Desde los años ochenta, el PRI ha sufrido una serie de crisis que han erosionado su poder, dejándolo a competir por el tercer junto con Movimiento Ciudadano.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en su momento fue una fuerza política hegemónica en México, atraviesa un período crítico de declive prolongado, explica en entrevista con “Aristegui en Vivo”, el Dr. Willibald Sonnleitner, Profesor-Investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México.

A diferencia del Partido Acción Nacional (PAN), que ha mantenido una estabilidad en sus 85 años de existencia, el PRI ha experimentado una continua decadencia.

En las elecciones del pasado 2 de junio, el PRI obtuvo solo el 11.6% de los votos válidos para la Cámara de Diputados (según datos del computo distrital) y en las presidenciales, apenas el 9.8%.

Esto se traduce en un apoyo absoluto del 7.2% de los electores inscritos, relegándolo a competir por el tercer lugar junto con Movimiento Ciudadano.

El Dr. Sonnleitner destacó la transformación del PRI a lo largo de las décadas. “Durante su tiempo como partido hegemónico, el PRI no era un partido único porque sí había competición electoral pero era prácticamente imposible que perdiera”, explicó.

Este periodo de hegemonía permitió al PRI estabilizar la política mexicana tras décadas de violencia caótica y liderar la construcción del Estado posrevolucionario.

Sin embargo, desde los años ochenta, el PRI sufrió una serie de crisis que han erosionado su poder.

“Sufrió luego el descrédito y las frustraciones acumuladas de las crisis repetitivas desde los ochenta, se debilitó, se erosionó y se fragmentó hasta perder la Cámara de Diputados en 1997 y la Presidencia en el 2000”, analiza Sonnleitner.

Este declive, según explicó, se ha acentuado en los últimos años, especialmente entre 2018 y 2024, donde apenas logró recuperarse en 42 distritos específicos, principalmente en el norte de Coahuila y algunas zonas de Toluca y San Cristóbal de las Casas.

Foto: PRI Oficial

Una de las claves del declive del PRI es la pérdida de sus bases rurales y campesinas, que históricamente le otorgaron un voto duro y constante. “Tras décadas de prolongado declive, se ha producido ahora un éxodo definitivo de las bases rurales, campesinas e indígenas, que le dieron su voto duro en el campo”, afirmó el académico.

Este fenómeno es especialmente evidente en 165 distritos donde las pérdidas del PRI superaron los cinco puntos porcentuales.

“El PRI transita ahora por una nueva etapa en su trayectoria, como 3ra o 4ta fuerza política”, indicó Sonnleitner. A pesar de su debilitamiento, el partido sigue siendo relevante en el panorama político nacional y podría jugar un papel crucial en la toma de decisiones fundamentales, especialmente con la desaparición del PRD.

Es probable que seguirá fungiendo como un fiel de la balanza democrática: minoritario pero importante para tomar decisiones fundamentales.

El Dr. Sonnleitner subrayó que el PRI enfrenta desafíos significativos para su futuro. “Ese éxodo de las bases rurales es la clave para entender los desafíos del PRI”.

Con información de Aristegui Noticias

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *