La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, negó que exista una discrepancia entre la política energética federal y la de su administración, esto ante la defensa que hace a la iniciativa de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador y a la vez el impulso que da a las renovables en la capital.

“Hay discrepancia en quien la quiere ver, pero en realidad no la hay, y la mejor demostración es justamente un proyecto que anunciamos ayer, que estamos desarrollando con la Secretaría de Energía (Sener), con Comisión Federal de Electricidad (CFE), es la planta fotovoltaica más grande que va a haber en cualquier ciudad del mundo, que está en los techos de la Central de Abasto”, aseguró este miércoles al participar en el Parlamento Abierto de la reforma eléctrica.

La mandataria señaló que esta planta va a producir alrededor de 25 gigavatios por hora, que va a ser un ejemplo nacional, el cual va a operar la CFE y quien aporta los recursos es la Sener.

“Desde el Gobierno de la Ciudad de México impulsamos las energías renovables a partir de un esquema que es compatible justamente con la reforma eléctrica del presidente”, puntualizó Sheinbaum Pardo.

En defensa de la iniciativa de López Obrador, dijo que la reforma energética de 2013 tenía planteado la producción de petróleo de más de 3 millones de barriles diarios de petróleo, “una fachada de sustentabilidad y energías renovables”.

Mientras, la actual administración plantea con sustentabilidad energética con un máximo de producción de 2 millones de barriles diarios y poder desarrollar otras fuentes de energía.

“Es falso que la reforma del 2013 pensara en descarbonizar la economía nacional, por el contrario lo que planteaba era su petrolización”, acusó la jefa de gobierno de la CDMX.

Sheinbaum apuntó que la iniciativa de reforma eléctrica de López Obrador no incentiva las energías contaminantes, pero sí cierra la puerta a los negocios sucios de las empresas privadas.

“Para mí, (es) un acto de responsabilidad de visión republicana que da a la nación soberanía energética, planeación en la transición hacia las fuentes renovables de energía y hacia un futuro con menos emisiones de gases de efecto invernadero, acaba con los abusos con el saqueo y garantiza la energía eléctrica”, expresó.

En cuanto a los Certificados de Energía Limpia (CELs) que se propone eliminar con la iniciativa presidencial, la jefa de gobierno indicó que este no es el único mecanismo que se tiene para incentivar a este tipo de energías.

Finalmente, destacó que con la reforma energética de 2013 muy pocos se vieron beneficiados, mientras que con la de esta administración lo serían todos lo mexicanos.

 

Con información de Forbes

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