Política exterior errática
Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano
“Diplomacia: el camino más largo entre dos puntos”: Pierre-Adrien de Courcelle
● Política exterior errática
● OEA analizará crisis México-Ecuador
● Se “eclipsó” el debate; ¿quién perdió?
Ciudad de México, 8 de abril de 2024.- Durante la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, la política exterior de México ha sido errática, sin un proyecto internacional definido y mucho menos con altura de miras. Responde más a los caprichos del mandatario que a un enfoque político internacional y se caracteriza por ser reactiva y dependiente del humor del inquilino de Palacio Nacional, quien por su parte evita salir del país a foros internacionales por su desconocimiento del ámbito internacional actual. Al cierre de esta administración, son ya tres los países: Ecuador, Bolivia y Perú, quienes decidieron expulsar a los embajadores mexicanos en medio de crisis con el gobierno de AMLO. La crisis de las relaciones internacionales de México con países hermanos de Latinoamérica, se suma a las de inseguridad, económica, de salud y desarrollo humano que está dejando el macuspano.
López Obrador prefiere no participar en foros internacionales o cumbres de líderes globales. No obstante, sus posiciones políticas parecen ir encaminadas a asumir el liderazgo regional de las izquierdas con las que a lo largo de su gestión ha sido amable a costa de ciertas tensiones con Estados Unidos o con países europeos. Entre los momentos claves de su política exterior está el ocurrido el 10 de noviembre de 2019, cuando una convulsión en Bolivia resultó en el asilo de Evo Morales. Con 14 años en el poder, el veterano izquierdista había ido a elecciones por quinta ocasión, despertando el malestar por un presunto fraude electoral que la Organización de Estados Americanos observó.
El asilo a Evo Morales marcó también un punto de inflexión en la relación de AMLO con la Organización de Estados Americanos (OEA), planteando su desaparición con un histórico “intervencionismo”. En diciembre de 2019, la entonces presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, expulsó a la embajadora María Teresa Mercado y a dos diplomáticos españoles, luego de un incidente en la embajada de México en La Paz. La mandataria alegó que la encargada de negocios y el cónsul de España habían ido a la delegación mexicana para tratar de sacar al ex ministro boliviano Juan Ramón Quintana, brazo derecho de Evo Morales, a quien López Obrador asiló, luego de que éste renunciará a su cargo, en noviembre de ese año, tras unas cuestionadas elecciones.
Perú declaró persona non grata al embajador de México, Pablo Monroy Canesa, en 2021, por las expresiones del gobierno de López Obrador respecto a la situación peruana, tras la destitución del presidente Pedro Castillo, quien intentó refugiarse en la embajada de México después de pretender dar un golpe de Estado, pero fue detenido en el trayecto.
AMLO no reconoce a la presidenta Dina Boluarte, a quien llama “espuria” y exige la liberación de Castillo. El enfrentamiento del mandatario mexicano con la presidenta peruana llegó al nivel de negarse el tabasqueño a la entrega de la presidencia de la Alianza de Pacífico a Perú, como correspondía. Finalmente, fue Chile quien la asumió“interinamente” y fue la gestión de Gabriel Boric la encargada de poner fin a esta escandalera y darle la la presidencia a Boluarte. La crisis diplomática con Perú se gestó desde meses antes. En diciembre de 2022, se dio la destitución del presidente Pedro Castillo, lo que AMLO consideró injusto para luego acusar el dominio de una oligarquía conservadora y racista en ese país. El gobierno peruano lo declaró persona non grata.
Y el jueves de la semana pasada, Ecuador declaró persona non grata a la embajadora Raquel Serur Smeke, luego de que el miércoles AMLO dijera que el magnicidio del candidato ecuatoriano, Fernando Villavicencio, en agosto de 2023, hizo que cayera la intención de voto de Luisa González, la candidata correista que lideraba las encuestas. El mandatario azteca dijo que tras el sospechoso asesinato, las campañas se enrarecieron y los candidatos presidenciales hicieron proselitismo con chalecos antibalas. Esto, sostuvo, ayudó a Daniel Noboa, quien finalmente se impuso en la segunda vuelta. Ecuador lamentó las declaraciones del mandatario mexicano, a quien tachó e injerencista y violador de la Convención de Viena.
El gobierno mexicano rompió relaciones con Ecuador ante la irrupción de policías ecuatorianos en la embajada de México en Quito, para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, a quien se le concedió refugio, tras su ingreso en diciembre de 2023. La canciller mexicana Alicia Bárcena anunció: por orden del presidente López Obrador se rompieron las relaciones diplomáticas con Ecuador, “ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Las tensiones con Ecuador se inscriben en la misma línea injerencista del presidente mexicano Andrés López Obrador, quien anunció el asilo político para Jorge Glas Espinel, a quien se acusa de incurrir en actos de corrupción cuando fue vicepresidente durante el gobierno de Rafael Correa, el ex presidente ecuatoriano que suele pasar largas temporadas en México. En el último año, AMLO ha protagonizado cruces declarativas con el salvadoreño Nayib Bukele y con el argentino Javier Milei. Además se recuerda el rechazo de Panamá al enviado a la representación mexicana. A lo anterior se agregan las reiteradas invitaciones no aceptadas por el brasileño Lula da Silva para visitar nuestro país.
En ocasiones anteriores, México rompió relaciones con algunos países. El 20 de mayo de 1979 el ex presidente José López Portillo anunció el rompimiento de relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicaragua de Antonio Somoza. El presidente de Costa Rica (en ese entonces Rodrigo Carazo) le contó a JLP la situación por la que atravesaba aquel país en el régimen dictatorial somocista, por lo que el mandatario mexicano decidió romper relaciones con la gestión de Somoza. En la actualidad, México y Nicaragua han refrendado sus lazos de amistad, basada en un alto nivel de diálogo político, pese a la presencia dictatorial de Daniel Ortega. México y Rusia rompieron relaciones el 23 de enero de 1930, debido a diferencias ideológicas, al considerar a la embajada rusa como centro de intriga y propaganda del comunismo.
La principal razón de romper relaciones con la URSS fueron los ataques de los comunistas a las embajadas y los consulados mexicanos en el extranjero, además de las manifestaciones organizadas por el Partido Comunista Mexicano en las que se agraviaba al gobierno. En el mandato de Emilio Portes Gil se rompieron las relaciones diplomáticas con la URSS y la policía allanó la sede de su embajada en México; detuvo por unos días a funcionarios soviéticos y expulsó al embajador A. Makar.
En esta gestión federal, desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, la posición de México se ha caracterizado por su ambigüedad. Hay divergencia entre la posición del cuerpo diplomático mexicano y las declaraciones y acciones del gobierno federal tanto en la rama ejecutiva como legislativa. El presidente mexicano condenó la invasión rusa, pero no se sumó a las sanciones económicas que algunos países impusieron en contra de Moscú. Justificó esta decisión argumentando “no es una medida aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU” y se estaba “apegando al histórico principio de no intervención” pilar de la política exterior mexicana.
El ex presidente Luis Echeverría se confrontó con el gobierno español cuando pidió a organizaciones internacionales se sumaran a un cerco político y económico en contra del régimen franquista. La noticia de que el régimen de Franco condenó a pena de muerte a varios de sus ciudadanos en 1975, se convirtió en una noticia que le dio la vuelta al mundo. México decidió interrumpir por completo las relaciones económicas, de comunicación ferroviaria, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas y otros medios, además de las diplomáticas.
Otro punto clave de la política exterior de AMLO ocurrió en mayo de 2022, cuando el presidente mexicano condicionó su asistencia a la Cumbre de las Américas a celebrarse en junio de ese año en Los Ángeles, California. En ese momento, la relación con Estados Unidos era inquietante por la política migratoria. La posición de López Obrador fue no asistir si no eran convocados los presidente de Cuba, Venezuela y Nicaragua, cuyo reconocimiento ha sido escamoteado por los Estados Unidos.
NADA PARA NADIE Y 130 MILLONES DE PERDEDORES
El tema obligado para comentar es el debate protagonizado por los candidatos a la presidencia de la República, sin embargo y para desgracia de los ciudadanos éstos no pueden ser extensos y ni siquiera novedosos. Inclusive, lo reprochable fue la alteración en el reloj, la mala producción, el descuido para enfocar de manera correcta a los participantes y, por supuesto, las preguntas supuestamente hechas por quienes, interesados en tener, en recibir respuestas concretas se dieron a la tarea de elaborar interrogantes y enviarlas para que, quienes estaban en un bando y en otros, hicieran la selección.
La situación y las crisis en el país están lo suficientemente claras como para exigir se tuvieran estrategias y fórmulas de solución igualmente serias, enfocadas a los temas, contestando los cómo, cuando, con quiénes y de dónde saldría el dinero para sacar adelante la compra, la entrega, la distribución de medicamentos, el arreglo en las escuelas y el rumbo de los textos así como un esbozo del sistema educativo para poner en marcha y el cual contemple desde cuando se hacen trabajos en plastilina hasta la universidad. Ni que decir de lo relacionado con la seguridad, la obra pública tan escasa, por no decir desaparecida.
Lo requerido para volver a tener confianza en el Poder Judicial, ni con el pétalo de una mirada se habló del Estado de Derecho, del respeto por la ley por la Constitución.
¿Quién ganó? Ninguna de las féminas y quedó suficientemente clara la inutilidad del varón incluido en la contienda, revelando ser otra de las armas para ver disminuir los votos que lo mismo podrían ir en favor del oficialismo que de la oposición. La única utilidad para este primer debate no la vamos a ver porque sería eliminar a quien no llega ni siquiera al 5 por ciento de respaldo y si representa un gasto cubierto con nuestros impuestos. Sería una eliminatoria suficientemente justificada ya que la presencia de Jorge Álvarez Máynez tiene el objetivo de mantener las prebendas económicas recibidas año tras año por los de Movimiento Ciudadano, o mejor dicho por Dante Delgado, quien cuenta con una fortuna personal suficiente para dos o tres generaciones más.
¿Quién perdió? Los ciudadanos, quienes además de las dos horas de expectativas nunca cumplidas, se perdieron el capítulo de su serie de televisión o dejaron de ir a cenar con sus cuates. Lo visto ya se ha mostrado suficientemente, inclusive las acusaciones entre las candidatas fueron las mismas, cada quien quiso mostrar la cara de corrupción de sus organizaciones políticas como menores a las de la contrincante. Pero tampoco en eso llegaron al fondo ni siquiera en casos tan escandalosos y dramáticos como los de la Línea 12, o el incendio de la estación migratoria del norte, o lo dictaminado como información con el sello de “seguridad nacional” en la cual aparecen los famosos segundos pisos.
La Sheinbaum reveló la egoteca con la cual adorna las paredes de su oficina y seguramente se llevará a su casa, la cual dice es un departamento rentado. Con todos esos premios recibidos no le devuelve la vida a nadie, tampoco los convierte en medicinas, menos aún hace el milagro y brota agua o se derriba a los cárteles de la droga, o se dejan de hacer negocios como los de los Batres o los Bejarano o los Padierna. Tantos papelitos y no sirven ni para persignar a los tabasqueños señalados como grandes intermediarios y negociadores de jugosos contratos.
Lo bueno, las tortitas, los bizcochos, los hot dogs, el recalentado en tanto “se disfrutaba” a una pareja dispareja: una seria, severa, poco empática; la otra intentando calmar el nerviosismo y buscando no caer en la trampa de su propio vocabulario. Nos faltan dos encuentros y ojalá, pase lo que pase, nada logre alterar nuestra disposición para acudir a las urnas y seguir creyendo “no hay mal que dure otros cien años”.
DE LOS PASILLOS
Desde Mazatlán, Sinaloa, en las instalaciones del Octavo Batallón de Infantería, el presidente Andrés Manuel López Obrador observó este lunes, con lentes especiales, el eclipse total de sol. Mientras, María Elena Álvarez-Buylla Roces, titular del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (Conahcyt) brindó información sobre el eclipse que oscureció el cielo de partes de México, Estados Unidos y Canadá, y dejo consecuencias como afectaciones en el tráfico debido a la gran expectación que ha generado el fenómeno a millones de espectadores. Científicos de la NASA se sumaron al ambiente festivo de Mazatlán durante la callejoneada previa el eclipse solar, la cual atrajó a turistas y residentes locales.
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