La Secretaría de la Función Pública (SFP) investigó la denuncia por violencia laboral interpuesta en 2019 por la exsubdirectora de Comunicación Social, Rosa Magdalena Aguilar, en contra del exdirector general del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), Cuauhtémoc Sánchez, y concluyó que no hubo malos tratos o violaciones a derechos humanos.

Aguilar acusó al entonces director del Conafe de golpear el respaldo de su silla, haberle gritado y decir groserías, además de lanzar un plumón al aire durante juntas de trabajo ocurridas en septiembre y octubre de 2019.

Sin embargo, la investigación de la Función Pública —concluida en 2020— determinó que “los elementos probatorios que fueron integrados durante el desarrollo de la investigación llevada a cabo dentro de dicho expediente fueron debidamente valorados y de los cuales se consideran suficientes para no atribuir presunta responsabilidad atribuible a Cuauhtémoc Sánchez”, advierte el expediente obtenido por Animal Político.

La investigación recabó entrevistas a funcionarios públicos de diferentes rangos, incluyendo directores generales del organismo. Aunque las entrevistas ocurrieron mientras Sánchez aún era titular del Conafe, este aseguró que nunca tuvo intención de influir en ninguno de ellos.

De hecho, afirmó, la Fiscalía General de la República (FGR) mantiene abierta otra indagatoria por una denuncia interpuesta también por Rosa Magdalena Aguilar, por hostigamiento laboral, y en esa investigación también se ha entrevistado a los funcionarios del Conafe sin que él sea ya director, llegando a la misma conclusión de la no existencia de violencia laboral, dijo Sánchez en entrevista con Animal Político.

Rosa Magdalena Aguilar, en tanto, decidió no conceder ninguna entrevista para esta nota, pues prefirió esperar a la audiencia por el proceso penal que tendrán este jueves 17 de marzo, justamente relativa a la indagatoria que lleva la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra).

Aguilar denunció públicamente en diversos medios de comunicación y en distintas instancias, incluyendo el Órgano Interno de Control (OIC) y la Fevimtra, las agresiones que dijo haber sufrido en el espacio de trabajo. “Pasó por detrás de la silla en que yo estaba sentada y con el puño cerrado la golpeó a la altura de mi espalda, moviendo el asiento y dejándome sentir su fuerza”.

“Ya me había agredido y ofendido verbal y emocionalmente, durante mucho tiempo, pero ese día fue terrorífico. Mi estado emocional ya estaba alterado, pero intentaba mostrarme tranquila para que no viera el miedo que sentía. Él estaba manoteando, gritando y ofendiendo cuando lo miré a los ojos”, narró a Animal Político en noviembre de 2017.

En los testimonios que recabó el OIC, hubo dos personas que aseguraron haber sido testigos de esta situación. Sin embargo, sobre una de ellas “se puede advertir que existe coincidencia o perfección en su declaración y lo narrado por la denunciante, al utilizar palabras idénticas al contestar las preguntas del interrogatorio, por lo que se presume su aleccionamiento”, advierte el expediente de investigación.

Cuauhtémoc Sánchez aseguró en entrevista que esta resolución “significa que salió a la luz la verdad, y la verdad es que yo jamás he hecho un acto de maltrato a nadie y que esta acusación muy publicitada a través de un carrusel de medios era totalmente falsa. Fue la confirmación de que una persona puede hacer acusaciones de esta naturaleza y finalmente, si uno tiene confianza en la autoridad, es posible que se demuestre que esto es totalmente falso, como fue el caso de esta acusación”.

 

Con información de Animal Político

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