EN SEGURIDAD, ESTAMOS MEJOR… CUANDO ESTAMOS PEOR?

Gabriel Cota Luque

Se acuerda de Foxilandia, ese maravilloso mundo que el entonces Presidente Vicente Fox Quesada decía que se tenía en México y que hasta fue inspiración de películas, documentales, pero sobre todo de mofa y bandera política de sus opositores.

Años después, el país ha cambiado, pero no del todo.

Ahora, como con Fox, tenemos un presidente venido de la oposición, que, aunque con raíces priistas, vino a arrebatar de nuevo la titularidad del Ejecutivo Federal al cada vez más mermado Partido Revolucionario Institucional.

Pasamos del PRI, al PAN, de nuevo al PRI y ahora a Morena. Por supuesto que mucho ha cambiado en el país y dentro de esas novedades pues es el hecho de que no, ya no estamos en esa maravillosa Foxilandia.

Ahora estamos en un nuevo país, donde cada quien lo ve de acuerdo al cristal de sus anteojos.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador lo sostiene en sus largas y diarias Mañaneras. Estamos en otro México donde él y quienes lo acompañan en el gobierno no son como “los de antes”.

Efectivamente. Mucho cambió en el país.

Dentro de esos cambios, más notables, es el que simplemente pasamos del Foxilandia a Pejelandia. Lo dicho, no son los mismos.

En particular está el asunto de la seguridad o la inseguridad pública y la forma como el Presidente López Obrador ve y pretende afrontarlo.

De “los abrazos, no balazos” pasamos al extraño rumbo y trato a la nueva Guardia Nacional y su militarización, donde, contrario a lo que tanto propagó en su tercera candidatura por la Presidencia de la República, no sólo no regresó a los soldados a los cuarteles, sino que los dotó de más labores y ahora este ente de seguridad lo quiere poner a total orden y disposición de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Pero más allá de percepciones personales, está el manejo en cifras del propio Gobierno Federal, del Presidente y sus cercanos, como el propio titular de la Sedena, quien, contrario a la historia castrense, hoy se pone a total disposición de los dichos y hechos presidenciales.

Ahí está lo dicho por el General Secretario Luis Cresencio Sandoval González en La Mañanera de este viernes 30 de julio, celebrada en el campo militar El Sauz, donde horas antes se desarrollara la madrugadora reunión del gabinete de seguridad federal.

Ahí claramente se expone la situación que se vive en Sinaloa, donde, contrario al cristal gubernamental, se insiste minimizar los altos índices delictivos y de inseguridad y donde se reconoce que 5 de los 18 municipios del estado “hay una actividad delictiva importante”.

Mediante láminas, observó que cuatro están al alza, uno en alza no significativa y tres están a la baja.

Una de las situaciones más graves que se registran en Sinaloa está el feminicidio, que tiene el estado el tercer lugar y que va hacia la alza; el robo a transporte, que ubica al estado en  el 23 lugar nacional, pero va hacia la alza; robo a negocios, con un 21 lugar y a la alza, y el robo en transporte, también en aumento, aunque únicamente hubo un reporte en julio, comparado con el 2020, donde hubo 26 robos en transporte, sumando 16 en lo que van del año y de ahí que la proyección que va hacia arriba.

En contraparte, en las láminas se presumió una baja en homicidios dolosos y en robo de vehículos, aunque los sinaloenses, parafraseando al Presidente de la República, “tienen otros datos”, pues los propios datos oficiales reconocen el registro de 289 en lo que va del año, contrario a los 700 reportados en el 2020.

En su larga intervención en La Mañanera de este viernes, el General Sandoval desglosó la fuerza de seguridad que se tiene presente en Sinaloa, incluyendo la Guardia Nacional, donde “tenemos 2 instalaciones que fueron construidas en el 2019, totalmente concluidas¸5 proyectos en el 2020, totalmente concluidas, y uno que estamos ahorita en construcción, con un 59 por ciento de avance.

Estas son un total de 8 instalaciones, pero en el plan de incremento de la Guardia, que el señor presidente ha mencionado en conferencias anteriores, se tiene establecido 11 compañías de la Guardia Nacional que estarán en el territorio de Sinaloa, para ser un total de 19 instalaciones en todo el estado, distribuido a lo largo y ancho de él”.

Lo que llamó poderosamente la atención es que el propio titular de la Sedena aprovechara para hacer mención de los programas sociales, que ahora forman parte de los objetivos que se plantean es atender las causas de donde se viene generando los delitos, y donde presumió que Sinaloa tiene 18 programas prioritarios, entre ellos el de adultos mayores, personas con discapacidad, becas Benito Juárez, el de La Escuela es Nuestra, los precios de garantía a productos alimenticios y a medianos productores, que tiene un total de 609 mil 846 beneficiarios, con una derrama económica de 6 mil 541.7 millones de pesos.

Habló también de las sucursales del Banco de Bienestar, que también coadyuvan en los programas sociales, y donde están 38 ya concluidos, 4 en proceso de construcción y 16 “tenemos pendientes por iniciar, esto es debido a la falta de los terrenos para iniciar su construcción”.

El General Cresencio Sandoval informó por igual de la distribución de vacunas en el estado, a donde se han traído 2 millones 438 mil 130 vacunas, lográndose que hasta el pasado jueves 29 de julio se hayan aplicado 2 millones 042 mil 722 vacunas, para lo que se han empleado 6 aeronaves de la Fuerza Aérea, 34 vehículos terrestres de la Guardia Nacional y Armada, 43 operaciones aéreas, “son 114 horas de vuelo para cumplir con esta actividad y apoyar al sistema de salud federal”.

En su intervención, el Presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en defender el establecimiento de una estrategia distinta en cuanto a enfrentar a la delincuencia.

“Nosotros desde que llegamos decidimos no declarar la guerra a nadie y estamos optando por atender las causas que originan la violencia, no sólo a llevar a la práctica acciones coercitivas, nosotros sostenemos y esto es distinto, es diferente, que la paz es fruto de la justicia y que el ser humano no es malo por naturaleza, son las circunstancias las que llevan a algunos a tomar el camino de las conductas antisociales”.

“Por eso en Sinaloa y en todo el país estamos invirtiendo mucho en programas de bienestar, atendiendo a los jóvenes que tengan acceso a la educación, que tengan posibilidades de trabajo, que estamos invirtiendo para desarrollar el campo; en el caso de Sinaloa es considerable la inversión destinada a los municipios con más marginación en el estado”, señaló, tras referirse a la visita que por tercera ocasión en su mandato realizaría al municipio de Badiraguato, en el corazón del llamado Triángulo Dorado” y cuna de los más afamados barones de la droga, como los tristemente célebres Joaquín Archivaldo Guzmán Loera y Rafael Caro Quintero, a donde ha llevado la acción de su gobierno.

“Cuando dije abrazos no balazos, hasta se burlaron y todavía, pero les vamos a demostrar que es más eficaz, más humano enfrentar el problema de la inseguridad atendiendo las causas que originan la violencia”.

López Obrador fue más allá en sus cuentas alegres, afirmando que “vamos avanzando, eso es importante que se sepa”.

“Desde que estamos en el gobierno”, aseguró, “han bajado los delitos en general, del fuero federal y del fuero común de todos los delitos. Eso se puede probar, hay una disminución, incluso en homicidios hay una disminución pequeña, pero hay una disminución. Si hablamos de robo de vehículos, estamos hablando de una disminución significativa de más del 20 por ciento. Si hablamos de secuestro, como del 30 por ciento de disminución; en robos, lo mismo”.

Apoyado también con la proyección de gráficas, como si esperara el cuestionamiento periodístico, señaló el que desde el gobierno de Felipe Calderón se haya dado un incremento en los homicidios, al grado de que en lo que va de su administración se tiene la cifra más alta, pero “esta tendencia se detuvo y aquí estamos”.

Apoyado con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, informó que, en el 2018, en el primer año de su gobierno, se tuvieron 36 mil 685 homicidios; 36 mil 661, en el 19 y 36 mil 579 en el 2020… “y en lo que va del año consideramos que vamos a bajar y vamos a bajar todavía más”.

“Ya se detuvo el incremento y ahora vamos hacia abajo”, dijo, aunque la gráfica mostraba claramente cifras mucho más altas de homicidios a las de los gobiernos anteriores.

Y ahí venían las justificaciones de siempre:

“¿Por qué nos ha costado más trabajo? Porque estaba muy arraigado el problema, lo dejaron crecer, dos causas de fondo, una, la corrupción o la complicidad que había entre autoridades y delincuencia, no voy a dar muchos ejemplos, baste decir que el secretario de Seguridad Pública del gobierno de Calderón está en la cárcel en Nueva York, acusado de complicidad, de proteger a una de las bandas de delincuencia organizada.

Ese es un problema que heredamos y el otro, el abandono de la gente, el que no se atendía al pueblo. Entonces, por eso cuesta, pero ahí vamos y vamos a lograr es todo un desafío reducir el número de homicidios en el país”, remató.

– ¿Pero ¿qué apretar, presidente, para que le dé tiempo de bajar el índice de homicidios?, cuestionó uno de los reporteros en La Mañanera de El Sauzal.

– Van a consolidarse más los programas de bienestar, van a tener más opciones, más alternativas los jóvenes. Toda esta estrategia lleva tiempo. Por eso siempre decía cuando hablaba yo que había que atender las causas y que había que crear empleos y mejorar la situación económica, decían sí, sí, pero eso lleva mucho tiempo, claro lleva tiempo, pero hay que empezarlo y no lo iniciaban. Ya nosotros llevamos tiempo y se está consolidando todo ese plan para el bienestar de la gente que los jóvenes tengan opciones, tengan alternativas, que no lo enganchen, que no formen parte del ejército de reserva para la delincuencia, ésa es la estrategia, entonces va a ir consolidándose. Luego se termina con la corrupción, se pinta muy claramente la raya entre autoridad y delincuencia, la frontera que no existía. Todo esto que estaos haciendo que diariamente ateneos el problema, la coordinación, en fin, todo esto tiene que dar resultados.

Presumió también a su nuevo grupo policiaco, como es la Guardia Nacional, que “va a ayudar muchísimo”.

“Por eso vamos a incrementar el presupuesto para la Guardia Nacional hasta en 50 mil millones de pesos de ahora a finales de mi gobierno y la Guardia Nacional también voy a enviar una iniciativa de reforma constitucional porque quiero que antes de terminar nuestro gobierno ya la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, porque no quiero que se repita la mala experiencia de lo que fue la Policía Federal de que se quedó como un ente administrativo, llegó a ser una secretaría, luego pasó la Policía Federal a depender de la Secretaría de Gobernación, se corrompió, se pudrió sin disciplina, sin profesionalismo”.

En su larga defensa de las fuerzas armadas, del Ejercito, la Marina y la nueva Guardia Nacional, el Presidente aprovechó que estaba en Culiacán para referirse a uno de los puntos más criticos de lo que va de su administración, como fue aquel negro jueves del 17 de octubre de 2019.

“Por eso nos criticaron también mucho cuando se dio la orden de dejar en libertad al hijo de Guzmán Loera, aquí en Culiacán”.

“Yo tomé la decisión, porque no quisimos arriesgar al pueblo, no queremos la violencia y esto no se entiende las autoridades fascistoides, quisieran resolver todo con el uso de la violencia y todavía hay quienes cuestionan”.

“Tengo mi conciencia tranquila, porque cuando pedí el informe de lo que podía haber sucedido iban a perder la vida más de 200 inocentes, según la estimación que se hizo en ese momento y dije, no”, acotó.

Lo dicho. No son los mismos.

No estamos en Foxilandia.

Lo de hoy es Pejelandia.

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