La Mesa Directiva del Senado, encabezada por Alejandro Armenta, se metió en un embrollo ante el riesgo de que Américo Villarreal incurriera en un acto ilegal al regresar a la Cámara alta.

Primero se intentó someter a votación el escrito de desistimiento a retornar a su escaño del gobernador electo de Tamaulipas y, tras una serie de enredos y discusiones, se le terminó aprobando otra solicitud de licencia que llegó de última hora.

A su vez, la batalla entre Morena y el PAN por la elección de gobernador de Tamaulipas se extendió por varios frentes y hasta casi la fecha límite para su validación, que culminó con la ratificación del triunfo de Villarreal, acusado de financiamiento ilícito e intervención del crimen organizado en su campaña.

Sin embargo, dichas denuncias fueron desechadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) debido a que la impugnación del PAN se basó en “rumores”, por lo que el próximo sábado podrá tomar protesta del cargo.

Ayer, desde el Senado se intentó construir un argumento para tumbar la elección de Villarreal, pero Morena y aliados se resistieron y se abrió un debate de horas, y mientras esa discusión continuaba en la Cámara alta, el PAN acudió al Tribunal Electoral para ingresar una nueva causal de nulidad de los comicios, instancia que resolvió su queja en unas cuantas horas.

La jornada culminó por la noche con el voto unánime de los siete magistrados de la Sala Superior del TEPJF, que validaron su triunfo en las urnas.

 

Con información de 24 Horas

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