DOMINGRILLA

FRANCISCO CHIQUETE
Resonaban estridentes los tambores morenos de guerra contra el Parlamento Europeo por la emisión de un “insolente comunicado” en que condenan el hostigamiento a medios y periodistas, así como por los crímenes contra éstos (nomás cinco de cinco mil asesinados, cuantificó el presidente).
En todo el ruidajo reactivo, los parlamentarios de ultramar fueron calificados de colonialistas, violadores de los derechos humanos, asesinos, expoliadores de los pueblos, en fin, ni Palillo habría reunido un arsenal tan impactante contra “los pulpos chupeteadores, esdrújulos e inverecundos”, pero nadie se acordó del punto que motivó el acuerdo de marras: la violencia contra los periodistas.
Todavía seguían las descalificaciones cuando en Michoacán se produjo un nuevo crimen. El director de un portal noticioso fue asesinado en su propio domicilio, ante sus hijos. Ni siquiera ese crimen hizo callar las voces que condenaban, no al crimen, sino a los eurodiputados. El ruido siguió indiferente a la realidad del país.
Peor aún: durante la noche del velorio, un sujeto se acercó a los periodistas que acompañaban a los deudos de su compañero, y los amenazó con hacerlos víctimas de nuevos actos de violencia. La fiscalía michoacana, por cierto, desmintió esa amenaza, pese a que los propios afectados ratificaron el señalamiento.
Esa es la realidad de México. Eso y la insistencia del presidente en condenar a quienes ejercen un periodismo crítico en términos de una violencia que al final es ejemplo. Véase si no, la forma en que el gobernador de Veracruz increpó a una reportera que le hizo una pregunta que juzgó incómoda: podía haberse negado a responder o simplemente negar el señalamiento, pero como hace el presidente, le lanzó una serie de epítetos que no tenían nada que ver. Si eso hacen los gobernantes, qué tanto no pueden hacer los delincuentes.
GOBERNAR POR DECRETAZOS
Cuando el presidente tenía certeza de su triunfo electoral, pero no del tsunami que le permitiría acaparar la mayoría de ambas cámaras, advertía que gobernaría con decretos, neutralizando a un posible congreso opositor. No le fue necesario, pero ahora ha utilizado sus mayorías para lanzar decretos en los que se violentan disposiciones legales amparados incluso por la Constitución.
Así vimos el que declara a sus obras emblemáticas cubiertas bajo el manto de la seguridad nacional, de suerte que ni se les pueda exigir transparencia, ni poner en duda o bajo tardanza la expedición de certificados y permisos tan elementales como los del impacto ambiental.
El más reciente es el que permite a los funcionarios públicos hacer propaganda para impulsar la participación en la consulta de revocación de mandato, volteada ahora a ratificación de mandato.
Por cierto también los partidos tienen prohibido participar en esa consulta, que se supone es privilegio exclusivo de los ciudadanos, pero Morena barre todos los días cada calle de las ciudades del país, en un despliegue de recursos financieros que debieran explicarse, pues se trata de impresos de muy buena calidad y por supuesto, de alto costo, pues además los dejan por grandes cantidades en las banquetas de aquellas casas que están solas o en las que no los reciben.
De más está recordar que muchos de los actuales jerarcas y militantes morenistas fueron impulsores de las leyes que ahora insisten en brincarse a la torera. Claro, entonces las autoridades eran los otros y ellos las víctimas. Si hoy están al mando, tienen derecho a hacer lo que antes condenaban sin que ello los convenza de que son iguales.
¿QUÉ VIENE?
Ha empezado a circular una convocatoria a toda la ciudadanía para que participe en una manifestación de apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador, el domingo tres de abril. Están lanzados a mostrar el músculo, en una movilización que no parece destinada a los diputados europeos, sino al consumo nacional.
La primera reacción es preguntarse si en Morena o en Palacio Nacional tienen encuestas o proyecciones demoscópicas que los desfavorezcan de tal modo que necesiten un refuerzo de terapia intensiva, o si las perspectivas de la economía son tan desfavorables por la inflación, y los efectos colaterales de la guerra en Ucrania, que hace falta una reforzada a la fe amloísta, en medio de los ajetreos recientes.
Aunque uno piense que la cosa va por ahí, no faltan voces como la de un amigo muy acucioso que va más allá y piensa que es la embestida formal para conseguir que el pueblo bueno rompa las resistencias que aún expresa el presidente, y lo convenza de que debe permanecer en su puesto más allá del 2024. Ya hay muchos seguidores diciendo en las redes sociales que lo quieren ahí por doce años.
EL PM GRANDE, SE
COME AL PAS CHICO
Cuando el gobernador Rubén Rocha Moya le advirtió a Jesús Estrada Ferreiro que a pesar de la autoridad que le daba el ser alcalde, el propio Estrada estaba en desventaja porque “yo soy gobernador”, iba más allá del destinatario original.
En efecto: nunca una careada entre un alcalde y un gobernador ha sido ganada por el munícipe.
El destinatario de la advertencia era obviamente el residente municipal culiche, pero finalmente era válido para los dieciocho funcionarios de ese rango, incluyendo a los desafiantes Luis Guillermo Benítez Torres de Mazatlán, y Gerardo Octavio Vargas Landeros, de Ahome, pero también a los otros quince que no habían generado problema alguno.
Viene esto a cuento porque hace una semana se anunció que la alcaldesa de Cosalá, Karla Corrales, y luego la de Rosario, Claudia Valdez, anunciaron que dejaban de considerarse parte de la estructura del Partido Sinaloense y dejaron entrever que hoy sus simpatías estaban ahora con Morena.
Por si fuera poco, después fueron dos diputados locales quienes anunciaron su separación de la bancada pasista, con el propósito por supuesto, de irse con Morena.
Falseando las cosas, el PAS decía en su propaganda que era la segunda fuerza electoral del estado, debido a que seis de sus candidatos a alcaldes y ocho de sus candidatos a diputados locales, ganaron sus elecciones. En todos los casos fueron en alianza con Morena y en todos los casos, fue Morena quien aportó la inmensa mayoría de los votos con que ganaron, pero el PAS sostenía que eran suyos.
Sobre esa base, y la idea de que al menos contaría con dos diputados plurinominales (Héctor Melesio Cuen Ojeda y Angélica Díaz de Cuen), se habló de un cogobierno. Cuando no llegaron esas pluris por exceso de triunfo y carencia de votos, Cuen aspiró a ser secretario general de gobierno, y si no, secretario de Educación Pública y Cultura, que tampoco fue. Aterrizó, como se sabe, en la Secretaría de Salud.
Después de varios desencuentros demasiado evidentes (la paralización del ayuntamiento mazatleco, los regateos en el de Mocorito, las opiniones sobre el carnaval mazatleco y el abandono de la votación proaborto, entre otros), el gobierno del estado empezó a desmontar la idea del cogobierno, convenciendo a alcaldes y diputados de dar el salto del tigre.
Pese a las reiteradas aclaraciones de que las renuncias no fueron inducidas ni mucho menos decididas bajo presión, en la cúpula y las filas pasistas hay certeza de que se trata de una campaña orquestada e incluso aseveran que ya saben quién es el operador, aunque se resisten a dar el nombre del secretario general de gobierno.
También hay otros elementos que deben considerarse en esta situación (los famosos otros datos): uno de ellos es que generalmente un partido que se coaliga con otro más grande, termina siendo devorado por el que lleva ventaja. Así le pasó al PRD cuando se alió con el PAN, que se quedó con los espacios sinaloenses en que el partido del sol azteca tenía mayor presencia; le pasó al PAN en Sinaloa, cuando se fue con medio PRI apoyando a Malova, y ahora que se alió con el PRI. Quedó francamente nulificado. Le está pasando al PAS, tras su alianza con Morena.
Paro también debe haber elementos internos. De las dos alcaldesas en fuga, sólo una era militante del PAS: Karla Corrales; Claudia Valdez había andado como rehilete por todos los rumbos del espectro político y ahora aterriza donde le conviene.
Pero al margen de que un presidente municipal debe cuidar mucho su relación con el gobernador porque éste le puede cerrar la llave y ahorcarlo, algo debe estar pasando en el trato entre el PAS y sus funcionarios públicos. Karla fue una militante apasionada, que incluso se enfrentó a su familia y compitió contra sus hermanos, miembros del PRI. Resistió presiones familiares y seguramente habría resistido presiones gubernamentales, de no haber existido cosas que le incomodaran y la empujaran a irse- Vaya usted a saber qué estaba pasando.
En Escuinapa, donde ya la alcaldesa dijo que no se iría del PAS, hay gran inconformidad porque de Culiacán les impusieron funcionarios importados y se vivió una severa crisis que la dirigencia pasista no quiso escuchar. Es fácil imaginar que hubo también otras exigencias no aceptadas.
Total que después de la euforia de aquellos tiempos de victoria electoral, Héctor Melesio Cuen ha quedado como aquella vieja canción infantil que reza “yo tenía diez perritos”. A ver hasta dónde llega la cuenta decreciente.
LE GUSTA EL ESCÁNDALO
El diputado Serapio Vargas hizo un anuncio que pudo haber sido el gran escándalo. No lo ha sido porque el ambiente político está metido en asuntos todavía más escabrosas que el proyecto “turístico” de este señor que quiere conducir a la cuarta transformación a una playa nudista.
No es fácil entender a un supuesto activista de la izquierda que promueve ese tipo de cosas. Ya el agudo analista Gildardo Izaguirre advirtió en su columna La Cuartilla, de los efectos colaterales que trae un proyecto de esos: turismo sexual, narcomenudeo, alcoholismo, lavado de dinero, en fin, todos los puntos negativos de los giros negros.
También llama la atención que alguien de Morena venga a hablar de crear una playa privada de cuatro kilómetros, cuando supuestamente su partido pugna por el respeto a los bienes de la nación y su carácter de bienes públicos.
Pero hay una anécdota que explica esta iniciativa.
Cercana la elección de 2018, Serapio estaba convencido de que legaría al congreso, pues ocupaba el primer sitio en la lista plurinominal de su organización, el Partido Independiente Sinaloense -PAIS-. Durante un encuentro casual con el desaparecido comunicador Heriberto Millán Godínez, le advirtió: ahí les voy al Congreso, y les voy a hacer un desmadre.
¿Qué tanto puedes hacer que no se haya hecho ya? Ha habido tomas de tribuna, protestas masivas, griterías y hasta conatos de violencia ¿con qué puedes sorprender?
-Ah es que nunca han tenido la protesta de un diputado encuerado.
Hoy es diputado, pero como es de la fracción oficial, no tiene oportunidad ni de protestar, ni mucho menos de encuerarse. Por algún lado tenía que darle salida a su aspiración de encueratriz.

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *