WASHINGTON.- El fenómeno que en Estados Unidos ha apodado “la Gran Renuncia” parece estar cobrando velocidad y alcance. En agosto, un récord de 4,3 millones de trabajadores norteamericanos renunciaron a sus empleos, según los nuevos datos del Departamento de Trabajo, una cifra que se ensancha hasta 20 millones si se mide desde abril. Muchas de esas renuncias fueron en el comercio minorista y el sector hotelero, donde los empleados optaron por abandonar tareas ingratas y mal pagas. Pero esas bajas masivas se están extendiendo a todo el espectro del mercado laboral norteamericano, mientras el costo de la pandemia y el tortuoso camino de la recuperación siguen fogoneando “un movimiento centrífugo de la historia económica de Estados Unidos”, como lo describió el escritor Derek Thompson en The Atlantic.

Los sueldos están en alza y las empresas enfrentan escasez de personal: la experiencia de una prolongada emergencia sanitaria ha hecho que millones de norteamericanos reconsideren sus opciones laborales.

Con información de La Nacion

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