso por asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho.

Sin embargo, la dependencia a cargo de Alejandro Gertz Manero ya prepara sus argumentos para decirle que no, por primera vez, a Emilio Lozoya, quien ha evitado la cárcel y la prisión domiciliaria gracias a la supuesta información contundente y comprobable contra otros implicados en la más grande trama de corrupción en el país, que incluiría al exmandatario Enrique Peña Nieto; al exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray; y al excandidato presidencial panista, Ricardo Anaya, entre otros.

El cambio de actitud en la Fiscalía General de la República ocurre a 23 días de que la periodista Lourdes Mendoza publicó en su cuenta de Twitter una serie de fotografías en las que se observa a Emilio Lozoya cenando con amigos en el costoso restaurante Hunan en la colonia Lomas de Chapultepec.

LA VENGANZA DE GERTZ

Las imágenes de Emilio Lozoya —quien ya confesó que recibió y repartió sobornos millonarios para desfalcar las finanzas públicas a cambio entregar contratos ilegales por millones de pesos a la constructora brasileña Odebrecht— cenando a todo lujo provocaron críticas de todos los sectores sociales, incluso dentro de Morena, donde se preguntan por qué la llamada Cuarta Transformación le tiene tantas consideraciones.

 

“Eso produce indignación: que esté comiendo en un restaurante de lujo, aunque legalmente lo puede hacer, se trata de un testigo de actos de corrupción que dañaron a México.

“Es legal, pero es inmoral el que se den estas cosas, es una impudencia para decirlo menos, un acto de provocación”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina del 11 de octubre pasado, cuando se le pidió su opinión sobre las imágenes.

Aquel lunes, el mandatario mexicano ratificó que, pese a las críticas por la lentitud para avanzar en el caso Odebrecht, mantenía la confianza en el fiscal general Alejandro Gertz Manero… pero le pidió apresurar el proceso para no enviar un mensaje de impunidad.

EMEEQUIS publicó ese mismo día que fuentes al interior de la Fiscalía General de la República preveían una “venganza” rápida y contundente por parte del fiscal Gertz Manero contra Emilio Lozoya por exhibirse públicamente en un restaurante de lujo, lo que traicionaba un pacto de palabra entre ambos para que el exfuncionario público mantuviera un bajo perfil.

Tras más 14 meses de investigación, los resultados conseguidos por la Fiscalía General de la República son contados: tiene 70 acusados, pero sólo un exservidor público en prisión, el exsenador panista Jorge Luis Lavalle Mauri. 

Eso podría cambiar mañana miércoles 3 de noviembre, cuando se lleve a cabo una audiencia en el Centro de Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Norte, donde el juez de control Artemio Zúñiga Mendoza determinará si da la razón a la Fiscalía General de la República y le niega, por primera vez, una nueva prórroga al exdirector de Petróleos Mexicanos y sus abogados.

Si lo hace se dará por terminado el plazo para que Alejandro Gertz Manero y sus agentes presenten la conclusión de las investigaciones por lavado de dinero, cohecho y asociación contra Emilio Lozoya y podrían comenzar a librarse las órdenes de presentación y aprehensión contra los imputados.

 

 

Con información de EME EQUIS

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