El gobierno de México aceptó reimplementar el programa “Quédate en México”, por el que los solicitantes de asilo en Estados Unidos deben esperar en suelo mexicano a su audiencia en el vecino país, por “razones humanitarias y de manera temporal”.

En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores señaló que el gobierno de México acordó con el de Estados Unidos que “por razones humanitarias y de manera temporal, no retornará a sus países de origen a ciertos migrantes que tengan una cita para aparecer ante un juez migratorio en Estados Unidos para solicitar asilo en ese país”.

El comunicado subraya que el gobierno estadounidense “atenderá todas las preocupaciones de índole humanitaria con respecto a la reimplementación” del programa, creado durante la administración del hoy expresidente Donald Trump.

En cuanto asumió, el actual mandatario Joe Biden anuló el plan; sin embargo, por orden judicial, tras demandas presentadas por los estados de Texas y Missouri, fue obligado a reimplementarlo.

El gobierno estadounidense aseguró que busca vías para derogar definitivamente “Quédate en México”.

En el comunicado, la SRE explicó que Estados Unidos aceptó las preocupaciones “de carácter humanitario” expresadas por México, incluyendo “mayores recursos para albergues y organizaciones internacionales, la protección para grupos vulnerables, la consideración de las condiciones locales de seguridad y de capacidad de albergue y de atención del Instituto Nacional de Migración, así como la aplicación de medidas contra el Covid-19, como revisiones médicas y la disponibilidad de vacunas para las personas migrantes sujetas tanto a la sección 235(b)(2)(C) de la INA como al Título 42 del Código de Estados Unidos [por el que los migrantes son expulsados de forma expedita de Estados Unidos, aludiendo a la emergencia humanitaria creada por el Covid-19]”, México tomó la decisión de aceptar la reimplementación de “Quédate en México”, temporalmente.

El regreso de los migrantes está previsto para comenzar el próximo lunes en una ciudad de la frontera y luego en otras tres. Éstas son San Diego, en California, y los cruces texanos de El Paso, Laredo y Brownsville. Aún no se ha determinado la secuencia.

El gobierno mexicano reiteró su compromiso “con los derechos humanos de las y los migrantes, así como para mantener una migración ordenada, segura y regular. Asimismo, el gobierno de México continuará promoviendo la cooperación para el desarrollo, con programas de efectos directos e inmediatos, como la principal vía de atención al fenómeno migratorio en la región”.

 

Con información de El Universal

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